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Cultură

El candidato punki a la Generalitat que no quiere ser presidente

Antonio Baños es un músico y periodista de Nou Barris, distrito obrero de Barcelona, que abraza por igual la lucha anticapitalista y el sentido del humor.

Antonio Baños tocó en el Primavera Sound con su grupo Los Carradine y su admirado Billy Bragg.

Miércoles 9 de septiembre de 2015, a pocas horas del inicio de la campaña electoral más decisiva de Cataluña, en unos estudios de Barcelona en prime time televisivo (las doce y media de la noche, ¡Ja!), seis candidatos a las Elecciones al Parlamento Catalán se pelean sobre el puesto de un ausente Artur Mas en la lista del Junts per Sí (en el número 4 por Barcelona pero que por un rocambolesco pacto, opta a Presidente de la Generalitat si esta formación gana). La voz cantante la lleva Xavier García Albiol del Partido Popular de Cataluña, sabiendo que la no comparecencia del polémico líder catalán le hará ganar simpatías entre la audiencia. Todos hablan, discuten y plantean sus dudas. Hasta que le toca el turno al representante de la CUP-Crida Constituent, un periodista de Nou Barris, distrito obrero de Barcelona, de nombre Antonio Baños, que nunca se había dedicado a la política institucional hasta finales de julio de este año.

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En vez de loar el programa de su partido o arremeter contra otros candidatos, Baños le pide perdón a Albiol porque él tampoco se presenta a candidato de la Generalitat ni es cabeza de lista ya que en la CUP no existen los cabezas de lista y "¡Dios me libre de ser Presidente de la Generalitat! Más que nada porque en la CUP queremos una Presidenta de la República Catalana". La declaración deja a Albiol, con su dos metros de altura y cara de Roberto Dueñas de derechas, sonriendo estúpidamente. No ha entendido nada, y tememos que la audiencia de 'El debate de La 1' tampoco.

"¡Dios me libre de ser Presidente de la Generalitat! Más que nada porque en la CUP queremos una Presidenta de la República Catalana".

Baños publica en twitter una canción de campaña diaria dedicada alguna causa política. Lotte Lenya, Billie Holiday, Pulp, Eskorbuto, Els segadors -versión western de Rafael Subirach-s o That's entertainment de The Jam.

Pero ¿quién es este Antonio Baños que ha aparecido de golpe en la política catalana y que en poco tiempo ha desmontado todo los pronósticos de la prensa nacional sobre la independencia de Catalunya? Baños (Barcelona, 1967) fue uno de muchos chicos de barrio que -soñando con ser periodista- se matricularon en Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Bellaterra. Como profesional de la letras y la información ha hecho de todo: desde entrevistas literarias para el AB o Ajoblanco, cubrir la campaña electoral de José María Aznar en el 2000, redactar textos sobre el concurso de fuegos artificiales de la fiesta de la Mercè o artículos sobre política o economía de toda clase y en miles de medios. También estuvo treinta días viviendo en Second Life (¿recuerdan?) contando sus experiencias para el suplemento de verano de un diario de gran tirada.

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Si algo caracteriza a los escritos de Baños es su gran sentido del humor y su tremenda imaginación para encontrar metáforas tronchantes. El otro día lo demostraba en la entrevista de Josep Cuní en 8TV (televisión catalana vinculada al diario La Vanguardia) cuando explicaba a un colaborador del programa del decano periodista catalán la diferencia entre el independentismo de la CUP y el independentismo de Junts Per Sí (la candidatura de Convergencia y Esquerra Republicana). "En la CUP decimos ruptura con el estado como si yo te dijera 'Te quiero'… significa que te quiero y me hago responsable de mis palabras, Pero si tú en vez de devolverme la respuesta me das un larga discurso donde propones diferentes escenarios puedo dudar que tu amor no sea tan firme como el mío (…) pero tío, te quiero, en serio". No se enfocó, pero la cara del periodista Cristian Segura tenía que ser un poema.

En clave de humor, como siempre, pero comprometido con la causa independentista, anticapitalista, feminista y social de la CUP, Antonio Baños se presenta ahora en cada mitin con un "Hola Soy Antonio Baños, me presento a candidato por la CUP de Barcelona y no, no investiremos a Artur Mas como presidente de la Generalitat". La manía de la prensa nacional por personificar todo el proceso soberanista catalán en una sola persona provoca que esta sea la pregunta que más hacen a Baños. Sin tener en cuenta que en los últimos sondeos de varios medios y el CIS dan a la CUP entre 10 y 12 diputados al Parlamento catalán. Nada mal para una fuerza política esencialmente municipalista, asamblearia y social que lleva más de treinta años luchando pero que hasta las elecciones de 2013 no se presentó, por primera vez, a la Generalitat.

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Apoyados por algunos popes del 15-M (que rápidamente huyeron a las filas de Pablo Iglesias y su sueño de transformar España) y por muchos jóvenes independentistas de diversas luchas sociales, la CUP puso a 3 diputados en el Parlament, entre ellos David Fernández, periodista no suscrito a la CUP como el propio Baños. Un político que en poco tiempo se ganó el corazón de toda Catalunya con sus discursos sencillos llenos de datos sobre la lucha social y obrera y, sobre todo, con aquel "Adiós gansgter", zapatilla en mano, con el que se despidió de Rodrigo Rato en una comisión de investigación del Parlamento de Cataluña. Mucho de ese sentido común y sencillo de la calle de Fernández también lo tiene Baños, pero este tiene su estilo propio: el de candidato pop y divertido. Antonio ha abandonado (no del todo) el look camisetas reivindicativas de Fernández y gusta en muchas ocasiones de llevar traje, corbata y -atención- chaleco, al más puro estilo dandy británico. Un punki con corbata.

Antonio ha abandonado (no del todo) el look camisetas reivindicativas de Fernández y gusta de llevar traje, corbata y -atención- chaleco, al más puro estilo dandy británico. Un punki con corbata.

Parlanchín, el muñeco de Baños con siniestro parecido al cantante de los Sex Pistols, John Lydon

Y es que Antonio, aparte del periodismo, ha repartido su vida en dos tareas menos lucrativas pero igualmente intensas: la música y la literatura. En la segunda destaca por dos libros divertidísimos sobre economía escritos poco después de la crisis financiera de 2007, "La Economía no Existe" (2009) y "Post-economía" (2012). En ellos, Baños utilizaba su humor ácido para explicar la debacle económica de los últimos años. También destacamos "La Rebelión Catalana" (2014), donde ponía su granito de arena intentando explicar el asunto catalán también con anécdotas y metáforas divertidas como la creación de la Estrella de la Muerte, una bola gigante que flota encima de España donde viven la administración general del estado, la iglesia, las oligarquías y los banqueros que dominan todo el mundo de abajo, los ciudadanos del imperio y los rebeldes.

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En música, su nombre ha estado vinculado al de Los Carradine, banda influenciada por los sonidos de The Clash, Violent Femmes, Billy Bragg, They Might Be Giants o Jonathan Richman, que formó a finales de los ochenta con sus compañeros de facultad Rafa Tapounet, Xavi Martín y Nacho Gil. Publicaron cuatro maquetas entre 1993 y 2005 y un disco en 2007 de título Sospechoso tren de vida con el que cumplieron su sueño: tocar con Billy Bragg su canción Billy Bragg en el Primavera Sound. Bragg estaba encantado con el homenaje de Los Carradine y prefirió disfrazarse de abeja y tocar en el escenario para niños del festival de Barcelona antes que subirse con Wilco a tocar algún tema de Woody Guthrie. "Estos chicos son mucho más divertidos que Jeff Tweedy", comentó en aquel momento. La banda llegó a grabar otro trabajo, un libro-disco para niños llamado Academia Rocanrol, un proyecto junto al ilustrador Juanjo Saez que rescató la web Blisstopic en 2015 del cajón donde estaba escondido desde 2009, completando todo el libro con dibujos de la ilustradora Esther Burgueño. Ahora el sello Bobo Integral ha publicado una edición en vinilo muy chula. Desvinculado de Los Carradine, Baños puso en marcha su performance-pop-punk llamada Boncompain, un delirante experimento de teatro pop del que salías llorando de la risa en cada actuación, sobre todo por su número con Parlanchín, un muñeco con el que convive desde que era un tierno infante y que tiene un siniestro parecido con el cantante de los Sex Pistols, John Lydon. Baños se encontraba ultimando el comienzo de la grabación de su disco como Boncompain cuando la política llamó a su puerta.

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Independentista reciente, como muchos activistas en las diferentes listas políticas que buscan la soberanía de Cataluña, Baños comenzó a dar charlas con Súmate, un colectivo de inmigrantes e hijos de inmigrantes que lleva tres años explicando por qué Cataluña tiene que ser independiente por diferentes puntos de la geografía catalana de mayoría castellanoparlante. En muchas de esas charlas coincidió con gente de la CUP fans de sus libros. La gente de la Candidatura de Unidad Popular vio en Antonio un magnífico candidato para Barcelona, alguien con un estilo diferente a David Fernández pero que transmitiera positivismo y buen rollo (aunque cuando hay que repartir ZASCAS no se corta, si no que se lo pregunten a Pablo Iglesias). Cuentan que el propio Fernández fue quien lo propuso como candidato.

La CUP le invitó a entrar en las primarias del partido y Antonio, sensato él, dijo que no. Muchos amigos y colegas intentaron convencerle de que este era el momento exacto para entrar en política y hacer algo positivo por la gente. Hace dos años la CUP no ocupaba las tertulias políticas, no existía (solo era conocida en las luchas sociales) y ahora tiene en sus manos la llave del proceso soberanista catalán. Su oposición firme a Mas y sus convenciones independentistas, feministas y anticapitalistas hacen de ella una opción política muy interesante que gana más adeptos día a día. Antonio adora la CUP y se convenció de que tenía que ayudarles en todo lo que fuera posible, aunque tuviera que hipotecar cuatro años de su vida dedicados a la política.

Antonio Baños odia Twitter. Pero si eres político y no tienes Twitter no eres nadie: le obligaron a hacerse uno. En una hora tenía doce mil seguidores, pero se tiró un mes sin escribir nada. Ahora parece que se ha puesto las pilas y lo puedes ver mirando la pantallita del móvil que le han prestado porque en su móvil de siempre la app más moderna es el juego de la serpiente. El otro día en 8TV le dijeron que #baños8aldia había sido trending topic mundial y él respondió que no sabía muy bien lo que era eso y que lo disculparan por ser un analfabeto en las redes sociales. Esa mezcla entre nueva política y pose vintage que lleva con gafas redondas estilo Trotsky) le hace irresistible a las cámaras y el electorado. Cosa que vivió en sus carnes el pasado día del 11 de septiembre camino de la Vía Lliure.

Se tuvo que parar cada dos por tres para hacerse selfies que le pedían jóvenes y adultos que se habían acercado a la multitudinaria performance política (que no manifestación) organizada por la ANC y Omnium. Allí se vivió otro momento divertido de esta campaña, cuando Antonio se cruzó con el convergente Ramón Tremosa (candidato al Junts Per Sí) y este le pidió una foto juntos abrazándose. Antonio, con su cachondeo habitual, preguntó a la gente de prensa de la CUP si podía abrazarse con uno de CDC. Mientras Tremosa se pegaba a Baños, este consultaba a gritos a partir de qué ángulo se considera abrazo y pidiendo que nadie le mandara la foto a Pablo Iglesias (que utilizó el abrazo entre Mas y David Fernández para meterse con la CUP en su primer discurso en Barcelona).

Todo era de broma, muy fair play antes de la batalla electoral pero alguna gente de Catalunya Si Que Es Pot (coalición de Podemos, ICV y Equo) ya estaba retuiteando la foto para ilustrar lo malos son los de la CUP que se abrazan a convergentes neoliberales (cayendo en la trampa de la foto, se hizo precisamente para eso). A la política le hace falta más sentido del humor, y también más punk-rock, y por eso Antonio Baños es el candidato pop. Por ahora en la red social del pajarito azul, Baños está publicando una canción de campaña diaria dedicada alguna causa política. Hasta hoy mismo lleva temas de Lotte Lenya, Billie Holiday, Pulp, su admirado Billy Bragg (ese temazo que es Ideology), Eskorbuto, Els segadors versión western de Rafael Subirachs o That's entertainment de The Jam.

Nota Final: Antonio Baños, además de escribir, cantar, tocar varios instrumentos y dar discursos fantásticos, también baila infinitamente mejor que Miquel Iceta. Alguien de la CUP debería exigirle que se pegara unos bailes funkies el próximo 27 de septiembre por la noche cuando se sepan los resultados de las elecciones catalanas.