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Música

5 sellos nada sobrevalorados dentro del hardcore y sus subgéneros DIY

Marcaron una época e hicieron florecer una gama de sonidos que están atrapados en décadas pasadas.

En alguna etapa de mi vida intenté o tuve una distro. Vivía mi época “más punk”, si así podría llamarle a todo el tiempo que dediqué a investigar sobre bandas y disqueras de hardcore, post hardcore, power violence, grind core, screamo y emo; tocar la batería en algunas agrupaciones del circuito de Monterrey, Nuevo León (Zarathustra Has Been Killed In The 70’s, Friends & Enemies y Mocho Cota); como también leer libros de Albert Camus, Herman Hesse, Franz Kafka, Friedrich Nietzsche, Jean Paul-Sartre, Roberto Bolaño, Raymond Carver, Charles Bukowski, la Generación Beat, Haruki Murakami, José Agustín y Rodrigo Fresán.

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Y de este último escritor argentino que me marcó con su libro Mantra (Mondadori, 2001), mientras me teletransportaba al México, Distrito Federal donde viví mi niñez todo gracias a la historia de Martín Mantra y su familia, decidí tomar el nombre de aquel imaginario pueblo, Chansons Tristes, el cual suele aparecer en sus libros, en la mayor parte de su obra; algunas veces también como Canciones Tristes o Sad Songs. Es el mismo lugar.

Entonces alrededor de 2007-2008 bauticé como Chansons Tristes Distro a algunas cosas que edité (el CD-R de Malevolentia, igual que el Split de Teoría De Un Sueño Muerto y Niño Symbol Ohh!!), sumando todo el material que acostumbraba comprar con mis ahorros –lo mandaba pedir por el Servicio Postal Mexicano– de Discos Huelga, Escucha!, Nuestra Lengua, Init, Alone, entre otras disqueras, la cuales, en su gran mayoría, provenían de los Estados Unidos. Igualmente, en algunos shows que tenía con las bandas donde participaba, como otras tocadas a las que asistía, intercambiaba cosas con Mapex de Dogma Destroyer (ahora Carcoma Records) o con Beto de Exabrupto.

Dentro del ambiente musical del punk y sus derivados, es una realidad que la distribución y el intercambio siempre han sido una herramienta esencial para crecer, darse a conocer y mantener –por siempre– la luz encendida de este movimiento “contra cultural”, este “arte” que se encarga de seguir vigente gracias a los fanzines, revistas y publicaciones independientes; la grabación de cintas, CDs o acetatos; las bandas y sus presentaciones; los festivales; junto a demás objetos o expresiones hechas por uno mismo.

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Ahora, muchísimos años después, y casi todos los días de mi vida recurriendo al soundtrack de mi yo adolescente, siento y descubro que disqueras como Gravity, Ebullition, Level Plane, React With Protest o Robotic Empire, aun cuando tal vez no fueron tan populares como otras, marcaron una época e hicieron florecer una gama de sonidos que están atrapados en décadas pasadas, y en el presente intentan reaparecer con mayor fuerza, con mejores recursos, en una era digital que agiliza todo.

Hoy estoy seguro que estos cinco sellos han dado pie a que toda una nueva generación se involucre en la edición y distribución musical que proporciona el punk, por lo que se me hizo correcto definir, presentar y recordar treinta álbumes que alguna vez editaron.

Gravity Records

Heroin de Gravity Records.

Esta fundamental disquera de los años noventa fue obra de Matt Anderson, integrante del grupo de San Diego, California, Heroin, una de las primeras bandas que se denominaron como “screamo”, y con la cual realizó el material #1 de su sello: un vinyl de 7” que le siguió a más de cincuenta publicaciones.

Gravity Records fungió como uno de los proyectos más esenciales en aquella década, desde que se fundó en 1991. Matt Anderson acogió a infinidad de grupos provenientes de distintos lugares de su país que, para aquel entonces, desarrollaban el sonido post hardcore de finales de los ochentas que había surgido en Washington, DC gracias a Dischord Records. También apoyó a proyectos ligados al hardcore punk, power violence y brindó un espació de expresión a la primera ola de bandas de “emotional hardcore” que existieron.

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Entre los materiales más importantes y llamativos que Gravity Records editó, basándose en el ruido y lo experimental destacan:

Ebullition Records

Steve Aoki cuando formaba parte del grupo This Machine Kills, apoyando a Ebullition Records

Kent McClard, Brent Stephens (integrante de Downcast; agrupación que fue el primer lanzamiento de Ebullition Records) y Sonia Skindrud (Fanzine Exedra), en 1990 fundaron este record que podría considerarse de culto entre algunos de los seguidores del sonido crust, hardcore punk, post hardcore, grindcore, power violence y screamo.

Los tres amigos, para aquellos años, estaban inmersos en la escena hardcore de su país que vivía una constante evolución, un cambio natural que hacía ver a la escena musical de punk cada vez más inteligente, llena de pasión y autogestiva; sobre todo en su ciudad, Goleta, California; igualmente que en todo el resto de la costa oeste de los Estados Unidos.

Las bandas que consideré más importantes, editaron y que ahora sus discos representan un ciclo y son una escuela para las nuevas generaciones, son:

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Level Plane Records

Saetia de Level Plane Records.

En la ciudad de Nueva York, Greg Drudy, quien alguna vez fundó a la banda Interpol junto a los hoy reconocidos personajes de la cultura pop, Paul Banks y Daniel Kessler, en 1997, y cuando era baterista de Saetia y no mucho tiempo después también de Hot Cross, comenzó su propia disquera que sobre todo vivió encasillada al screamo y el post hardcore, aun cuando editó algunas cosas más noise, emo y ambientales.

El origen de Level Plane Records, se remonta al lanzamiento y distribución del primer casete de Saetia, durante lo que podría ser el comienzo de la segunda ola de screamo, a finales de los noventa y gran parte de los primeros años del nuevo milenio, sumando a sus filas a importantes bandas europeas y de Japón.

Materiales de algunos grupos sobresalientes son:

React With Protest Records

La historia de esta, tal vez la disquera más representativa del screamo europeo, se remonta al año 2000, cuando Lars Ulbrich (integrante de The Apoplexy Twist Orchestra, Arsen AKA König Der Moster y Republic Of Dreams), sumando a su pareja Sabine (Resurrectionists y también Arsen AKA König Der Moster) comenzaron a organizar shows DIY en su ciudad natal, Versmold, Alemania.

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A partir de ese año, y hasta la fecha, realizan un festival llamado Cry Me a River, el cual es considerado el más importante dentro de este sonido que ha venido evolucionando cada vez más hacía el black metal y el grindcore con tintes melódicos. No obstante, desde 2001 fue que iniciaron a editar música, a grupos de sus amigos y demás gente que han venido conociendo en el camino.

React With Protest Records

hoy en día es la descendencia, el espíritu y el trabajo que venían haciendo records como Level Plane, Ebullition o Gravity. Ellos han editado la mayor cantidad de materiales representativos del también llamado “emo violence” del viejo continente como:

Rebotic Empire Records

Andy Low a finales de los noventa tenía un grupo llamado Reactor 7, en Virginia, Estados Unidos. En aquella época Pg. 99, gracias a sus intensos conciertos y la pasión y el sentimiento que siempre le pusieron a la música, destacaba entre un sinfín de bandas que parecían hacer algo similar a lo que una década atrás había iniciado Ian MacKaye junto a Jeff Nelson, ambos integrantes de Minor Threat.

Cuenta Mike Taylor, fundador y guitarrista de Pg. 99, que Andy Low, para poder hacer un Split entre ambas agrupaciones, la única forma era editarlo ellos mismos. Así surgió Robotic Empire, que hasta la fecha, con más de cien materiales, sigue apoyando bandas de diferentes estilos, siempre ligados a trabajar independientemente.

Robotic Empire ha llegado a editar cosas interesantes y de tradición como:

Bodega de Robotic Empire Records.