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Cultură

Yo también soy fan de “El ministerio del tiempo”

Hablamos con Ricardo Sanjurjo, administrador del grupo más activo de seguidores de la serie en Facebook.

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Hasta hace unos meses, nadie en su sano juicio se atrevía a ir por la vida proclamando su fanatismo por una serie española. Fanatismo militante, del de verdad, del que cuenta e importa. No tenía arrestos ni motivos de peso para ello. Es decir: claro que había, y hay, seguidores acérrimos de "La que se avecina", tipos que serían capaces de recitarte de memoria los diálogos, muletillas y hits recurrentes de los personajes más icónicos de la serie de Telecinco, como en su momento hubo adolescentes enloquecidos con "El internado" o "Sin tetas no hay paraíso", más por un tema hormonal que televisivo. Yo no me refiero a grupos generacionales muy concretos, víctimas de una fiebre pasajera, sino a sectores mucho más heterogéneos, gente de todo tipo, edades y gustos que de la noche a la mañana descubre algo que le vuelve loco y se entrega en cuerpo y alma al culto.

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Y entonces llegó "El ministerio del tiempo", una producción creada por los guionistas Javier y Pablo Olivares que estrenó La1 de TVE el 24 de febrero de 2015. Con un solo capítulo ya se vio y quedó claro que la serie no era como las demás. Que era la menos española de las series españolas: un producto muy por encima de la media patria que inmediatamente cautivó y enganchó a un público exigente muy habituado a productos extranjeros. Un target realmente complicado, muy distanciado ya de entrada de la ficción nacional, que, sin embargo, entendió y valoró el atrevimiento y riesgo de su propuesta. Una serie de ciencia ficción, en prime time, en una cadena pública y en directa competencia con pesos pesados de la parrilla.

Con su mezcla de humor fino, cultura pop, lecciones de historia, ironía postmoderna y recursos brillantes de género, la primera temporada de "El ministerio del tiempo" desafió los convencionalismos de la ficción nacional, obtuvo meritorios datos de audiencia y generó todo un movimiento de seguidores y adeptos, los autodenominados ministéricos, que con su insistencia y presión popular en las redes sociales tuvo un papel decisivo en la renovación de la serie en un momento en que TVE tenía casi decidida su cancelación. Y hasta hoy. Casi un año después, ayer por la noche se estrenaba su segunda y esperadísima temporada. Por eso quisimos hablar con un fan entregado de "El ministerio del tiempo". Un ministérico de pura cepa.

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Ricardo Sanjurjo se autodefine en su perfil de Twitter como "cura, muy del Depor y friki". Por este orden. Pero además de ejercer como sacerdote en Galicia, en sus ratos libres también tiene tiempo de ser uno de los administradores del grupo de Facebook Funcionarios del Ministerio del Tiempo, que con casi seis mil adeptos es un ejemplo de comunidad activa, involucrada y volcada con su objeto de adoración, y el responsable del podcast de mismo nombre en el que se habla, se debate y se teoriza sobre la serie de TVE. Quién mejor que él para explicarnos por qué esta serie se ha convertido en un fenómeno fan.

VICE: ¿Qué es un ministérico?

Ricardo: Ser ministérico es algo más que ser un simple aficionado de la serie. Ministérico es el que en mayor o menor medida participa en todo el universo que hay creado alrededor de la serie: redes sociales, podcasts… va más allá de ver la serie simplemente con una actitud 'pasiva'.

¿Qué tiene la serie para que haya arrastrado a tanta gente?

Principalmente, que busca huir de los tópicos asociados a la televisión española sin dejar de ser una serie española y orgullosa de serlo. Su frescura, su originalidad…

Ha habido otras series españolas que han tenido cierto movimiento de seguidores, pero se trataba de fenómenos surgidos entre el público adolescente. ¿En qué crees que se diferencia el fan de El Ministerio del Tiempo en relación a otras series españolas recientes?

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Principalmente la respuesta tan rápida y comprometida de los fans, que desde el primer momento nos enamoramos de la serie y comenzamos a hablar de ella. La materia prima, además, era muy buena. Pero el paso de ser 'simplemente' una gran serie a ser el boom que es ha sido, precisamente, gracias al fenómeno fan. Que además ha sido muy transversal: hay gente de todo pelaje dentro del fandom ministérico, de todas las edades, de todas las procedencias dentro de la cultura popular…

¿Hasta qué punto sentís que se os tiene en cuenta desde la propia serie, la cadena y su propio creador?

El equipo de la serie se ha portado genial con los fans. Tanto lo que dependía de RTVE a nivel de RRSS como lo que dependía del equipo propiamente de la serie (actores, guionistas…). Como ejemplo, el de nuestro podcast, "Funcionarios del Tiempo": nos lanzamos a la aventura de hacer el podcast, le pedimos un saludo a Javier Olivares y lo que esperábamos que fueran 20 segundos 'dándonos su bendición' se convirtió en un entrevistón de 20 minutos. Un detalle que, además, nos abrió las puertas para poder contar con el resto del reparto y equipo técnico en los distintos episodios del podcast. ¡Hasta dimos alguna exclusiva! Y nosotros somos solo la punta del iceberg. Hay mucho más detrás.

¿Qué incidencia puede llegar a tener en la serie un movimiento de seguidores tan activo como el vuestro?

En ese sentido creo que juega un papel especial la figura de Javier, que entendió cómo debía situarse en las RRSS y supo desde el primer momento que gran parte del futuro de la serie se iba a jugar precisamente en ese tú a tú.

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Decir que gracias a los fans de la serie TVE renovó la segunda temporada, ¿es exagerado o hay mucha parte de verdad?

Creo que no es para nada exagerado decir que parte de la culpa de la renovación recae sobre los hombros de los fans. A pesar de los datos de los audímetros, "El ministerio del tiempo" fue EL fenómeno televisivo del año en España. Es de lo que se hablaba. Y RTVE no podía ignorar eso.

Dinos qué es lo que menos te gusta de la serie, qué cambiarías y por qué.

Ojalá tuviera más presupuesto. Con el que tienen hacen virguerías, pero si pulieran el apartado de los efectos especiales ya sería la gloria. Luego está el clásico tema de los 70 minutos que duran las ficciones en España, aunque es cierto que para nada se hacen largos los capítulos. Más bien todo lo contrario.

He visto que incluso se hacen quedadas de ministéricos. ¿De qué van exactamente estas quedadas?

Imagino que cada grupo tendrá sus actividades. Yo no he participado en ninguna, pero básicamente se trata de compartir con otros fans experiencias sobre la serie: desde comentarla, simplemente, a juntarse para volver a ver episodios, hacer cosplay, jugar a rol…

¿Has sentido este entusiasmo por alguna otra serie española alguna vez? ¿Crees que la serie abrirá el camino a otro tipo de ficción en España o solo es una anomalía difícil de repetir?

Yo es la primera vez que me meto tan a fondo en una serie española. Precisamente, para mí y para muchos, "El ministerio del tiempo" ha sido la puerta que nos ha roto bastantes prejuicios en torno a la ficción que se hace en nuestro país. Y gracias a Dios no es un hito. Poco a poco ya van surgiendo productos en abierto en España que son muy interesantes y que se escapan de las series a las que estábamos acostumbrados. Y estoy convencido de que van salir más.

Si alguien no ha visto nunca la serie, ¿qué se está perdiendo?

Se está perdiendo lo más original que se ha visto en la televisión española en años, mezcla de historia, humor, ciencia ficción, buen guión y buenas interpretaciones… Es algo que merece la pena ser visto.