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kyle shanahan

Por un momento, estuvo perdido el plan de juego de los Falcons para el Super Bowl

Y no. No se lo robaron los Patriots.
Photo by Kirby Lee-USA TODAY Sports

Hay muchas cosas en la cabeza del coordinador ofensivo de los Falcons de Atlanta, Kyle Shanahan. Está el pequeño asunto del Super Bowl del domingo, para el cual debe diseñar un plan de juego para vencer a la defensiva de Nueva Inglaterra -la que concedió menos puntos en toda la NFL esta temporada-, y hacerlo de forma tan capaz que pueda derrotar a los Patriots.

Pero, además de eso, está el tema de que posiblemente sea el próximo entrenador en jefe de los 49ers de San Francisco. Una vez que termine el Super Bowl, es probable que Shanahan se quede con el puesto. De hecho, el trabajo es asi tan suyo que la única duda que queda es si él lo rechaza.

No faltaron preguntas sobre su futuro, tanto en lo inmediato como a largo plazo, en el Opening Night del Super Bowl. Bajo todo ese escrutinio, es entendible que Shanahan no no esté del todo alerta a lo que pasa su alrededor. Por supuesto, cuando tu plan de juego para le Super Bowl lo traes en la mochila, lo llevas contigo a todos lados, incluyendo la atención a la prensa. Vamos, lo traes adherido a tu persona. No vaya a ser el diablo.

Pero cuando Shanahan emergió de entre la nube de periodistas la noche del lunes, se dio cuenta que ya no tenía consigo la mochila. Sí, la mochila que adentro trae la clave con la que los Falcons pretenden ganar el Super Bowl. Buscó frenéticamente por todo el campo del Minute Maid Park por 15 minutos mientras que miembros del equipo de seguridad revisaban una mochila que se había quedado abandonada cerca del lugar.

A los Patriots se les conoció en los años del Spygate por robarse los planes de juego de los rivales, aunque eso les requería el trabajo de meterse al vestidor del rival. Ese no parece ser el caso aquí, a menos que el columnista del San Francisco Examiner, Art Spander, pertenezca a una célula durmiente de Bill Belichik. Por equivocación, el escritor se había llevado la mochila de Shanahan y había dejado la suya.

Todo el proceso tomó media hora en la que el coordinador ofensivo se apanicó, por decir lo menos. En un texto para el USA Today después, reflexionó sobre los horrores que pudieron haber ocurrido. "Eso habría sido malo", escribió Shanahan.