Recordando las canciones que nos enseñó Billy Miller

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Conocíamos de la enfermedad de Billy Miller por las actualizaciones de su mujer Miriam Lina, batería de los Cramps y co-propietaria de una de las mejores discográficas del mundo, Norton Records, pero fue igualmente un shock enterarnos de su muerte este fin de semana. Juntos tocaban con los A-Bones y juntos hacían uno de los fanzines musicales más perfectos del mundo, Kicks.

Billy era uno de los personajes más importantes para cualquiera que disfrute del rock & roll más cavernoso y bailarín, el soul más picantón y el rockabilly más gloriosamente lo-fi. Es casi absurda la cantidad de artistas favoritos que descubrimos gracias a Billy y a Miriam. Les debemos muchísimo.

Podéis leer su entrevista conjunta sobre su relación con la música y los discos en Dust & Grooves. Pero no se nos ocurre un mejor homenaje que compartir nuestras canciones favoritas, de todas las que nos enseñaron.

La primera referencia de Norton Records marcaría todo lo que publicaron. Rockabilly psicópata, gritos histéricos y sonido de lata para una de las canciones más divertidas del mundo. Hay una cosa que me encanta de estas canciones y el momento justo en el que empiezan a faltar las palabras y sólo puedes seguir con onomatopeyas. Esas frases y gritos absurdas son EL ROCK & ROLL, no os dejéis engañar por ningún Nobel.

A ver, en este disco se escuchan las risas de los músicos y se adivinan las de los asistentes a cualquiera de sus conciertos. La mayoría de grabaciones suenan como grabadas en el gimnasio de una escuela. Es decir, que suenan muy bien aunque suenen muy mal, no sé si me explico. El disco que editó Norton recopilando todas sus grabaciones es una maravilla y en internet siempre se encuentra baratísimo. Hay joyas instrumentales como "Nameless", pero también versiones de clásicos de "Bye bye love", "Sweet little sixteen" o "Whole Lotta Shakin' Goin' On".

La pericia instrumental siempre me pareció una milonga. No es nada comparada con la sensación de cachondeo y bondad de alguien tocando su instrumento con dos manos izquierdas. Es contagioso, está vivo, es gente pasándolo bien sin importarle nada. ¡Es lo mejor! para cualquiera que ame la música primitiva y sin vergüenza, Norton es un enorme tesoro. En su catálogo encontraréis a gente como King Uszniewicz: Canta como una almeja, toca el saxo de pena, pero todo el mundo a su alrededor parece pasarlo tan bien… <3

Norton Records no sólo se dedicó a desenterrar joyas del pasado, sino que además sacó discos de coetáneos como Flat Duo Jets. Esta pertenece a un single con una cara eléctrica y otra acústica, la puerta de entrada perfecta a uno de los grupos de garage más fantásticos de los 90. Pero no estaban solos, en su catálogo encontramos a los Hentchmen, a Untamed Youth, a Reigning Sound, King Khan, Black Lips…

A Norton le debemos alguna que otra fiesta. Llevo escuchando esta canción en fiestas de amigos desde que hace cerca de 10 años me la pasó un amigo. Desde entonces, nunca falla. ¿Hay que llevar discos a una fiesta? Allí va a estar siempre el recopilatorio de Gino Washington. Rythm'n'blues a punto de la histeria, imposible encontrar nada mejor que esto.

Vamos a agradecer siempre a Billy y a Miriam que propiciasen el encuentro entre Mary Weiss y Reigning Sound. Ellos han sido responsables de revitalizar algunas figuras semi-olvidadas como ella o La La Brooks de las Crystals, dando una segunda oportunidad a las voces más importantes de la era de los girl groups.

No podríamos dejar la lista sin el grupo más longevo de Billy Miller. Todos sus discos aúnan las virtudes de las canciones anteriores. Son una fiesta de ratas sabia, de gente que sabe mucho y usa su conocimiento para divertirse y divertiros. Esta es una versión de Nolan Strong, otro de los nombres ocultos del soul primitivo que ellos ayudaron a rescatar y dar una segunda vida. Hacen falta muchos Billy Millers y Miriam Linas.