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especial de ficción 2016

VICE Colombia presenta su nuevo número de ficción

Esta edición rinde homenaje a veintiún plumas de toda América Latina, entre otras, la colombiana Fátima Vélez y la uruguaya Fernanda Trías.
Portada por Daniel Senior.

Desde hace diez años, cada Navidad, la oficina de VICE en Estados Unidos publica un número impreso exclusivo de literatura: una especie de abrazo editorial que ha cobijado a autores consagrados y primerizos por igual. El especial ha dado sus frutos y por los distintos números han pasado escritores como David Sedaris o Joyce Carol Oates.

En 2016, el aniversario número diez de la iniciativa coincidió gratamente con un esfuerzo local: la edición que acabamos de publicar —y que desde diciembre se ha venido activando en nuestra página web— es la primera que VICE Colombia dedica enteramente a la ficción.

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La batalla por construir esta revista de colección arrancó el pasado junio, cuando, frente a la posibilidad de hacerla, una parte de la jefatura de esta redacción manifestó sus dudas: tal vez no sabríamos cómo; más allá de ser lectores éramos inexpertos en edición de literatura; no podríamos ubicar a suficientes autores que dieran el nivel esperado y nos tocaría remitirnos solamente a los de Estados Unidos. Todas objeciones sensatas.

Pese a ello, la idea nos seguía sonando a algunos. Era interesante por el hecho de que nos daba pie para hacer algo distinto. Era más interesante porque la literatura —y esto lo saben los periodistas y casi cualquier persona de otra disciplina que la enfrente con juicio—, su arte y forma, su manera impredecible de ser, representan una oportunidad para ver las cosas. Por más ficción de por medio que exista.

La discusión, sin embargo, no tomó mucho cauce hasta que en VICE México se posesionó como editor de la revista impresa el escritor Rodrigo Márquez Tizano (Yakarta, 2016), quien, por supuesto, quería sacar a finales de año un número de ficción con contenido exclusivamente latinoamericano. Con Tizano a bordo teníamos un soporte para retomar la propuesta con más confianza. Esta vez la idea caló. México y Colombia trabajaron paralelamente durante seis meses para encontrar a los autores, definir los criterios, editar los cuentos, ilustrar sus historias.

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Ilustración por Jenny Rubiano.

En nuestro caso hicimos lo que siempre hemos sabido hacer y recurrimos a la vieja estrategia de rodearnos de nuestros mejores colaboradores para que nos ayudaran. Este esfuerzo hubiera sido imposible sin el mismo Tizano, la escritora manizalita Fátima Vélez (Diseño de interiores, 2014), el escritor opita Juan Álvarez (La ruidosa marcha de los mudos, 2015) y la escritora y editora chilena Lina Meruane (Sangre en el ojo, 2012), quienes nos sugirieron una batería de plumas de diverso estilo, provenientes de las latitudes que componen nuestra lengua americana en español. La emoción se nos aplazó cuando empezaron a llegar las propuestas. Eran muchas. Hicimos lo que pudimos: evaluamos, depuramos, nos las rotamos entre el equipo y editamos. Así fue como finalmente seleccionamos a veintiún autores que, pensamos, ponen en el mapa lo que la literatura joven de este hemisferio tiene por ofrecer.

Voltear la mirada exclusivamente a Latinoamerica, a la literatura que emana de acá, implica arrancar con un prejuicio: que se trata de la materialización de una idea sobre lo nuestro, otros Macondos, otros Comalas. Y no. La literatura se desmarca y se renueva, quema a sus grandes padres y da nuevas formas de interpretar el presente inmediato. Muchos de los autores que integran esta antología, además, son plumas que vienen viviendo y escribiendo desde el exterior: lo de afuera que nutre lo de adentro.

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Collage por Gavilán.

Autores los hay de todo tipo en la forma: que experimentan con el lenguaje, que rompen estructuras narrativas tradicionales, que usan la poesía para vehicular la prosa, que se atienen a las formas clásicas, que se sirven otros idiomas para darle una ayuda a este, que tienen fluidez musical, en fin. Sus temáticas, también, son variadas: la soledad, los viajes, el aislamiento, la vejez, las memorias de infancia, el abuso sexual, la política, el cuerpo, la individualidad, la discapacidad, la frustración, la escritura misma.

Pensamos que es hora de leernos, de darnos la oportunidad de conocer lo que acá se escribe. Lo nuevo.

Acá tienen esas voces.

—Andrés Páramo Izquierdo y Paula Marulanda Mürrle.