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¿Pumas y Tigres, el nuevo clásico de la Liga MX?

Los partidos trascendentales y el "robo" de íconos de la afición son dos poderosos ingredientes para que dos equipos se declaren la guerra, desde luego, siempre deportiva. ¿Clásico o paternidad entre Pumas y Tigres?
La garra Puma materializada en el festejo de Gerardo Alcoba. Foto: Mexsport

A propósito del partido de cuartos de final de la CONCACAF Liga de Campeones de esta noche entre Pumas y Tigres, nos surgió una pregunta que ha estado rondando en nuestras mentes desde aquella final inmejorable del Apertura 2015. ¿Podría decirse que el choque entre Tigres y Pumas es el nuevo clásico de la Liga MX?

Hay razones de sobra para confirmarlo.

No sólo los aficionados de estas dos instituciones recuerdan la alucinante final de vuelta en el Olímpico Universitario hace poco más de un año; partido que quedó instalado como uno de los mejores en la historia de la liga. Después de todo, así es como debería jugarse, siempre, una final.

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Si Fidel Martínez hubiese conectado aquel centro al minuto 90, se habría concretado una de las volteretas más sorprendentes del futbol mexicano. Pero el hubiera no existe, y los Pumas vieron cómo el campeonato se les escapaba en la tanda de penaltis. Tigres alzaría el trofeo del Apertura en C.U. y daría inicio a una rivalidad deportiva con los del Pedregal.

Nadie, absolutamente nadie, puede soportar ver al rival ultrajar la casa de uno, mucho menos cuando se jugó con tanta entrega y lograste levantarte de tres goles en contra.

Después vendría la Liguilla del Apertura 2016, Pumas y Tigres se volvían a encontrar en la primera ronda, y la balanza de nuevo se inclinaría a favor de los de Nuevo León. El partido de vuelta en el Volcán sería una pesadilla, un verdadero infierno para los de la UNAM, quienes se llevaron cinco goles en contra —pudieron ser más— y fueron eliminados de octavos.

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En ese entonces, el cuadro auriazul había terminado el torneo regular como el peor visitante; Tigres quedó en el tercer lugar general de la tabla, pero sólo había cosechado 13 puntos como local. Al final del día, todo esto se olvidó después de la lluvia de goles. Ismael Sosa, quien había sido pieza clave en el funcionamiento auriazul, tenía poco de haber fichado, precisamente, para el club de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Se perdona pero no se olvida. Foto: Mexsport

Golpe bajo para los Pumas y una razón más para odiar al cuadro regiomontano.

Los partidos trascendentales y el "robo" de íconos de la afición son dos poderosos ingredientes para que dos equipos se declaren la guerra, desde luego, siempre deportiva. Algunos argumentarán —para nada equivocados— que más que un clásico se trata de una paternidad; Pumas no ha podido humillar a Tigres de la misma forma en años recientes. Sin embargo, para ello se necesita que estas dos instituciones acumulen más historia entre los dos, y algo que podría inclinar la balanza a favor de los Pumas es la eliminatoria de la Concachampions de esta noche.

Si los auriazules pueden dar un golpe de autoridad en el Volcán y cerrar satisfactoriamente la eliminatoria en C.U. —donde se han lucido ante su afición y siguen invictos— la próxima semana, tal vez la respuesta a esta cuestión podría revelarse poco a poco ante nuestros ojos. Por lo mientras, una nueva edición de este quasi clásico nos espera esta noche.