La belleza de "Sex Factor" –un reality show online en el que los concursantes compiten para convertirse en estrellas del porno— reside en la facilidad con la que adopta la misma rutina de otros reality shows.

Rabietas, cabreos, egos por las nubes como zepelines hinchados. Jueces severos y desafíos artificiosos. Después de un tiempo, si te dejas embrujar por el formato, casi se te olvida que va de porno.

Ah, no, espera. Perdona. Eso no es cierto. Tras ponerte al día con los primeros episodios, llegamos al ecuador, y entonces pegamos un volantazo a la izquierda y acabamos en la estación central del porno. Este porno ha sido fundido y condensado hasta su esencia más pornográfica. Un bombón de porno. Zumito de porno. Extra concentrado, nene.

Del episodio 3 al 6, son las semanas de la carne: los concursantes que quedan se dividen por parejas y se dedican a realizar sesiones de penetración sin ningún tipo de restricciones. Se acabaron los bailes sensuales en el regazo y fuera; ese fue el mejor. O… vamos a rebobinar un segundo. Sí que había algunas restricciones. Esto es lo que hemos aprendido.

Acercaos, porque esto es importante. En contra de la creencia popular, el pene es un instrumento delicado. Es como la porcelana china o un huevo de Fabergé. Va contra viento y marea, supera obstáculos, siente el zumbido ctónico del alma del planeta y luego hay veces que tiene que descansar un rato.

Estas fueron las semanas del pene flácido. A lo largo del episodio 3, logramos –todos somos parte de esto ya– un total de dos penes erectos, y no hubo mucha suerte en el 4 ni el 5 tampoco. Pasa hasta en las mejores familias. Ella pone los ojos en blanco, reacciona de forma comprensiva, se queda tumbada aguantándose el mosqueo y preguntándose si es aceptable terminar ella sola allí al lado o escaparse a la ducha.

A veces —si Dios quiere—, a veces, incluso recibimos una sonrisa de comprensión, de compasión, la respuesta más dolorosa de todas. Por favor: ira, tristeza, indiferencia; nos valen todas. Se empujan a lo más profundo del centro de nuestro negro ego y se olvidan. Pero nunca compasión. Llamadnos Flácido Potter y la Cámara Secreta, y asentiremos. Pero la compasión simplemente es demasiado.

Estas fueron las semanas del pene flácido.

Los dos hombres que primero consiguieron empalmarse como Dios manda fueron El Coronel y Hero D. Protagonist (literalmente "Héroe el Protagonista"), los dos concursantes con los nombres más ridículos.

Hay una lección que aprender de esto, y es que el porno es una cuestión de actitud. ¿Qué esperanzas podía tener "Buddy" (literalmente "coleguita") de lograr una erección? Buddy es el brillante atleta al que finalmente gana la partida el friki del instituto al que todo el mundo había subestimado. El friki del instituto es El Coronel, que avanza con una poderosa erección como un badajo.

Hero D. Protagonist es un corpulento joven bronceado y sensible. Se fuma un canuto en una fiesta, asiente con gesto de aceptación y se aguanta la tos todo lo que puede. Ha sido guardaespaldas y disfruta activamente de la música de los Red Hot Chili Peppers. Le han emparejado con Allie Eve Knox, que ganó el concurso de fotografía en la ronda anterior a pesar de su pelo teñido ligeramente de púrpura (es un programa de follar, pero son muy conservadores en cuanto al color de pelo). Follan de una forma competente y bonita en una tumbona. Las casas de apuestas reducen drásticamente sus probabilidades.

El Coronel es otra cosa. El Coronel no podría estar más feliz de estar aquí. El Coronel se despierta cada mañana con la polla como un mástil, rebosante de expectación. Su hermandad de World of Warcraft se muere de envidia. Está emparejado con Khaya Peake, de carácter fuerte y muy atractiva. Aquí no hay problemas de erección, pero si alguien ha colocado todas sus fichas en la casilla de "extrema sobreexcitación y autocomplacencia prematura", por favor, no se gaste de golpe todo lo que ha ganado.

Entra y sale como si estuviera convencido de que se ha dejado el horno encendido, y se corre encima de ella tan deprisa que deja a la jueza Lexi Belle algo desconcertada. "Ah sí, podría haber seguido un poco más", miente. Cortan y pasan a una entrevista con El Coronel, que parece que hubiera ganado la lotería ‒"a ver, ¿cómo no ibas a poder?" Otro día esto podría haberse considerado un error, pero esta era la semana del pene flácido.

¿Sabes en Factor X ‒el Factor X de verdad, cuyos abogados han sido derrotados en un combate cuerpo a cuerpo por el equipo de "Sex Factor"– cuando los jueces preguntan a alguien si tiene "el factor X" y realmente no están seguros? La razón por la que no están seguros es porque en realidad no existe "el factor X". Es una de esas cosas intangibles, como la felicidad. Esto también se aplica al "factor sexo".

Pregunta a los jueces qué es "el factor sexo" al inicio de la temporada y estoy seguro de que darán una lista con todo tipo de cosas —carisma, rendimiento, atractivo— pero este es un mundo diferente. El listón se ha desplomado. Para que un concursante masculino tenga "el factor sexo", el primer paso es lograr una erección de verdad de la buena. Para las mujeres, es una competición a ver quién puede disimular de forma más artística su desprecio total.

Dios, esto es pasarse de castaño oscuro, ¿no?

El Coronel ha sido cesado deshonrosamente. El chico de oro —nuestro chico de oro— ha sido expulsado al desierto tras una especie de rebelión entre los jueces.

Una sucesión de hombres han agonizado sobre la cama tratando de hacer llegar un pequeño flujo de sangre al monstruo de un solo ojo mientras El Coronel se pavonea como un Templario en una justa.

Le dieron la patada a causa de lo que Tori Black describió como falta de "presencia", pero todos sabemos lo que quería decir. Nosotros, las escuálidas masas de baja libido, sabemos leer entre líneas. Al Coronel no se le permitió quedarse en el concurso porque estaba haciendo quedar mal a todos los guapos.

Él no tiene la belleza musculada natural de los otros hombres, pero piensa en esto: ¿has visto a los hombres del porno? Ron Jeremy parece un guiso de casquería. El Coronel parece el típico tío trekie que demanda toda una generación de pajilleros.

DEP, David Caspian, horrible hombrecillo. Al masturbarte tendido en el suelo de manera completamente injustificada, demostraste que no has entendido esta lección, y no has sido el único.

Dani Darko dejó el programa en el episodio 3 porque intentó asfixiar con la lengua a Johnny Black, lo que habitualmente se consideran malas formas. Ella dijo que no había oído sus súplicas ahogadas pidiéndole que parara, pero es que es difícil vocalizar cuando estás reviviendo a John Hurt en Alien. Dios, y aun así, ¿no se tomó bien su expulsión?

Tuvimos que esperar al episodio 3 para ver nuestra primera rabieta de calidad, pero fue tremendamente extraño. La esencia de la rabieta por antonomasia en un reality show es que es básicamente incomprensible.

Hay gritos y lloriqueos y lo suyo es que se tiren cosas —pero en el fondo, lo que queremos ver es un guirigay ininteligible lleno de angustia. Alguien que se ha dejado llevar tanto por el sagrado espíritu del numerito que deja de hablar en cristiano.

"Yo hice esa mierda, ¡todo eso era yo!" Se golpea el pecho, con el gesto arrugado de rabia y su voz ha subido una octava. ¿Qué hizo? Lector, no estamos seguros.

Sigue repitiendo eso: "¡Yo hice esa mierda!" dando toquecitos con el dedo a la gente, paseándose hecha una furia por el cuarto de baño. Empieza a preocuparme haberme perdido algo. ¿Ha hecho algo cuando yo no estaba prestando atención? ¿Le ha pisado Buddy Hollywood su Halcón Milenario de Lego? ¿Tal vez se refiera a que hizo su escena, aquella en la que traumatizó psicológicamente tanto a Johnny Black que su polla entró en hibernación?

Es bueno para el alma ver la primera rabieta como Dios manda. Es natural. Se siente uno como en casa. En última instancia, por esto es por lo que vemos "Sex Factor". Están haciendo lo que pueden para que parezca sexy, pero la extraña alquimia de la telerrealidad tiene otros planes.

Una regla inmutable de la comedia en este mundo de trepidante ritmo.

De eso va el sexo, ¿no? Es esencialmente ridículo. ¿Has visto alguna vez una polla y unas pelotas? Son irrisorias. Echa un vistazo a las que tengas más cerca ahora mismo a ver si puedes decir sinceramente que no son por lo menos un poco graciosas.

A veces me pregunto si el programa perdería totalmente su magia si en algún momento se convirtiera en algo realmente erótico, pero lo bueno es que no parece que eso vaya a pasar nunca.

Puedes ver todos los episodios de "Sex Factor" – nos han prometido que se pone "totalmente XXXX" en la última entrega— en www.sexfactor.com.