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la kloppmanía

¿Qué ha ganado el Liverpool bajo el mandato de Klopp?

En un sentido tangible, muy poco. Afortunadamente, el valor de Klopp se extienda más allá de los palpable.
PA Images

Jürgen Klopp es sumamente alemán. Jürgen Klopp se echar a reír sin razón alguna. Jürgen Klopp pronuncia sinsentidos en un tono que nos incita a reír, y lo hacemos porque es Jürgen Klopp. Jürgen Klopp siempre enérgico sobre la banda y con la mandíbula tensa como si se tratase del último trabajador en irse de la oficina un viernes por la noche.

Así es un día cualquiera en la vida de Jürgen Klopp como director técnico. Así es su personalidad, caricaturesca. Los fans del Liverpool la aman, y en realidad tiene sus encantos. Su aire triunfal relajado le ha sumado seguidores más allá de Merseyside; es el entrenador del Liverpool favorito de todo fan neutral, el opuesto conceptual de Graeme Souness.

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Sin embargo, ¿qué tiene el Liverpool para presumir en los ocho meses bajo las órdenes de Klopp? En un sentido tangible, muy poco. La derrota de ayer en la final de la Europa League dejó su temporada con cero trofeos. A pesar de su recorrido hasta la final con impresionantes victorias sobre el Manchester United, Borussia Dortmund y Villareal, el cuadro de Klopp fue derrotado sólidamente por un Sevilla dinámico. Los seguidores que viajaron a Basilea debieron sentir un abrumador déjà vu en el silbatazo final, al haber experimentado el mismo desaliento en la culminación de su campaña de la League Cup en febrero.

Si las dos derrotas en finales para el Liverpool han sido viscerales y devastadoras, su campaña en liga ha sido un caso imposible. Los "Reds" terminaron en la octava posición, perseguidos por la falta de firmeza a lo largo de la temporada. Aunque sus actuaciones y resultados sí mejoraron un poco en las últimas semanas de la temporada, rara vez amenazaron con colarse a los puestos de competencias europeas. En general, los últimos ocho meses han sido definidos por las decepciones del equipo. En la cancha, las cosas han sido dolorosas y nada memorables.

El Liverpool tendrá que soportar su cuarta temporada consecutiva sin un trofeo // PA Images

Estos son los resultados tangibles del corto período de Klopp en el cargo. Mientras que una temporada tan poco abrumadora sería una acusación condenatoria para otros entrenadores, la temporada del Liverpool no parece haber dañado el puesto de Klopp. Existe una buena razón para esto. Su eufórica personalidad sin duda ha ayudado a distraer a las personas de los fracasos de su equipo, ya que hay entrenadores menos afables que reciben críticas de comentaristas, columnistas y seguidores.

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La habilidad para desviar las críticas es una posesión favorable. Es un talento que Klopp tiene en abundancia, en contraste con su predecesor técnico. La retórica corporativa sin sustancia de Brendan Rodgers dejó a los fans del Liverpool frustrados, al mismo tiempo que absorbió todo el carisma y la confianza del club. En comparación, el valor intangible de Klopp comienza a ser obvio.

Klopp no sólo se enfrentó con una crisis de confianza cuando llegó a Merseyside. Es casi imposible juzgar a un hombre que tuvo que lidiar con un jugador no deseado con valor de 32.5 millones de libras, Christian Benteke, y que tuvo que darle minutos a un Kolo Toure a punto de jubilarse conforme la temporada fue avanzando. Varios miembros del equipo —José Enrique el más sobresaliente— parecen haber justificado su inclusión solamente por su presencia en redes sociales. En su última temporada y media, Rodgers (y el infame comité de transferencias) había formado un grupo de costosos inadaptados; un equipo desigual con muy pocas posibilidades de ser exitoso.

El hecho que Klopp haya conducido a esa misma escuadra hacia dos finales es un milagro menor. Tal vez hayan tropezado en su último obstáculo, pero por derecho no debieron estar en la competencia para nada. El Liverpool no tiene algo para presumir por los esfuerzos de Klopp en términos de trofeos, pero Klopp ha logrado moldear una errática colección inconformistas, ineptos y mediocres crónicos en algo que da la impresión de ser funcional. Puede que no haya producido tantos resultados tangibles, pero ha hecho su mejor esfuerzo con lo que tiene.

En esto reside el valor real del Klopp para este club. Si puede lograr conformar una equipo semi-coherente como el de Simon Mignolet, Dejan Lovren y Joe Allen, imaginen lo que podría hacer con un equipo diseñado por él mismo. Esta temporada no ha sido para recobrar los bienes materiales, sino para restaurar el sentido de esperanza y optimismo entre los fieles fanáticos de Anfield. Las fechorías de Klopp, su humor, y su encantadora honestidad han sido cruciales para sacar a flote el espíritu de los seguidores. Está más que dispuesto a vivir como el personaje que se ha creado con tal de darle a los fans un motivo para alentar.

Ahora, Klopp tiene su primera oportunidad real para moldear la escuadra a su imagen. Aunque tomará un par de ventas y compras en la ventana de transferencias para ver su valor real, este verano representa el verdadero inicio de su reinado. Es el tiempo preciso para adquirir jugadores capaces de jugar con su estilo de futbol, y para deshacerse de algunos con los que ha tenido que trabajar a fuerza hasta el momento. Añade jugadores de calidad a un ambiente de optimismo y hermandad, y tendrás como resultado la "Kloppmanía".

@W_F_Magee