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Waypoint

'Horizon: Zero Dawn' fue opacado por 'Breath of Wild'

Los dos juegos fueron lanzados la misma semana, pero uno de ellos se robó toda la gloria.
Imagen cortesía de Sony.

A pocas horas de estar jugando The Frozen Wilds, la expansión con temática invernal para Horizon: Zero Dawn del año pasado, todo volvió a hacer clic en mi mente. A medida que el tiempo se ralentizó, mi intención resultó ser la correcta. Las flechas zumbaban en el aire, arrancando componentes de la bestia mecánica que gritaba frente a mí. Una maniobra hábilmente programada me dio acceso a una pequeña abertura para tender una trampa en el camino de una bestia que corría a toda velocidad, y la consiguiente explosión nos compró el tiempo justo para recuperar el aliento. Horizon fue —es— un videojuego muy bueno, The Frozen Wilds es una muy buena expansión. Una vez que mi pelea con los Snapmaws concluyó, todo lo que había en mi mente era:

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"Vaya, Horizon realmente fue opacado por Breath of the Wild, ¿pero por qué?".

En mi opinión, el videojuego nunca recibió el reconocimiento que merecía. Se vendió bien, y todo indica que habrá una secuela, pero cuando hago un recuento de lo ocurrido en 2017, me parece que Horizon ha sido menospreciado. The Frozen Wilds que salió meses después ayudó a mejorar esta situación, cristalizó muchas de las cosas, grandes y pequeñas, que me encantaban del juego, por lo que no pude más que expresar mi sensación de que era un videojuego socavado por las circunstancias.


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Aunque ahora vivimos perpetuamente en un mundo donde se lanzan videojuegos casi todos los días, es probable que el 2017 siga siendo un caso atípico. Mientras preparaba mis videojuegos favoritos del año, dejé fuera varios que, en cualquier otro año, seguramente habrían estado entre mis primeros cinco. Pero esto nunca fue tan evidente como cuando Horizon, una primera y ambiciosa aventura de mundo abierto del desarrollador de Killzone, Guerrilla Games, fue lanzado el martes 28 de febrero. Sólo unos días después, ¡el viernes!, Nintendo lanzó su nueva consola igualmente ambiciosa, Switch, junto con The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Ambos deberían haberse beneficiado de la falta de alienación en las expectativas, así como de la bendición y maldición de ser una "sorpresa agradable"; pero uno se benefició desproporcionadamente con respecto al otro. Yo también era culpable de eso, ya que las aproximadamente 30 horas que pasé jugando Horizon se desvanecieron de mi memoria, y me obsesioné con que Link surfeara sobre un escudo por una colina.

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Horizon prometió un sistema de combate al estilo de Monster Hunter en un mundo psicodélico de ciencia ficción, ¡y dinosaurios! Robots dinosaurios, claro, pero dinosaurios. Además nada en la historia de Guerrilla Games sugirió que eran un estudio preparado para hacer videojuegos de mundo abierto, un subgénero basado en la experiencia y el aprendizaje previos de los desarrolladores, que nos pudieran conmocionar a todos. Además, ¿crees que los desarrolladores detrás de los Helghast contarían una historia matizada? En ambos casos, había motivos para desconfiar de que lo lograran.

Y, sin embargo, había el mismo escepticismo con respecto a Breath of the Wild. No había duda de que Nintendo podía producir un videojuego "divertido" de Zelda, pero la compañía aún tenía que demostrar que era capaz de renovar su fórmula obsoleta del modo en que había ocurrido con Mario (ve: Super Mario Galaxy, Super Mario 3D Land). Breath of the Wild hacía parecer que Nintendo estaba asimilando pautas importantes de la forma en que otros vieojuegos emplean el caos como una estrategia de diseño, pero el espíritu perfeccionista de Nintendo siempre estuvo en contraposición con esa filosofía.


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Entonces, sucedieron dos cosas.

Guerrilla Games superó todas las expectativas con Horizon. Aloy fue un triunfo, un personaje igualmente empático, fuerte y encantador; el mundo de Horizon era tan hermoso como atractivo, y sus giros hicieron lo que se supone que deben hacer los buenos giros: mejorar tu comprensión de lo que te rodea; el combate fue lo suficientemente dinámico como para mantenerte interesado en el juego de principio a fin, incluso después de jugar The Frozen Wilds por doce horas.

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El problema fue que Nintendo no sólo superó todas las expectativas con Breath of the Wild, sino que además hizo algo extraordinario. No sólo superó con creces la escéptica vara con la que los fanáticos de Zelda medirían el juego, sino que rápidamente se convirtió en el tipo de experiencia definitoria de un género en el que las personas compran una consola sólo para jugar con un videojuego. Personas a las que no les gustaba Zelda estaban jugando Breath of the Wild. Ése es el tipo de alcance que tenía el juego de Nintendo.

Todos a mi alrededor estaban hablando de Breath of the Wild, compartiendo capturas de pantalla e historias del videojuego, y hablando en general de él. Horizon literalmente había sido lanzado sólo unos días antes, ¡y fue súper bueno! Por supuesto, muchas de las personas con las que hablo o a las que sigo son críticos y diseñadores de videojuegos, por lo que no es una sorpresa que estuvieran obsesionados con lo brillante que era Breath of the Wild, pero hicieron parecer que Horizon era simplemente un incidente menor en el calendario de lanzamiento.

Digo todo esto con respeto y aprecio por Breath of the Wild; fue uno de mis videojuegos favoritos del año pasado. Pero al jugar The Frozen Wilds, recordé que el juego de Nintendo logró eliminar exitosamente gran parte de lo que me encantaba de Aloy y sus dinosaurios robot. Supongo que ésta es una manera realmente extensa de decir que Horizon es MUY BUENO. Lo dije en su momento, pero The Frozen Wilds me hizo pensar que no lo había dicho con suficiente vehemencia.


Y por eso, estoy aquí reiterándolo.

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