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Comida

Por qué comer chile con jengibre puede salvar nuestra vida

Hay evidencias que sugiere que la capsaicina –el componente activo los chiles– puede causar cáncer, pero al parecer también puede tener propiedades cura-cáncer. Un grupo de investigadores está buscando pruebas para sustentarlo.

¿Quieres evitar la calvicie o tener dolor de artritis? ¿Estás buscando alucinaciones buenas y baratas al mismo tiempo? ¿Por qué no matar algunas células cancerígenas mientras comes? ¿O burlar la muerte de una vez? La solución todo-en-uno está en un solo compuesto químico.

No, este no es un infomercial de agua milagrosa o algún tipo de píldora cura-todo; todo esto es parte del creciente sustento científico que apoya los beneficios a la salud de la capsaicina: el componente activo en los chiles. Y si esto suena demasiado bueno para ser verdad, es porque lo es.

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Probablemente, hay evidencias que sugirieren que la capsaicina también puede causar cáncer, insinuando que al parecer el compuesto puede tener ambas propiedades cura-cáncer y provoca-cáncer. ¡Espera, hay más!

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En un estudio reciente ha provisto de un importante asterisco (excepción) para esta dicotomía del chile con respecto al cáncer, al sugerir que las propiedades capsaicina 'provoca-cáncer' pueden ser canceladas por gingerol-6, el químico que da al jengibre su sabor punzante. Entonces resulta que los pimientos y el jengibre no solo saben buenísimo juntos, también actúan al unísono para disminuir el riesgo de desarrollo de células cancerígenas. Éstas son excelentes noticias para consumidores del curry y la cocina de Szechuan (originaria de la provincia de Sichuan, en China).

Investigadores en China, preocupados respecto la deliciosa interacción entre los chiles y el jengibre, quisieron "investigar más a profundidad esta aparente contradicción" y observaron cómo estos ingredientes afectan las células cancerígenas al suministrar capsaicina y gingerol-6 a los ratones. Para poder lograrlo los autores del estudio tomaron un grupo de ratones "propensos a cáncer de pulmón" y les administraron 3 dietas separadas: una con capsaicina, una con gingerol y finalmente, un grupo al que alimentaron con ambas.

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Sus resultados, publicados en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, mostraron que los ratones alimentados sólo con capsaicina en efecto desarrollaron cáncer de pulmón, mientras que sólo la mitad del grupo de jengibre lo desarrolló. Lo asombroso es que sólo el 20 por ciento del grupo consumidor de capsaicina y jengibre desarrollaron cáncer, apuntando hacia una deliciosa y protectora interacción entre estos dos compuestos.

Obviamente, se requiere una investigación más profunda investigación para confirmar este vínculo en los humanos. Así que mientras los misterios y contradicciones de la capsaicina continúan revelándose, todo lo que podemos hacer realmente es empareja ese compuesto –es decir, chiles– con algo de jengibre y esperar que no nos esté matando.