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La huelga de los trabajadores de restaurantes de comida rápida podría significar el fin del mundo

¿Podría un aumento en el salario mínimo transformar la comida rápida? Espero que no. Aquí os dejo algunos de los pequeños manjares de la comida rápida americana que podríamos perder en los próximos meses.

Foto del usuario de Flickr mtume_soul.

Los empleados de restaurantes de comida rápida de Estados Unidos se han quitado el delantal y han tomado las calles para exigir un salario digno. El salario mínimo federal actual es de 7,25 dólares la hora. Con ese dinero es imposible vivir, a menos que su cuerpo pueda sobrevivir masticando el mismo chicle para cenar durante una semana. Los trabajadores están protestando en 60 ciudades de Estados Unidos, con la esperanza de incrementar su paga a 15 dólares la hora.

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El sector de la comida rápida sigue creciendo, a la vez que otros sectores se vienen abajo, y sin embargo, el promedio de paga permanece estancado. La desventaja de esta huelga es que la comida rápida nunca había estado tan buena como hasta ahora. Vivimos en un mundo "mejor" y, en ese mundo, el aumento de alimentos nuevos no muestra signos de terminar.

¿Vamos a perder el espíritu de innovación que nos ha llevado a esta tierra prometida de la comodidad y la excelencia culinaria? ¿Podría un aumento en el salario mínimo transformar la comida rápida? Espero que no. Aquí os dejo algunos de los pequeños manjares de la comida rápida americana que podríamos perder en los próximos meses:

Hamburguesa de patatas fritas

Es una hamburguesa con patatas fritas, pero no de acompañamiento, sino dentro de la propia hamburguesa. Siempre me había preguntado qué sentido tiene separar los dos platos. ¿Hay alguna figura poderosa en la industria del papel que exija que las patatas deban tener su propio envase para poder vendernos más papel?

Taco de gofre

Por sólo 99 centavos de dólar, puedes comprar un gofre en forma de taco. Lo que hay dentro del gofre no tiene nombre, Taco Bell está metiendo en el taco-gofre todo lo que encuentran por la cocina del restaurante. ¿Salchichas? Suena bien. ¿Pollo? Genial. ¿Moras? ¿Por qué no?  Personalmente, ansío que empiecen a vender burritos con siete capas de tortilla.

Helado de Pop Tart

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Esto es algo que podrías hacer tú mismo, así como muchos manjares de la comida rápida. Yo mismo podría hacer un taco-gofre en casa. También podría ponerle patatas fritas a una hamburguesa. No es tan difícil. Tengo manos con dedos y un cerebro para hacer que se muevan. Puedo usar esos dedos y ese cerebro para crear y experimentar con comida. El problema con esa actitud es que existe toda una industria llena de gente que vive para poner helado dentro de una Pop Tart. Ríete todo lo que quieras pero el sándwich de helado de Pop Tart es tan importante para la economía norteamericana como lo fue el motor de combustión interna.

El bocadillo Big Fat Fatty

Por 50 dólares (o un día de trabajo en un sitio de comida rápida + IVA), puedes comprar este bocadillo. Los siguientes ingredientes irán directos a tu paladar:

· Philly Cheesesteak

· Hamburguesa con queso

· Pastrami

· Chicken fingers

· Beicon

· Palitos de mozzarella

· Huevos fritos

· Jalapeños fritos

· Patatas fritas

· Aros de cebolla

· Carne con chile

· Salsa marinara

· Salsa "grasa"

Todo esto viene servido dentro de un pan de ajo de 69 centímetros. Estamos hablando de alimentos suficientes para alimentar a una familia de cuatro miembros durante una semana entera. Es un ecosistema, un equilibrio delicado. La sociedad americana ha creado una nueva cadena alimentaria. En la cima de ésta están los restaurantes, que ofrecen la comodidad, limpieza, precios baratos, y lo más importante, cantidad. En la parte inferior está el trabajador.

Si pagan a los empleados de comida rápida lo que se merecen, eso significa que el precio de la comida rápida tiene que subir, o la cantidad de comida tiene que bajar. Los trabajadores podrán comer comida sana, porque finalmente podrán comprarla. Los restaurantes dejarán de crear platos sinsentido para la gente de clase media como yo porque ya no serán capaces de ganar el mismo dinero que antes. La cadena alimenticia se derrumbará.

Es hora de hacernos una pregunta importante: ¿Podemos vivir en un mundo donde nosotros mismos podemos poner patatas fritas en nuestras hamburguesas para que otras personas puedan vivir una vida feliz y digna? Creo que sabéis la respuesta.

@dave_schilling