Descanse en Paz, Ralph Branca: su vida fue más que un lanzamiento

Ralph Branca tuvo una larga vida. En 1947, fue ganador de 21 juegos con los Dodgers de Brooklyn, pero es mejor recordado por un lanzamiento que hizo en un juego de eliminatoria cuatro años más tarde, una bola rápida que el segunda base de los Giants de Nueva York, Bobby Thompson convirtió en el "batazo escuchado alrededor del mundo". Branca murió el martes pasado a los 90 años. Su historia de vida fue tan simple como un lanzamiento errante y tan compleja como un hombre que va a la horca por un crimen que no cometió. Al final hubo algo así como magia: los historiadores trataron de hacer de Branca un mártir del beisbol, pero no lo permitió.

La imagen de Branca en el Polo Grounds, llorando, se encuentra en la corta lista de las fotografías más devastadoras en la historia del beisbol. En ese momento, los Giants estaban a punto de ir a la Serie Mundial para enfrentarse a los Yankees de Nueva York y los Dodgers se fueron a casa. Hay una serie de estas imágenes, y de alguna manera el mirarlas se siente más perverso que los tipos más malignos de voyerismo —como asomarse a través de las rendijas de unas persianas o ver fotos de celebridades—. La foto de Branca es franca y directa, lo que la hace aún más difícil de tomar. Nadie necesitaba ver a un hombre de 25 años de edad llorando así.

Lo que realmente necesitaban era la confirmación de que se sentía mal, que había reaccionado adecuadamente a lo que hasta ese momento era una de las pérdidas más devastadoras del deporte. Y el muchacho lo hizo. Pero Branca vivió durante otros 65 años, tiempo suficiente para definir su vida desde ese terrible momento. Pensar en la vida que siguió como una versión en cámara lenta del discurso del "hombre más afortunado" de Lou Gehrig: Branca tuvo la fuerza interior para ser más que ese terrible episodio que le había sucedido.

Después del partido, Branca, un hombre religioso, le preguntó al reverendo Pat Rowley, "¿Por qué yo?"

"Ralph", el sacerdote jesuita le dijo: "Dios te eligió porque sabía que serías lo suficientemente fuerte como para soportar esta cruz".

No fue hasta la década de 1990, en una historia confirmada este siglo por Joshua Prager, que se reveló que los Giants tenían un sistema elaborado para robar señales en el home. Su agente era Leo Durocher, que hacía este tipo de cosas; en su época de jugador con los Yankees, había sido sospechoso de tomar objetos del club, hurtando cosas como el reloj de Babe Ruth; su vida continuó en esa dirección. Sin embargo, robando señales o no, Thompson había matado a Branca ese año, logrando .385 con un triple y tres jonrones. ¿Cuánto de eso fue habilidad y cuántos de esos lanzamientos nunca serán conocidos? Realmente es difícil ver lo que el conocimiento añadiría; Thompson todavía tenía que ejecutar incluso sabiendo que venía un lanzamiento. (El sistema existía, pero de hecho la ofensiva de los Giants disminuyó después de que fue instalado). Una vez Branca fue informado de que los Giants estaban robando señales, decidió sentirse como si le hubiesen robado, y si eso es lo que necesitaba para estar en paz, entonces es difícil discutirlo con él. En cualquier caso, la culpa no debe tener parte en la discusión.

Bueno, tal vez tuvo un poco de culpa, y no sólo para Durocher, también para el agente de los Dodgers, Chuck Dressen. Branca nunca debió de haber estado en ese juego en primer lugar. Demonios, eso nunca debió de haber sido un juego en primer lugar. El sábado 11 de agosto, los Dodgers estaban 70-36 lo que llevó a los Giants al segundo lugar con 59-51 en 13 juegos y con 48 partidos para la final. Era un muy buen equipo, un equipo de veteranos, y la carrera por el banderín de la Liga Nacional debía haber terminado. En ese momento, Durocher alineó a su equipo, ayudando a una de las grandes carreras de cierre en la historia del beisbol, con un final 37-7. Los Dodgers terminaron 26-22, lo que difícilmente era un colapso, aunque en realidad no cuentan la historia completa: a pesar de la racha histórica de Nueva York, el 20 de septiembre Brooklyn siguió siendo dirigido por 4,5 con 10 partidos por jugar. Pero los Dodgers también estaban en un estado de negación, quejándose de que los Giants realmente no eran tan grandiosos y que el niño Willie Mays, del que todos hablaban, estaba sobrevalorado. Entonces los hombres de Durocher los superaron, ganando siete veces consecutivas para terminar el calendario.

Los dos equipos estaban empatados, lo que provocó un desempate de tres juegos. Puntos de la acusación de Dressen /exculpación de Branca: Los Dodgers ganaron el volado de la ventaja de local. Dressen dijo, no, vamos a jugar el Juego 1 en casa y los dos siguientes en el camino. En el Polo Grounds, —el lugar en el que incluso entonces la gente pensaba que algún robo de señal había estado ocurriendo— que también fue el lugar donde los Dodgers habían conseguido 5-6 durante la temporada regular.

Al igual que cualquier gangster condenado a muerte en una vieja película en blanco y negro, Branca no se acobardó. Esto hace que sea aún más significativo el que haya superado sus errores. Los jugadores han visto sus vidas acosadas o directamente destruidas por momentos así: pensar en Fred Merkle esquivando el apodo "Bonehead", o Donnie Moore quitándose la vida antes de casi asesinar a su esposa. Branca logró superar sus malos momentos, en un sentido más activo que pasivo. Branca lanzó por cuatro temporadas más antes de retirarse, luego siguió adelante cuidando no sólo de su familia, sino como presidente del equipo de beisbol de Alumni.

Había dejado de preguntarse "¿Por qué yo?" para entonces moverse al mundo más amplio del "¿Por qué él?" el primer paso hacia la empatía. Probablemente siempre la tuvo, pero tal vez fue provocada por ese momento humillante en el Polo Grounds que se convirtió en una parte importante de la vida de Branca. Nadie puede saber estas cosas. Branca y Thompson se hicieron buenos amigos, antes y después de que la historia de engaño se rompiera. Eso también fue un acto de magnanimidad. Ningún hombre debería tener que soportar la carga de ser un héroe solo, pero más que eso, en compartir el momento con Thompson, Branca eliminó el aspecto vencedor/vencido que existía, después de todo, sólo era una historia del deporte. Thompson podría regocijarse en su victoria sin la sensación de que su logro fue la derrota de otro.

Este es uno de los gestos más generosos e imaginables que definen la vida de Branca, mucho más que un lanzamiento en un juego. El dejar atrás sus errores con el club y no sólo superar su sufrimiento, sino primero superando la tristeza y encontrando gracia para si mismo, y luego convirtiéndola en un regalo hacia los demás. Branca es recordado por lanzar la bola que le ganó la derrota, pero fue un hombre mucho mas grande que eso.