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Dos Anjos vs. Ferguson: Sin oportunidad para retirarse

Rafael dos Anjos y Tony Ferguson son dos peleadores que presionan al oponente y se rehusan a dar espacio, pero este fin de semana uno de los dos tendrá que ceder.
Photo by Cooper Neill/Zuffa LLC

La profundidad de la división de peso ligero puede darle problemas a los peleadores para mantenerse a salvo. Sólo en las 145 libras un peleador puede pasar de ser considerado como el mejor peleador de la división a ser un peleador promedio en pocos meses. Pregúntenle a Anthony Pettis, víctima de Rafael dos Anjos. Al derrotar a Benson Henderson, Pettis y Donald Cerrine entre 2014 y 2015, dos Anjos parecía ser el que dominaría la división durante muchos años. Luego llegó Eddie Alvarez para quitarle el cinturón y su lugar en la cima. Después de calcular mal sus golpes, el peleador acostumbrado a ser el que presiona en sus combates fue enviado al suelo.

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Pero este fin de semana, Rafael dos Anjos regresa a la acción contra Tony Ferguson, quien está montando una racha de ocho victorias y que es un oponente fantástico para el brasileño. Rafael dos Anjos contra Eddie Alvarez es una pelea interesante porque estamos hablando del peleador más abrumador y metódico contra uno que hace su mejor trabajo golpeando con fuerza y circulando la jaula. así que son polos opuestos en cuanto a estilo pero cada uno es experto en lo suyo. Ferguson y dos Anjos además presentan una pelea interesante ya que en teoría son bastante similares, pero en la práctica no podrían ser más diferentes. Ambos son peleadores que presionan a su oponente, pero mientras que dos Anjhos es paciente y metódico, Ferguson siempre pelea lleno de energía. Uno quiere presionar para marcar el ritmo y obligar al contrincante a agotarse al trabajar de más, mientras que el otro acelera el paso y hace que el contrincante intente seguirle el paso.

Un ejemplo perfecto de la presión que lleva Ferguson a la jaula la encontramos en su pelea contra Edson Barboza. Barboza es un pateador espectacular y así las estrategias para evitar patadas son clave para enfrentarlo, al quedarse demasiado cerca o lejos como para que lance sus patadas todo el tiempo. A Ferguson no le importó mantenerse muy lejos y se adelantó para conectar a Barboza en los primeros momentos de la pelea. Usando agresividad constante, Ferguson logró ponerse a trabajar para lastimar a Barboza antes de que pudiera armar sus combinaciones. Sucedió lo mismo contra Josh Thomson, a quien Ferguson derrotó presionando y conectando patadas frontales al cuerpo y codos durante tres rounds, durante los cuales Thomson cayó ante la presión y ritmo de Ferguson.

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Rafael dos Anjos es un peleador que utiliza presión clásica, presión que ocurre entre intercambios y es producto de la amenaza que causan los golpes. Mientras que Ferguson tiene un ritmo acelerado, mucho de lo que hace dos Anjos es construir la anticipación de la acción y obligar a que su oponente lance golpes torpes. Dos Anjos se preocupa más por la destreza en el ring y su lugar en la jaula que Ferguson. En cualquier pelea de "Cucuy" lo podemos ver adelantándose y pasándose de largo frente a su oponente sólo para dar la vuelta y caminar de nuevo hacia delante. Rafael dos Anjos casi nunca tiene la espalda contra la jaula, y no retrocede demasiado alejándose del centro del octágono. Dos Anjos intenta poner a su oponente cerca de la jaula y obligarlo a moverse, correr o atacar de manera torpe. Cuando lo logra, lanza contras e intenta tomarlos por las caderas cuando su guardia está demasiado arriba. Si sólo circulan los conecta con la patada alta de izquierda, el gancho de derecha, golpes al cuerpo o volados, esperando que ataquen de regreso. Moverse hacia delante pero peleando a la contra, es uno de los estilos más difíciles de aprender en el boxeo pero tal vez es el estilo responsable de más finalizaciones debido al ritmo que toma el oponente y a que castiga cualquier error.

Uno de los detalles más interesantes de la pelea es la tendencia de Ferguson de darle al oponente espacio en la jaula, adelantándose hacia la jaula y luego pasándolos de largo terminando en una posición mala en la jaula. La duda siempre ha sido cómo es que funcionará su estilo contra un luchador que presiona y que lo colocará contra la jaula si se le presenta la oportunidad (como sucedería en la esperada pelea contra Khabib Nurmagomedov) o un peleador que tiene mucha destreza en la jaula y que lo castigará o atrapará contra la jaula cuando cometa este error. Los fans se enfocan en los ataques giratorios y golpes vistosos cuando se refieren a las ocasiones en las que la actitud aventurera de Ferguson lo ha puesto en peligro, pero contra la élite de la división es más probable que sea su despreocupación en cuanto a su posición en la jaula lo que le cause problemas.

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El alcance de Ferguson y su precisión son de sus más grandes ventajas, incluso si su estilo de golpeo es poco ortodoxo. Dos Anjos tuvo dificultades para esquivar los golpes rectos de Pettis, o los contras de Eddie Alvarez. Y aunque Ferguson es bueno a la distancia, la mano que Ferguson siempre lleva abajo le podría dar problemas.

Sin embargo, el valor que Ferguson le da a los codos podría ser una herramienta significativa contra dos Anjos. Siendo un peleador que emplea presión, dos Anjos puede recibir golpes. Discutimos el valor de los codos y el peligro de estar cargando los golpes cuando analizamos las técnicas de Ronda Rousey en Destronando a la Reina. Pero la cuestión de un golpe es que una vez que ha conectado, y si no logra hacer trastabillar al que lo recibe, éste podrá estar demasiado cerca de ti, no obstante, los codos son diferentes ya que no es necesario un nocaut cuando buscas causarle un corte a tu oponente. Todo se complica cuando tienes sangre en el ojo.

Un ataque lineal que le da problemas a dos Anjos fue la patada frontal que lanzaba Donald Cerrone. La misma que usó Ferguson para lastimar a Josh Thomson.

No hay manera de saber lo que podemos esperar de Ferguson cuando dos Anjos lo presione. Incluso aunque Ferguson no tenga el nivel de disciplina que Dominick Cruz y Eddie Alvarez al circular y cambiar de dirección, podría beneficiarse de patadas cortas como las que lanzó Alvarez.

Tal vez la mejor decisión que podría tomar Ferguson para la pelea pudo ser intentar construir un campamento de entrenamiento enfocándose en su preparación, para después reclutar la ayuda de Eddie Bravo y algunos estudiantes de su campamento. Contra Danny Castillo, Ferguson tuvo problemas al quedar atrapado de espaldas pero en los últimos años su guardia ha sido cada vez más ofensiva. Ya no somete a sus oponentes con estrangulaciones de triángulo y barras de brazo, pero es lo suficiente amenazador como para salirse de la posición inferior. Mientras que a dos Anjos le encanta el golpeo de pie, una vez que ha derribado a alguien, se mantiene arriba hasta el final del round si puede. Dos Anjos tuvo mucho éxito al neutralizar la guardia tradicional de Nate Diaz y Anthony Pettis, así que tal vez la guardia de hule y los codazos de Ferguson le permitan causar más castigo desde la guardia sin quedarse inmóvil y recibir tantos golpes como los antes mencionados.

Cuando se enfrentan dos peleadores que buscan lo mismo, en este caso es que su oponente retroceda y se agote, podemos ver una pelea sangrienta. Ninguno de los dos se alejará de sus mejores técnicas y peleará por tener un centímetro de ventaja hasta que el otro conceda un poco de posición o ritmo y así comenzar a presionar más. A menudo cuando se enfrentan dos peleadores que quieren lo mismo, uno revela que ha pasado mucho tiempo entrenando algo completamente diferente a lo que hacía antes. Algo fuera de lo ordinario. Si el oponente ha entrenado para una guerra, y el otro decide danzar para esquivar ataques, puede darle al primer peleador exactamente lo que está buscando o puede hacerlo entrar en pánico. La pelea entre Ferguson y dos Anjos tiene todo para ser una guerra llena de acción, una batalla en el suelo o una clínica de golpeo, y llegar a ser una de las mejores peleas del año. Si es que logra cumplir aunque sea la mitad de las expectativas que se tienen sobre ella nos la vamos a pasar bien.