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en realidad se llama amuneke

Petardos: Emmanuel Amunike, el 'campeolón' que apadrinó a Luis Enrique

El centrocampista Emmanuel Amunike llegó a ser campeón olímpico con Nigeria, pero en España se le recuerda más por su pobre rendimiento con el FC Barcelona... y por sus inolvidables saques de banda, por supuesto.
Imagen vía Reuters

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Inauguramos una nueva sección dedicada a los Petardos más entrañables y lo hacemos a lo grande, con uno de los paquetes más ilustres de la historia reciente del FC Barcelona: Emmanuel Amunike (25 de diciembre de 1970: Eze Obodo, Nigeria).

Conocido por… ser el padre de Luis Enrique (?)

Corría 1996 y el FC Barcelona estaba en plena reconstrucción tras la traumática salida de Johan Cruyff, destituido poco antes de finalizar la temporada. ¡Adiós, Dream Team, adiós!, se entonaba en la Ciudad Condal.

¿Qué hacer para contentar al socio? Pues lo de siempre: gastarse una millonada en fichajes. El presidente Josep Lluís Nuñez trajo a Barcelona a buenos jugadores como Laurent Blanc, Pizzi, Vítor Baía o Luis Enrique, actual técnico azulgrana, para la temporada 1996-97. También llegó toda una leyenda: Ronaldo —Nazário, claro—.

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Entre las incorporaciones se coló una petición de Sir Bobby Robson, un técnico que solo duró una temporada en el banquillo azulgrana. Un nigeriano desconocido aterrizó en la Ciudad Condal avalado por una curiosa habilidad: sus saques… de banda.

Ese era Emmanuel Amunike, un centrocampista ofensivo bajito y veloz procedente del Sporting de Lisboa de quien el técnico inglés llegó a decir que era "el Ryan Giggs africano". Je.

Amunike compartió vestuario con auténticos cracks como Ronaldo y se llevó dos Ligas y dos Copas como jugador del Barça. Imagen vía Reuters

La cosa se torció, sin embargo, y la frase que más caló fue la que la afición rival —especialmente la del Real Madrid— le dedicó a modo de burla en los estadios a los que viajaba el Barça: "Luis Enrique, tu padre es Amunike". El canto se hizo más grande que las cualidades del futbolista, que se pasó en blanco la mitad de su estancia en Barcelona.

De hecho, ni la cancionita iba dedicada a él. Era más una manera de meterse con Luis Enrique, que esa misma temporada había abandonado al Madrid por el eterno rival. Hace unos años, cuando era entrenador del Barça B, el asturiano compartió su opinión sobre el asunto en Twitter:

Lo de LE tu padre es Amunike además de racista es poco original, a mi entender. Casi me gusta mas lo de Tassoti.
— LUISENRIQUE (@LUISENRIQUE21) October 17, 2010

NOTA: En el tema de Mauro Tassotti, el actual técnico azulgrana se refería a la 'caricia' que le propinó el futbolista italiano en el Mundial de 1994 y que le provocó una fuerte hemorragia.

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El cántico, por cierto, aún no parece haber caducado: la pasada temporada, en su primera aparición en el Santiago Bernabéu como entrenador del primer equipo del Barça, Luis Enrique volvió a escuchar la misma cantinela. El 2 de enero de 2016, la afición del RCD Espanyol repitió los cánticos en Cornellà-El Prat y la LFP lo denunció a la Comisión Antiviolencia.

El campeolón que se reía de sí mismo

La anécdota con Luis Enrique no fue la única que dejó Amunike, que en total disputó 19 partidos con el Barça y marcó un único gol. Mítica fue la celebración de la Copa del Rey de 1998 en la Plaza Sant Jaume. El nigeriano, sin duda un tipo muy simpático, acuñó un grito que ha pasado a la historia de los gazapos en el fútbol español: "¡Campeolones, campeolones, oé, oé, oé!".

Vestido de azulgrana se llevó siete títulos —aunque vio la mayoría de partidos desde la grada por culpa de las lesiones—: dos Ligas (1998 y 1999), dos Copas del Rey (1997 y 1998), una Recopa de Europa (97), una Supercopa de Europa (97) y una Copa Catalunya (2000).

Ojo, no obstante, con Amunike, porque antes de llegar al Barça era un futbolista bastante bien considerado. En Portugal había metido 17 goles en 51 partidos vistiendo la camiseta del Sporting de Lisboa; con su selección, Nigeria, había logrado la clasificación para el Mundial de 1994 y había ganado la Copa África… con dos goles suyos en la final frente a Zambia.

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En 1996, Amunike también ganó el oro olímpico en los Juegos de Atlanta. En la gran final olímpica contra Argentina, el bueno de Emmanuel logró el mejor gol de su carrera y selló la victoria nigeriana por 3-2 en el minuto 90. El tanto le situó en una lista muy exclusiva junto a otro ilustre, el camerunés Samuel Eto'o: el selectísimo grupo de jugadores capaces de marcar en una final continental y en una final olímpica.

Tras su etapa azulgrana, el jugador tuvo una breve experiencia con el Albacete Balompié —breve tirando a fugaz, diríamos— y después probó suerte en Corea del Sur y Jordania.

En 2004 se retiró, pero el destino todavía le reservaba otro momento estelar. Una famosa marca francesa de coches estaba pensando en un anuncio divertido para el lanzamiento de un nuevo modelo… y se les ocurrió contactar con Amunike.

"Hicimos un largo brainstorming con jugadores que podían encajar en la idea", explicó el publicista Fabio Mazía, responsable creativo del anuncio televisivo que devolvió a la fama al nigeriano. "Pensábamos en futbolistas outsiders, aquellos que por una u otra razón habían sido objeto de controversia por su rendimiento en el campo. En esa lista Amunike, fue el número uno"

El baile de Amunike se convirtió en un fenómeno de masas en las discotecas de España, redondeando su leyenda de auténtico 'Petardo de Oro'.

¿Y ahora, qué es de él?

Actualmente, Emmanuel Amunike es el segundo entrenador de las 'Super Águilas', el apodo con el que se conoce a la selección absoluta de Nigeria. Además entrena a la selección sub-20 del país tras conquistar el Mundial sub-17 de Chile en 2015.

Amunike se sacó el carné de entrenador en Santander, adonde se trasladó después de su retirada para casarse con una cántabra. Además de entrenar a otros clubes de segunda categoría, en el pasado hizo de ojeador del Manchester United en África.

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Las últimas imágenes suyas son del pasado 15 de marzo entrenando junto a sus pupilos en Nigeria:

Coaches Samson Siasia, Emmanuel Amunike actively involved in training at practice pitch of Abuja National Stadium. pic.twitter.com/yk7WQWuqX4
— Nigeria Super Eagles (@NGSuperEagles) March 15, 2016

Amunike se convirtió en leyenda sin haber dejado huella en los terrenos de juego europeos, y las lesiones tuvieron mucho que ver con ello: "Luché. Lloré. No quiero hablar mal de nadie. Ellos [los directivos] me veían ir a trabajar al gimnasio, a rehabilitación, quería curarme… pero ellos sólo querían darme la baja por invalidez", recordó hace un tiempo sobre su etapa en el Barcelona.

A pesar de todo, la suya es una historia de éxito. Más allá de las burlas, la gente le recuerda con cariño; además, gracias al fútbol, Emmanuel logró escapar de las penurias de su país. En Nigeria, más de la mitad de la población vive en condiciones de pobreza extrema.

Por cierto, y como apunte final, tenemos que reconocer que llevamos todo este artículo —y toda la vida— deletreando mal su nombre. Se llama Emmanuel Amuneke, aunque sin motivo aparente él mismo no renegó de la adaptación. 'Manolo' Amunike, todo un campeolón.

Sigue al autor en Twitter: @GuilleAlvarez41