La primera película de deportes nominada a los Oscars

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Hace 87 años, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos (AMPAS) anunció que había decidido recompensar a los profesionales de su sector con una serie de galardones anuales. La ceremonia de los llamados Premios de la Academia rápidamente se convirtió en un evento extremadamente popular en todo el mundo…

…aunque probablemente la conocerás mejor si te digo que todo el mundo la conoce como los Oscars.

El mundo del deporte ha tenido también su papel en el universo del cine, y las artes marciales han ocupado un espacio central en esta relación. En Asia, las técnicas de lucha tradicional se convirtieron en sujeto para una riquísima filmografía; en Occidente, la épica de la lucha también consiguió grandes éxitos en la taquilla.

En el caso de los Oscars, la mayor parte de las películas que han conquistado nominaciones o premios tienen que ver con el boxeo. La más conocida sin duda es Rocky, que en 1976 consiguió hasta 10 nominaciones y ganó tres Oscars a la mejor película, mejor director y mejor montaje. El filme británico Chariots of Fire, de 1981, y la película de Clint Eastwood Million Dollar Baby, de 2004, también consiguieron el preciado premio a la mejor película del año.

Muchas otras películas de temática deportiva recibieron nominaciones a los premios. A mí, sin embargo, me gustaría homenajear la primera que tuvo ese honor: hay que remontarse a 1931 para encontrarla. Llevó por título The Champ… y sí, iba sobre boxeo.

La película, filmada en plena Gran Depresión, fue dirigida por King Vidor y contó con las actuaciones de Wallace Beery, Jackie Cooper, Irene Rich y Rosco Ates, entre otros. El filme trata sobre la vida de un antiguo gran campeón del boxeo en plena decadencia, hundido en la desidia —y con severos problemas de alcoholismo para acabarlo de rematar.

La vida de Andy The Champ Purcell gira en torno a su hijo Dink, un chico que, pese a los problemas su padre, lo respeta y ama profundamente. La ex esposa de Purcell, Linda Charleton, le deja debido a su alcoholismo: a partir de ahí, tanto el boxeador como su hijo intentan subsistir como pueden a pesar de los problemas económicos que padecen.

Tras una serie de acontecimientos rocambolescos con una fuerte carga sentimentaloide, Purcell termina peleando con un boxeador mexicano. The Champ consigue vencer, pero al acabar el combate se desvanece ante su hijo. Mientras le llevan en camilla al camerino, Purcell pide a su hijo que vuelva con su madre y muere en ese momento.

Dramón, ¿eh?

La película es bastante exagerada incluso para el estilo de actuación de aquella época. Hoy en día, este tipo de conflicto —el ex famoso que lo pierde todo y debe comenzar de cero para reconstruir su vida— está tremendamente sobreexplotado, pero en su época el filme fue un gran éxito: tuvo tragedia, reconciliación y amor. The Champ, de hecho, se considera una de las películas más tristes en la historia del cine.

De acuerdo a los críticos, la actuación de Wallace Beery fue prodigiosa: tanto, que lo llevó a ser nominado —y posteriormente premiado— por la Academia como mejor actor. The Champ también recibió el premio a mejor guion.

El director de la película, King Vidor, recibió un premio honorario por su aportación a las artes cinematográficas tres años antes de su fallecimiento en 1982. El actor principal del filme, Wallace Beery, se convirtió en uno de los artistas de referencia de su generación: a lo largo de sus 36 años de carrera, Beery apareció en más de 250 películas.

The Champ fue la película más exitosa sobre boxeo en los Estados Unidos hasta que se filmó Rocky; a día de hoy, de hecho, se han hecho dos 'remakes' a partir del guion original. Ninguna versión, sin embargo, ha alcanzado tanto éxito como la que dirigió Vidor… probablemente por un tópico tremendamente manido: en el mundo del cine, segundas partes (casi) nunca fueron buenas.

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