El mediocampista brasileño Lucas Silva puede haber jugado su último partido en la derrota del Marsella contra el Mónaco en abril de este año. El joven jugador propiedad del Real Madrid, y de quien se esperaba fuera parte del recambio generacional en la parte baja de la media cancha, se enfrenta a la disyuntiva que ningún deportista quiere enfrentar: el retiro prematuro.Al parecer durante los exámenes médicos de rutina en su préstamo al Sporting Lisboa para la próxima temporada descubrieron una condición cardiaca que pone en riesgo su carrera en la cancha. Los trascendidos informan no especifican el padecimiento pero aseguran que no pasó los exámenes médicos. No hay confirmación oficial, pero en su bio de Instagram hay un nuevo mensaje que dice: "Luché en el buen combate, acabé mi carrera, mantuve la fé" (2Tm4).El club blanco apenas había anunciado su préstamo hace unos días. Las expectativas en Madrid quedaron incumplidas y el año pasado jugó con el Marsella —poco, solo saltó al campo en 22 partidos del equipo celeste—, y ahora le buscaban acomodo con opción a compra en Portugal.De confirmarse el retiro, es una pena que haya acabado su carrera así.