FYI.

This story is over 5 years old.

Música

En el cielo está el infiero: Crust n’ roll con Hellmaistroz

Heliotrom

Del antiguo estilo punk, hardcore y crust en Monterrey, Nuevo León, Hellmaistroz, desde que comenzaron a tocar en 2009, han conservado el espíritu subversivo y creativo regiomontano, gracias al pasado de la banda: sus integrantes formaron parte de agrupaciones importantes y representativas de la zona norte del país como Life Extinction y Exterminio, a principios y mediados del nuevo milenio.

“Javi ‘El Malo’ [guitarra] y Beto Exabrupto [bajo] tocaban en Life Extinction, y cuando la banda terminó, buscaron hacer un ruido musical con el que la gente gustara echar desmadre”, comentan los integrantes de Hellmaistroz. “Esto coincidió con que Exterminio también tronó, así que Temonio Charles [voz] y Jhon [batería] tenían las mismas ganas de hacer cosas nuevas”.

Publicidad

Y a lo largo de ya casi una década en la que han estado haciendo música atronadora, logrando grabaciones como Demo.n (2009), Malhora (2012), Soy el diablo (2015) y Maldición violenta (2015), continúan denominándose como una poderosa banda de “crust n’ roll”.

“Desde el inicio no nos inclinamos por algún subgénero del punk, sino que se trató de buscar una variedad de sonidos que nosotros disfrutáramos, sin que nos detuviera el hecho de que estaba muy rápido o muy tupa tupa o muy denso… sino que mientras nos gustara a nosotros, no importaba qué tan ecléctica podría sonar la banda”.

Pero ahora, en su más reciente material titulado como En el cielo está el infierno (2018), sus canciones se perciben con los mismos tres acordes de siempre, mejor estructuradas, y dando pie a que muchos que los escuchan y están o no al pendiente del punk norteño, sean considerados como “un proyecto de verídico rock n’ roll”, del cual, Lemmy Klimister (ex líder de Motörhead), desde el más allá podría estar orgulloso de ellos.

Por lo mismo, en esta, su quinta grabación, Hellmaistroz tienen un sonido propio (más maistro), y que sigue eternizándose dentro de los toquines y festivales underground del país.

“Los cuatro integrantes nos conocemos desde hace mucho tiempo, así que antes de que existiera Hellmaistroz, en nuestro círculo de amistades comenzamos a bromear mucho con la palabra maistro, usándola como sinónimo de teporocho; es decir, alguien que anda de malacopa”, explican, respecto a la palabra que les da una identidad. “Tan es así que, a Temonio, le comenzaron a decir ‘El Maistro’, y hasta organizaba el Maistrin Fest. Entonces ese rollo del alcoholismo malacopa, es lo que nosotros recuperamos de manera sarcástica, en nuestra canción ‘Anticristo’ del disco Malhora, donde se concentra el concepto de la banda”.

Publicidad

No obstante, la evolución musical de Hellmaistroz, o más bien, su evolución maistra, pareciera ser que, por la trayectoria de los integrantes de este grupo experimentado, tarde o temprano tenía que darse: la Ciudad de las Montañas, en el punto de ebullición del hardcore mexa, dio de qué hablar a finales de los 80 y gran parte de los 90 gracias a Disolución Social, Derechos Humanos, Cabezas Podridas, Visión Caótica, Abuso, Madriza Salvaje, Alcoholic Youth… para después, a partir de que comenzó el Siglo XXI, tanto Temonio, Javi, Beto y Jhon, se acostumbran a estar presentes en shows –tocando o de espectadores– como el de Los Dos Días de Colectividad, junto a otros llevados a cabo en el ETEC o El Clandestino (sitios donde se moldeó una escena punk neolonesa), junto a otras bandas como La Caída de la Civilización, Plan 9, Zyklon B, CH.T.M., Rash y más.

Pero entre las distintas agrupaciones fuertemente ligadas al crust en la Sultana del Norte (subgénero del punk que nació a finales de los 70 con Amebix, banda oriunda de Inglaterra, etiquetada como “los creadores” de este estilo, gracias a que mezclaron el sonido street punk, con algunos elementos del deathrock y el metal), Hellmaistroz, aun cuando por primera vez grabaron en Testa Estudio de manera “más profesional”, siguen conservando la influencia de las bandas que escuchaban tiempo atrás (Discharge, Extreme Noise Terror, Nausea, Tragedy, Wolfbrigade…), y que son parte de la historia de ese subgénero del punk que los sigue identificando.

Publicidad

“Queríamos hacer las cosas lo mejor posible para este álbum de larga duración”, mencionan, en relación a su grabación que hicieron en León, Guanajuato, donde se ubica Testa Estudio. “No es común que una banda como nosotros, en la cual no hay músicos de profesión, lleguen a sacar tres grabaciones de diez-trece-catorce canciones. Estamos muy a gusto con lo que hicimos en nuestros primeros dos materiales, pero para este tercero queríamos hacer algo distinto. Varias bandas amigas han grabado en Testa y nos recomendaron ir ahí. El KB [dueño e ingeniero del estudio], es súper accesible, tiene muy buen equipo y, aunque se la pasa bromeando, es un profesional. Nunca habíamos grabado todos juntos, anteriormente grabábamos por separado, y ahora fue como hacer una sesión en vivo. Eso le dio un toque especial al disco”.

Mientras tanto, las catorce melodías que conforman En el cielo está el infierno, su proceso de maistrorización (término acuñado por el fanzine Tres Flechas), otra vez estuvo a cargo de Jack Control, en Enormous Door, ubicado en Austin, Texas. Así, la inconformidad y el paganismo que Hellmaistroz propagan en sus composiciones, mantienen la chispa indecente, pastosa e inmutable que los ha caracterizado, dando a conocer que en el Cosmos de Belcebú se escucha únicamente rock n’ roll, que los problemas económicos y sociales siguen existiendo (gracias a personajes sínicos y corruptos de México como Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, Javier Duarte, Enrique Peña Nieto y la policía); que el racismo y la xenofobia están firmes y “en pie de lucha” (cuando en estos tiempos el migrante es mal visto por gran parte de la sociedad mexicana); junto a otras letras llenas de humor e inspiradas en la cerveza, y que están plasmadas en temas como “Vamos a pistear”, “Ando bien maistro” y, por último, como un homenaje irónico a “Steppin’ stone” de Minor Threat (creadores del movimiento Straight Edge), en “Saca el caguamón”.

Publicidad

“Para este álbum, desde antes de terminar de componer todas las canciones, ya teníamos el nombre del disco”, explican en relación al título que está inspirado en La divina comedia del poeta italiano, Dante Alighieri, más la ilustración que realizó de ella el galo, Gustave Doré. “Originalmente se iba a llamar Rocanrol del infierno, pero después de grabarlo y estar planeando el arte, no nos terminó de convencer [el nombre] y nos pusimos a buscar algo que funcionara como título en las letras de las canciones. Así fue como dimos con En el cielo está el infierno, que es un verso de la canción ‘En tus ojos’”.

Debido a eso, y como en ocasiones anteriores, Hellmaistroz recurrieron al artista, Ácaro, para llevar a cabo todo lo relacionado en lo visual –también conceptual– de En el cielo está el infierno.

“Lo de basar el arte del disco en los grabados de Gustave Doré fue idea de nuestro amigo Ácaro, quien ha hecho la mayoría de nuestros diseños”, comentan Hellmaistroz. “Le pasamos las canciones para ver qué le inspiraban y nos planteó hacer una reinterpretación- maistra de algunos grabados de [Gustave] Doré. Su arte nos encanta a todos en la banda y confiamos plenamente en él, así que cuidamos mucho que la impresión de la portada del CD fuera con el mejor acabado posible”.

Por el momento, En el cielo está el infierno se perfila como uno de los mejores álbumes de punk azteca que se realizaron en 2018, y la amistad de estos cuatro maistroz del crust n’ roll sigue siendo la misma que cuando comenzaban a inmiscuirse en la agitada, asquerosa y bochornosa –lo digo por el calor– escena regia de dreads, malos olores, costras de mugre, tortas de soya, pedas, parches, estoperoles, épocas –cortas o largas– de ser Straight Edge… todo muy “a lo crustie style”.

“Nosotros [Hellmaistroz] nos percibimos como una familia. Desde que iniciamos tuvimos muy en claro que, en cuanto dejara de ser divertido para alguno de nosotros, no tocaríamos más”, explican Temonio, Javi, Beto y Jhon. “Tenemos hijos y responsabilidades laborales, así que siempre hemos sido respetuosos de los tiempos que tiene cada quien: no cuestionamos ni presionamos a ninguno para que deje algún compromiso importante por ir a tocar. Eso ha sido clave, porque eso de ser ‘veteranos’ lleva implícito ser más viejos, y eso de ser más viejos implica tener más responsabilidades. Afortunadamente hay gente que le gusta lo que hacemos y disfruta con nosotros cotorrear. Así que hay maistroz para un largo tiempo… Abran una caguama y liberen el maistro que llevan dentro”.

Conéctate con Noisey en Instagram.