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Entrevista

Steven Woloshen: encontrando el ritmo entre la animación y la música

Steven Woloshen es el 'Miles Davies' de la animación de Montreal.
Capturas, vía

Steven Woloshen es un animador y cineasta que trabaja con una de las técnicas más particulares de la animación: la intervención de imagen cuadro por cuadro en película de celulosa de diferentes formatos. Woloshen, por medio de sus íntimas y apasionantes animaciones, logró transmitir el ritmo que genera una de las ciudades con mayor movimiento en relación con el arte, jazz y animación: Montreal.

Steven nos platicó de su proceso creativo conforme el ritmo que da a cada una de las partes: imagen, sonido y la interacción entre ambas. Además, también comentó sobre los problemas creativos que observa en las tendencias de la animación digital donde el uso “profesional” de las herramientas digitales puede crear una limitante en la libertad creativa de los nuevos cineastas o animadores.

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Woloshen, presentó sus películas en el festival Animasivo, además de dos talleres y un performance. Puedes deleitarte con la calidad de su trabajo y leer la entrevista, abajo.

Ghosts of Mexico city de steven Woloshen en Vimeo.

TCP- El ritmo es algo que define la animación. Los 12 cuadros, 24 cuadros por segundo que dan lugar a la estética y el ritmo natural de la animación. Tú trabajas mucho con jazz; la inspiración y la estructura de ritmo en tus animaciones parece esencial. ¿Cómo es este proceso en la creación de una animación?

Cuando trabajo con película, observo ahí la estructura real. Después, con la estructura impuesta en el sonido. Hay veces que hay sonido o no lo hay, como un espacio entre notas. Eso es lo que me gusta hacer con una película animada.  Tal vez estoy tomando la música nota por nota o frase por frase. Yo trato de trabajar con el ritmo como tal. El cine es ritmo y la animación tiene su propio ritmo. A veces, el escuchar una pieza musical hace sentir que se tiene que sincronizar lo más posible. Nada en la película se queda quieto por siempre como es con las palabras, por lo que a veces la película tiene su propio ritmo.  A veces hay una armonía entre lo que estás escuchando y lo que estás viendo y no necesariamente se tiene que añadir unas líneas vibrando al escuchar una trompeta en la música. Sobre todo si el cine genera su propia línea vibrante, como puedes ver algo cinemático cuando escuchas música.

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El trabajo físico de la animación puede durar tres o cuatro semanas, pero pensar el ritmo de la película es algo que yo tomo siempre en consideración. Por ejemplo, escuchando una pieza musical con mucha percusión ¿cómo presentar ése ritmo cinematográficamente? No hay ninguna regla sino simplemente dejar que las cosas respiren. Hay que dejar existir la parte musical por un lado como la parte cinemática por el otro, tratando de encontrar un lugar de armonía entre ambos.

Crossing Victoria de steven Woloshen en Vimeo.

Has dicho varias veces que las animaciones que más disfrutas son las que involucran las cosas que te rodean, además de que éstas funcionan como una liberación física. ¿Cómo empiezas una animación? ¿Tiene que ver con cómo tomas ventaja de circunstancias en ése momento específico? ¿Regresas a ideas específicas? ¿Sentido común tal vez?

Naturalmente respondemos al momento individual cuando eres redundante y repetitivo. Y, sin importar lo que hagas, siempre estás trabajando con la lógica del cuadro. Tienes que seguir la lógica del cuadro o la del color o la del espectro. Así que hagas lo que hagas, tienes una cierta cantidad de reglas que seguir. Creo que la única que no, es tal vez cómo, inesperadamente, una nueva pieza musical que acabas de escuchar detona algo importante en tu vida que deseas emplear en ése momento. Por ejemplo, puede parecer que el jazz no tiene nada que ver con casinos y con apostar. Yo hice una animación que los combinaba porque quería. Nada me dijo que un piano tenía una relación directa con cartas o con una ruleta , pero si me quedo con esa idea la relación aparece sola. Por eso si empiezo con algo arbitrario, me quedo con esta decisión específica para construir una narrativa.

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Lo llamo microtema. No es que tenga algo específico como flores y corazones, pero tal vez con el movimiento de ciertas líneas o la atención en un color en particular.  Hay una pequeña guía que te hace saber qué sucede.  Por ejemplo, para 1000 Plateaus mi decisión fue que la iba a hacer dentro de un coche. Entonces lo que el auto provocara, siendo el tema de la animación, tendría que ver con mi intervención en la película. En este caso tenía mapas a lado de mí y la forma de las líneas aparecen como algo específico en la película. Son como las reglas de un libro. Y cuando regresas a discutir la película, sabes el contexto de cada una de las figuras que aparecen como una forma de justificación para la misma.

1000 Plateaus (2004 - 2014) de steven Woloshen en Vimeo.

Parece que la tecnología y las técnicas digitales de animación están empezando a superar la intervención en película. Parece que es una decisión para los nuevos cineastas el trabajar interviniendo película. ¿Qué piensas sobre estas nuevas tecnologías y el romanticismo de este trabajo “plástico”? ¿Qué te hace continuar con este romanticismo?

Primero que nada, trabajemos con lo que trabajemos, la comunicación con la tecnología es fundamental. Dentro de la animación análoga siempre se necesita de la tecnología para visualizarlo. Por otro lado, lo que sí he visto es a la gente aburrirse por las decisiones que toman cuando son generadas por una computadora. A veces, los plugins de animación que tratan de simular la textura no son suficientes; son incomparables con la textura que puedes generar en la vida real. Esto es, probablemente, el único símbolo que tiene la gente para darse cuenta que hay un mundo allá afuera.  Otro problema con el mundo digital es que cuando trabajas en digital parece que estás forzado a contar una historia perfecta. Tienes a tu disposición todo para crear esa historia generando mucha presión para que esta sea perfecta.

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Es contraproducente al gusto por hacer la animación. A veces salirse del mundo digital y más en el proceso plástico o análogo te saca de la trampa que representa, tal vez, generar la manera perfecta en la que el personaje camina. Otra gran diferencia entre trabajar de forma análoga y con una computadora es que con la forma análoga no tienes la presión de ponerlo en tu cámara y grabarlo inmediatamente.

Algo que sí sucede cuando trabajas con una computadora: la urgencia de compartirlo. Y eso es un problema para muchas personas; que hay una urgencia por compartir sin pensar en las consecuencias. Es por esto que el ritmo de trabajo y el tiempo entre la creación y la distribución es muy diferente.

Puedes conocer más animaciones y trabajos de Steven Woloshen aquí.

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