De heroína de los derechos humanos a presunta estafadora del gobierno argentino

Una respetada líder de la lucha por los derechos humanos en Argentina, Hebe de Bonafini, ha ignorado una investigación de la corte por su participación en una supuesta estafa de vivienda. Según ella, esto obedece a una represalia por haber criticado al gobierno.

Bonafini está a cargo de la organización Madres de la Plaza de Mayo, la cual comenzó en los años setenta como un grupo de madres que buscaban presionar a la entonces dictadura militar para liberar a sus hijos desaparecidos. Ella ha descrito al presidente Mauricio Macri, quien fue investido el mes de diciembre pasado, como un acérrimo derechista que quiere deshacerse de más de una década de progresos sociales y políticos bajo el gobierno de la izquierda.

"Si fuéramos cualquier persona entonces no nos estarían haciendo esto, pero somos un dolor de cabeza para ellos", dijo Bonafini en la estación local CN5.

Bonafini estaba hablando el jueves, mientras miles de seguidores se reunieron afuera de las oficinas de la organización por la noche en la capital, Buenos Aires, decididos a no permitir la ejecución de una orden para arrestar a la mujer, emitida por una corte local.

El juez Marcelo Martínez de Giorgi quiere interrogar a la heroína de los derechos humanos, quien tiene 87 años, sobre su participación en un supuesto fraude que involucra a una sociedad filantrópica asociada con su organización Sueños Compartidos. Supuestamente, el esquema de la estafa era que la fundación se ayudaba a sí misma usando los fondos que el gobierno le había otorgado para construir viviendas sociales en las áreas pobres en 2011.

Los dos hermanos que estaban a cargo de Sueños Compartidos en ese momento, Sergio y Pablo Schoklender, han sido acusados de hacerse con 206 millones de pesos [casi 53 millones de dólares en ese momento]. La corte no ha presentado cargos en contra de Bonafini, pero la ha citado dos veces con relación a la investigación. La orden de arresto fue emitida luego de que se negara a ir ante las autoridades.

"Ya dije todo lo que tenía que decir", dijo Bonafini en un comunicado este jueves, en el cual insistía en que su organización ya había enviado la evidencia que la corte requería.

El caso en contra de Bonafini llega en medio de una ola de investigaciones similares enfocadas en figuras relacionadas con la era de Kirchnerista, con duración de 12 años, que abarcó el único periodo del presidente Néstor Kirchner de 2003 a 2007, y dos de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, que llegaron a su fin con la toma de poder de Macri el año pasado.

Bonafini trabajó de cerca con los Kirchner, quienes aseguran haber puesto el tema de los derechos humanos en la agenda por primera vez desde que terminó la dictadura en 1983. La multitud que se reunió para resguardar a Bonafini, en la que había líderes kirchneristas, no fue arrestada. Andrés Larroque, líder del movimiento kirchnerista juvenil, agradeció a los argentinos por todo el apoyo.

Entre tanto, los abogados de Bonafini han empezado a buscar un acuerdo. Este viernes, dijeron que esperaban poder hacer que la corte aceptara llevar a cabo el interrogatorio en las oficinas de Madres de la Plaza, así como asegurar que la activista no será enviada a prisión.

"En este momento, no es claro si Bonafini será liberada después de que hable delante del juez", dijo al diario La Nación la comentarista política Paz Rodríguez este viernes.

Con orden de arresto o sin ella, Bonafini ha insistido en que seguirá arremetiendo contra el presidente. "No dejaremos que pasen por encima de nosotros", dijo ante los reporteros el jueves. "Ya han hecho suficiente en los últimos siete meses. ¡Ya para, Macri!"

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