Rusia odia los condones

En Rusia, las marcas de condones occidentales como Trojan y Durex podrían enfrentar problemas para entrar al país. El Ministerio de Industria y Comercio ruso apoya la restricción de la importación de condones, que según el ex secretario de Salud promoverá "disciplina" y hará que los rusos sean más "selectivos al elegir a sus parejas". Entre abril de 2014 y abril de 2015, Rusia tuvo un aumento de 51 por ciento en el uso de condón, esto no es gracias al inexistente programa de educación sexual. Al mismo tiempo, se estima que un millón de rusos contraerán VIH en 2016. A pesar de esto, el ex secretario de Salud, Gennadiy Onishchenko, afirmó que "los productos técnicos de goma [condones] no tienen nada que ver con la salud".

Onishchenko y su deseo por "solucionar problemas demográficos" son sólo la cara del objetivo económico a largo plazo de la industria y el Ministerio de Comercio rusos: disminuir la dependencia del país en mercancías extranjeras. Máquinas de rayos X , ecógrafos, incubadoras, desfibriladores y otros equipos de salvamento podrían enfrentar limitaciones similares.

La ley no prohibiría a tiendas al por mayor vender condones de marcas extranjeras, sólo aplicaría a la compra de condones por parte del gobierno, que son distribuidos en antros, escuelas y en otros lugares. Pero debido a que las fábricas de condones rusas contribuyen con tres y hasta cinco por ciento a la anticoncepción del país, el país podría quedarse sin un plan B sólido si el embargo se vuelve una realidad.