Doc Rivers y las mejores expulsiones de entrenadores

Un entrenador es el capitán del barco. La figura paterna de muchos jugadores y el guía de muchos más. Es quien dice qué hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. Es el responsable de que los jugadores estén al cien por ciento cada partido y si no lo están, es el responsable de llevarlos ahí o de sentarlos hasta que lo estén. Es quien conoce los límites de los que juegan a su mando y sabe cómo llevar a todos ahí. Un buen entrenador debe reconocer si un jugador funcionará o no en su sistema así como si un jugador responde mejor con regaños y humillaciones o con felicitaciones y cumplidos. Él es la cara del equipo, si algo sale bien será su culpa y si algo sale mal todos buscarán su cabeza. Todo jugador debe saber que su entrenador estará ahí para hacerle el paro en cualquier cosa y por lo tanto, no debe sorprendernos que de repente pierdan la cabeza queriendo defender a su equipo.

Este miércoles, Doc Rivers de los Clippers fue expulsado y todo acabó pareciendo una madriza afuera de un antro en la que cuatro amigos intentan agarrar a su amigo malacopa para que no se le aviente a alguien más. En este caso, ese alguien más eran los árbitros.

¿Lindo, no? Pues bien, para qué parar ahí cuando podemos revisar algunas de las mejores expulsiones de entrenadores que han sucedido.

Sigamos con el ex jugador y ahora entrenador de los Bucks de Milwaukee, Jason Kidd, quien se disgustó cuando el árbitro le aplicó la de "es mi balón y ya me quiero ir", no encuentro otra explicación lógica para lo sucedido.

Aquí tenemos a Gregg Popovich de los Spurs de San Antonio quien ya sabía que lo iban a expulsar porque fue a mentársela al árbitro muy cerca de la salida hacia los vestidores. Popovich siempre ha sido un entrenador que dice lo que quiere cuando quiere sin importarle nada y esto sólo refuerza la imagen que hay de él.

Nadie sabe qué fue lo que dijo pero no olvidemos que el culpable de su expulsión fue Joey Crawford, responsable de expulsar a Tim Duncan por reírse en la banca así que tal vez Nelson estornudó y ya.

Phil Jackson tiene más campeonatos que ningún otro entrenador y también tiene el unicornio de las faltas técnicas. Es decir, algo casi imposible de ver, una expulsión que no sólo se canceló sino que acabó restándole tres puntos al equipo contrario. Esto ocurrió en un duelo entre Golden State (años antes de Curry) y los Lakers de Los Ángeles.

No olvidemos que el culpable de su expulsión fue Joey Crawford, responsable de expulsar a Tim Duncan por reírse en la banca así que tal vez Nelson estornudó y ya.

Phil Jackson tiene más campeonatos que ningún otro entrenador y también tiene el unicornio de las faltas técnicas. Es decir, algo casi imposible de ver, una expulsión que no sólo se canceló sino que acabó restándole tres puntos al equipo contrario.

Es un poco decepcionante que sean así de grises las expulsiones de entrenadores profesionales. Es por eso que tuve que incluir a algunos colegiales que sabían lo que estaban haciendo.

Pat Knight de Texas Tech se dio cuenta que si el árbitro no viene a ti para gritarle en la cara, hay que ir al árbitro para gritarle en la cara.

Quiero asumir que la gritada fue por marcar una falta al revés, normalmente se le marca a quién la hace y no a quién la recibe pero quién soy yo para juzgar.

Y para terminar y mostrar que la genética sí afecta, tenemos el papa de Pat Knight, el legendario entrenador de la Universidad de Indiana quien nos muestra que las acciones hablan más fuerte que las palabras. Aquí está Bob Knight con su ya clásica innovación en el juego de sillas musicales para mostrar su desacuerdo con una decisión arbitral.

Ahí los tienen, si así no logras que tus jugadores den todo por ti en la cancha, no sé cómo.