Millennials nos cuentan qué odian de los millennials
Ilustraciones por Mauricio Santos.

FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Millennials nos cuentan qué odian de los millennials

“La gran mayoría prefiere vivir como si no existiera un mañana y dejar su cuenta en ceros”.

Somos una generación con problemas. Vivimos en una peor economía que generaciones anteriores y esto hace más difícil salir de casa de nuestros padres o tener algo parecido a una “vida estable”. No tenemos fondo de retiros (acá hablo por experiencia personal) y vivimos más al día que al mes. Para muchísima gente, somos la “generación que se siente ofendida por cualquier cosa”, y gastamos nuestro dinero básicamente en rentas. Hasta disfrutamos más la vida de solteros.

Publicidad

Sé que tenemos hábitos de consumo graves y que somos una generación mal vista y odiada por algunos. Por mi parte, entiendo que los salarios son terribles y que es mucho más cómodo seguir viviendo con tus padres, pero, ¿no nos quedará dignidad? ¿Cómo diablos hacen cuando tienen un ligue? Imagino la escena: “Hola, papá, ella es Daniela, alguien que conocí por Tinder. Nos avisas cuando la cena esté lista para que comamos con ustedes”. Yo no podría. No sé, ese soy yo. También, debido a que los Baby Boomers (nuestros padres) fueron una generación caracterizada por tener trabajos estables e independencia económica, hay muchos millennials que son mantenidos largamente por sus padres y no tienen que luchar muchas cosas.

Contacté a varios de mis amigos y conocidos compañeros de la misma generación (millennials), para preguntarles qué odian de otros millennials.

NOS OFENDEMOS POR TODO

Sé que esto lo dice mucha gente, pero creo que las razones son varias. Primero, desde que existe el internet y las redes sociales, sucedió algo parecido a una democratización de la opinión: todos creemos que tenemos derecho a opinar y dar a conocer nuestros pensamientos sobre absolutamente cualquier tema. Y no importa si somos expertos en el tema o no. Tener Twitter, Facebook o Instagram hace que queramos dar nuestra visión sobre cualquier cosa que suceda. A veces hasta puede viralizarse. Pasamos mucho tiempo leyendo las opiniones de los demás y claro que no vamos a estar de acuerdo con todas. Entonces opinamos, nos sentimos ofendidos y necesitamos expresar esto. Es como un círculo vicioso del cual es difícil salir y terminamos siendo la mayor parte de las veces parte del problema que una solución. Creemos que nuestra opinión es vital e importante, cuando seguro sólo le importa a nuestros amigos [no siempre] y seres queridos. Tener canales de comunicación tan grandes como las redes sociales tiene este tipo de consecuencias.

—Leonardo, 29 años.

Publicidad

SOMOS UNA GENERACIÓN PROMISCUA CON MIEDO A ESTABLECERSE

No estamos teniendo hijos. No nos estamos casando. Tenemos tan fácil conocer a alguien nuevo en Tinder o Instagram que ya no valoramos lo que realmente significa una relación. La gran mayoría de mis amigos conoce a dos tres personas por semana y hacen exactamente lo mismo: tienen sexo, se dejan de hablar y van corriendo a buscar más parejas. Incluso varios dicen: “Es que ya hemos tenido sexo tres veces, me aburre”. Si están pensando así es imposible tener una relación con nadie. Somos muy promiscuos, tenemos miedo a establecernos y puedo entender por qué. Actualmente las personas que son fieles a sus parejas son vistas como “raros”, cuando esto más bien debería ser la norma y no la excepción. Yo tengo novio desde hace seis años, y la verdad no me veo en ese plan de estar soltera, emborrachándome cada fin de semana y dándole a la izquierda o derecha en Tinder. Necesito estabilidad emocional para luego buscar estabilidad económica y demás. Sí me molesta esto, porque muchas personas me hacen sentir mal por querer mantener y luchar por mi relación. Es como si ya no fuera “cool” ser alguien estable para los millennials, pero afortunadamente no pienso así, creo que mis valores son más old school.

—Diana, 26 años.

LA GENERACIÓN SELFIE

Cuando salgo con mis amigos casi siempre les ruego que por favor suelten el teléfono. No viven en el mundo real. Están todo el tiempo viendo historias o haciéndose selfies para subir a sus historias en vez de vivir el momento y disfrutarlo realmente. Suben posts de platos de comida que ni siquiera saben si les va a gustar (porque ya cuando lo van a probar está frío de tantas fotos), y realmente no están en el momento. Por ejemplo, la semana pasada salí con mis amigos a un bar bastante chingón, y pasaron, sin exagerar, más tiempo grabando el lugar, el menú o el momento en que el trago llegaba a la mesa que platicando y disfrutando como personas normales. Black Mirror lo dice mejor que yo, pero a veces me desespero y siento que tengo poco o nada en común con la gente de mi edad. ¿Qué será del día que inventen otra red social nueva? Otra obsesión. Más que millennials me gusta llamarnos “la generación selfie”. Lo que significa el selfie es la descripción perfecta de quiénes somos como personas: unos obsesionados con mostrar la mejor imagen posible para con los demás, así sea una foto que salió falsamente bonita.

—Jimena, 25

Publicidad

DEMASIADO EGOCÉNTRICOS

Pensamos que todo es sobre nosotros. Vemos un tuit y de una lo asociamos con nosotros, así esté criticando una película rusa. Respondemos, nos peleamos y termina todo siendo un lío. Si no respondo un mensaje de WhatsApp o dejo de seguir a alguno de mis amigos porque sinceramente no me gusta el contenido que postea, me caga o alguna otra razón, se lo toman personal. Y no es así, a veces estoy ocupado o no quiero tener en mi timeline a cierta persona. Y lo peor es que puedo seguir siendo amigo de él o ella, simplemente no quiero tenerlo o tenerla en mis redes. Pero nuestro ego es tan grande que no pensamos más allá. Todo tiene que ver con nuestra felicidad, pero nunca con la del otro. A mí me dejan de seguir personas, dejan en visto o no contestan una llamada y pues no pasa nada. La vida pasa. Hay situaciones mucho más importantes que esa para cortar o desmejorar una amistad. He tenido problemas grandes con amigos por este tipo de circunstancias y no tiene sentido alguno. Ya estoy acostumbrando.

—Israel, 30 años.

NADIE TIENE DINERO

Para mí esto es algo muy curioso. Ninguno de mis amigos “tiene dinero” para pagar renta y tener un estilo de vida común. Pero, si les preguntas si tienen lana para comprar mota, siempre dirán que sí. Soy una persona que siempre ha ahorrado, y ahora que tengo salario destino una parte a esto. Ninguno de mis amigos lo hace, prefieren gastarse todo en cualquier bar de mala muerte y regresar a casa sin nada. Vivo con un roomie pero pronto me voy a mudar solo, cada vez es más seguido que use el “roomie bank”, un término que hemos usado para cuando me viene a pedir dinero. El mes pasado sucedió tres veces. Claro que los salarios y la economía está mal, pero si sabemos que tenemos este presente, ¿por qué no ahorrar? No. La gran mayoría de los millennials prefiere vivir como si no existiera un mañana y dejar su cuenta en ceros. Así ninguna generación hubiese sobrevivido, no es algo que nos corresponda solo a nosotros. Si no puedes comprar 50 gramos de mota al mes porque te quedas sin dinero, pues mejor cómprate unos 10 gramos, ¿no?

—Cristian, 29 años.

Puedes seguir a Diego enInstagram.