Todo lo que sabemos sobre los robos de bicis eléctricas de Madrid

Tiradas detrás de un seto, flotando sobre las aguas de Madrid Río o arrojadas a un contenedor de basura. En las últimas semanas, infinidad de bicicletas de BiciMad -el servicio público de alquiler de bicis eléctricas de la capital- vienen apareciendo en cualquier lugar menos donde tienen que estar: ancladas en alguna de las 165 estaciones repartidas por la ciudad.

El vandalismo se ha convertido en un grave problema para Bonopark, la empresa adjudicataria del servicio, y ha generado una oleada de críticas entre los usuarios y un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento y la Policía Municipal. Los datos hablan por sí solos: en lo que va de año, 450 bicicletas han sido arrancadas de sus bases. De ellas, 215 en sólo 15 días, del 1 al 15 de julio. Y muchos se preguntan: ¿qué demonios está pasando?

Lo diré pronto, pues cuanto antes se sepa, antes se podrá poner solución al problema: los chavales han encontrado la manera de arrancar las bicis de las estaciones. Al parecer, tirar como un cabestro de una bici correctamente anclada, con su pertinente luz verde, acaba surtiendo efecto: la bicicleta se rompe, pero se puede utilizar. Y así, los avispados vándalos pueden disfrutar de ella gratis durante unas horas para irse de fiesta al centro y volver a casa al amanecer tras soltarla en el solar más cercano, donde la acaba recogiendo la Policía Municipal gracias al dispositivo GPS que llevan integrado. El problema se agrava cuando un usuario "legal" llega con su bici y la ancla a la estación previamente forzada, pues ésta queda bloqueada con la pertinente luz roja. Y al tener el anclaje roto, son mucho más fáciles de arrancar. Vuelta a empezar.

"La solución al problema es realmente compleja", me cuenta Iván Villarubia, del blog 'En bici por Madrid' y una de las personas más al tanto de todo lo que concierne a las dos ruedas en la capital. "Ni siquiera cambiando los anclajes se consigue evitar, y de hecho ya se han cambiado casi 800 de ellos, así que la única solución sería un hipotético (y caro) rediseño de las bicis y, a corto plazo, un incremento de la acción policial: hay que llamar a la colaboración ciudadana y entre todos declarar la guerra a los vándalos".

Primeros ladrones detenidos

Esa guerra ya ha comenzado. Este mismo lunes, la Policía Municipal publicaba un tuit en el que informaba de la detención de dos jóvenes en Villaverde por "tomar prestadas" sendas bicicletas de BiciMad. "La realidad es que no eran tan chavales", me explica una portavoz de la Policía Municipal: "tenían 23 y 26 años. así que son mayores de edad". Ambos fueron trasladados a la comisaría de Usera, y ahora será el juez el que decida el castigo. Pero tal y como me confirman desde la Policía, "teniendo en cuenta que la bicicleta tiene un valor superior a 400 euros, el código penal establece que se trata de un delito de hurto".

Según la Policía, las de Villaverde no son las primeras detenciones relacionadas con el mal uso de las bicis eléctricas de la capital. "Estas actuaciones entran dentro del día a día de la Policía Municipal. Entendemos que es un problema que hay que afrontar, aunque es cierto que se han multiplicado los casos de vandalismo con la llegada del verano y la Policía está teniendo que recoger muchas más bicicletas abandonadas". Un trabajo del que, en teoría, deben encargarse los camiones de BiciMad y para el que, dadas las circunstancias, no dan abasto.

La pregunta que surge es inevitable. Teniendo en cuenta lo incívicos que somos los habitantes de esta ciudad, ¿nadie pensó esto antes? ¿No pusieron a algún musculado Maciste a tirar como un poseso para comprobar que no había manera humana de sacar las bicis sin partirlas en dos, o algo por el estilo? Pues por lo visto no. "La solución pasa por la concienciación y el civismo", me cuenta una responsable del área de movilidad del Ayuntamiento. "Lo que queremos es que el sistema funcione bien y haya bicicletas disponibles para todos".