Por suerte, decir Paul van Dyk, es uno de esos casos de éxito en el Top of Mind de los DJs a nivel internacional. Mencioanr su nombre en México es como hablar de un artista propio de la cuna musical que nos ha hecho crecer en todos estos años de transición pop--> electrónica; es de los primeros nombres que te aprendes cuando mencionan algo en relación a ese género musical. Paul van Dyk quiere tanto a México que incluso festejó su boda en Cancún y produjo un soundtrack para le película, "Zurdo". Claro, sin contar las grandes presentaciones que ha tenido en México y como no hay venue que no pueda tener su nombre, es momento de que la Arena Ciudad de México lo reciba en sus instalaciones.Ir a ver uno de sus shows es uno de los mejores inicios que puedes tener dentro de la música electrónica. Lo curioso es que hace unos años fue de los primeros en ser criticado por usar una laptop en el escenario, mientras tocaba, "porque seguro ya no va a tocar". Increíblemente, diez años después, sigue siendo la misma letanía pero ahora se lo dicen a todos. Paul ha sido uno de los primeros en hacer la transición natural a un método más de live set, pues su gusto por la producción es nato y honesto.Alguna vez contó que cuando aún vivía en Alemania, tenía amigos que aventaban cassettes del otro lado del muro de Berlin. Conocer lo que otro lado escuchaban del entonces dividido país, marcó la forma en que él consume y percibe la música. Cada pieza debe ser única, escuchada con atención y llena de emociones. Así es el trance que él sigue procurando y evolucionando. Nunca lo veremos aventar pasteles, ni aventarse al público, él mismo ha satanizado esas prácticas. No se puede esperar menos de alguien que vivió la edificación del mundo electrónico como hoy lo conocemos, que ganó primeros lugares y que conquistó a millones con su música. Al final, sus palabras más que ser una crítica, son una forma de mantener el centro en una industria tan comercializada.Si estarás en la Ciudad de México el próximo 29 de noviembre, necesitas asistir a esta cátedra de trance y sonidos progresivos; el conductor de esa noche: Paul van Dyk. Aún hay boletos así que dale click por acá: bit.ly/1pgQzMe
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