Miles de vascos defienden el derecho de autodeterminación a pocos meses de las elecciones

Miles de ciudadanos del País Vasco, Navarra y el País Vasco francés se echaron ayer a las calles de las principales ciudades en defensa del derecho a decidir a través de un referendum de autodeterminación.

Organizadas por Gure Esku Dago (Está en Nuestras Manos), las movilizaciones tuvieron lugar en Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona y la localidad francesa de Bayona. Los manifestantes portaron cinco grandes cadenas de tela cosidas previamente en pueblos y ciudades como símbolo de la necesidad de "tejer el país". En Bilbao y San Sebastián, las marchas concluyeron en los estadios de San Mamés y Anoeta respectivamente, donde se leyeron manifiestos.

"Estamos muy satisfechos porque tanto la cadena humana del año pasado y las movilizaciones de este año son pasos firmes para garantizar el derecho a decidir de los vascos", explica a VICE News, Ainhoa Mendibil, responsable de prensa de Gure Esku Dago.

Esta organización está formada por diferentes agentes de la sociedad civil vasca y también cuenta con el apoyo de miembros de diferentes partidos políticos. Aunque el grueso de miembros de Gure Esku Dago tiene posiciones claramente independentistas, la organización afirma defender únicamente el derecho a decidir y la celebración de un referéndum como destino final de la hoja de ruta. Este hecho ha llevado a personalidades como Gemma Zabaleta, ex miembro del Partido Socialista, a posicionarse a favor de las movilizaciones y del derecho a decidir.

Gure Esku Dago defiende que está "haciendo pedagogía por el derecho a decidir como punto de encuentro y no de conflicto".

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El conflicto del País Vasco se encuentra en una nueva fase después que la organización terrorista ETA anunció en octubre de 2011 el cese definitivo de la lucha armada, poniendo de esta forma fin a 43 años de violencia que ha dejado 829 víctimas mortales. Después de numerosas ilegalizaciones, la izquierda independentista vasca ha vuelto a constituir una fuerza política y está tratando de conseguir la autodeterminación del País Vasco por cauces democráticos.

"Las movilizaciones de ayer son reflejo de ese deseo mayoritario de la sociedad vasca de poder elegir libremente su futuro institucional", explica a VICE News Jon Iñarritu, diputado de Amaiur en el Congreso español.

"Aunque tenemos un escenario diferente al de Cataluña, lo que sucede allí está teniendo un efecto de catarsis en Euskal Herria. Existe una mayoría clara en el parlamento vasco y navarro a favor del derecho a decidir, pero la indefinición del Partido Nacionalista Vasco (PNV) provoca que no haya una hoja de ruta clara", explica Iñarritu.

"Mientras el PNV sigue mirando a Madrid intentando hacer una relectura del Estatuto, la sociedad vasca está en una línea mucho más avanzada reclamando nuevas cuotas de soberanía y poder decidir su futuro", concluye el diputado de Amaiur.

Por su parte, el presidente del Partido Popular (PP) de Gipuzkoa, Borja Sémper, consideró en declaraciones a RNE que es una "buena noticia" que la iniciativa Gure Esku Dago no llenara los estadios de San Mamés y Anoeta en los actos desarrollados en favor del derecho a decidir.

El dirigente popular advirtió además de que "los que se reunieron ayer querían la independencia de Euskadi" por lo que ha rechazado que se use el "eufemismo del derecho a decidir". "No han llenado los estadios, no han sido pocos pero tampoco hay que asustarse", señaló.

Procesos electorales en España y Cataluña

Estas movilizaciones hay que situarlas en el contexto político general del resto del Estado español. En una fase mucho más avanzada que la de la realidad política vasca, las aspiraciones independentistas de una parte significativa de la Comunidad Autónoma de Cataluña están dinamitando el mapa político de este territorio.

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La ruptura de Convergència i Unió (CiU), la federación nacionalista del centroderecha catalán que gobierna la región, ha sido la última consecuencia del proceso. Con la partida de la agrupación democristiana Unió Democràtica de Catalunya, las diferencias de su dirección con Convergència Democràtica de Catalunya en lo relativo a la secesión han implicado la ruptura de un proyecto fundado en 1978, en la recién restablecida democracia española, después de décadas de dictadura franquista. Este partido ha gobernado el parlamento autonómico catalán 28 años de los 35 de su historia.

CiU ha visto cuestionada su hegemonía en su flanco izquierdo por el partido que ostentó el poder en la Cataluña republicana, pocos años antes de la Guerra Civil de 1936, Esquerra Republicana de Catalunya, y por otros partidos situados aún más a la izquierda como son la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) y grupos ciudadanos de nuevo cuño. La oposición tradicional, el socialdemócrata Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), está en caída libre y perdiendo espacios de poder a todos los niveles. El escenario de las elecciones autonómicas del próximo 27 de septiembre — con vocación de devenir un plebiscito a favor de la independencia — está abierto.

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Esta situación es extrapolable a la realidad española, donde la socialdemocracia del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sufrió sus peores resultados desde 1979 en las pasadas elecciones municipales. Los del gobernante Partido Popular (PP), la opción conservadora, han sido los peores desde 1990. El tradicional bipartidismo en España está siendo cuestionado por formaciones emergentes. Por la izquierda está Podemos, un partido liderado por el mediático Pablo Iglesias, y por el centro liberal está Ciudadanos.

Para paliar estos envites, el PP ha anunciado una remodelación del gobierno y el PSOE ha introducido nuevos elementos en su proyección pública. Con el lema "el cambio que nos une", Pedro Sánchez, el aspirante socialista a arrebatar el gobierno a los conservadores, pronunció este domingo el discurso que lo afianzó como líder de su partido flanqueado por una enorme bandera de España. Hace unos años esta decisión podría haber pasado factura a sus agrupaciones en el País Vasco y Cataluña, pero el viraje del gobierno catalán a posiciones independentistas sumado la poca claridad de los socialistas en aquello relacionado con el "derecho a decidir" ha implicado un trasvase de votos a Ciudadanos, un partido que defiende sin ambages la unidad de España. El mencionado es un guiño a sus nuevos votantes y otro símbolo del nuevo tiempo político.

En las próximas elecciones generales se elegirán los 350 diputados del Congreso y los 208 miembros del Senado. 58 de los asientos de la segunda cámara son designados por los parlamentos autonómicos. Tal y como establece la ley, las elecciones deberán celebrarse entre el 20 de noviembre y el 20 de diciembre. Pero el artículo 68 de la constitución española establece que el plazo podría ampliarse hasta el 17 de enero. Sea cual sea el día en que se lleven a cabo, lo que está claro es que ya nada va a ser lo mismo en España.

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