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Cultură

Archivo VICE: Un dealer de coca en México

Nos fuimos a dar el rol con un dealer de coca de 44 años, diabético y con un hijo autista.

Julián es un dealer de coca de 44 años. Lleva ya varias décadas trabajando en la ciudad de México. Accedió a llevarnos a dar unas vueltas con él mientras trabajaba. El teléfono nunca dejó de sonar.

VICE: Ayer no nos pudimos ver porque tenías un juego de póquer muy importante. ¿Cómo te fue?
Julián: Pues, bien, güey. Gané. Repartimos a lo último. Me cayeron mil pesos. Tranquilón. Hoy había un torneo más tarde, pero ya no voy a llegar. ¿Conoces a raza pesada? ¿Tienes contactos con policías, políticos y así?
A huevo que sí. El AFI. A huevo. Todos están bien conectados, todos son unos pinches patrañosos, wey. Sobre todo ahí en delincuencia organizada y antisecuestros. Atiendo a los picudos. A esos les vendo. Me mandan a sus chalanes en pinches coches blindados y la verga. [Prende un cigarro] A la vejez, viruela. Nos detenemos en una farmacia. ¿Vas a comprar medicinas?
No, pinches golosinas para diabético. Ah, sí, soy diabético. Si no se complica la existencia, ¿para qué vergas?, no sirve de nada la vida. No me tardo ni madres, cabrón. Aguántenme. Diez minutos después, seguimos hacia el sur de la ciudad. Julián: Mira este cabrón [señalando a un travesti]. No mames. Lástima que tienen antena. Si no, fiuuuuu. ¿Nunca te has aventado, cuando andas bien perico y caliente, a que te peguen un mamadón?
Con putas, sí, claro que sí. Ya a mi edad no se me puede juzgar de que me chingue a un wey o no. ¿Andas en todos lados?
Sí, pero no entro al centro ni de broma. Hay más tira. Las probabilidades aumentan. Es por eso, no por miedo. Si un cabrón me habla de las Lomas y me pide nomás uno y que me va a pagar con cheque, no, pues, a la verga: no voy, cabrón. ¿Has estado en broncas o balaceras? ¿Te han atorado?
Sí, a huevo, hace muchos años, cuando era poderoso y movía muchos kilos. Pero no he estado en la cárcel. La bronca es que te agarran, y es un secuestro, un vil secuestro. No te agarran como los gabachos, que te detienen y vas pa’trás. Te agarran con el afán de tumbarte dinero. Te traen dando vueltas en el coche y hacen su pancho para que dizque te culees: pura verga. Nomás quieren dinero, cabrón. Y en esa época me chingaron porque traía muchas armas. Andaba armado, y ahora, ya no. La bronca son las armas también. Eso fue en los noventa. Ganaba 10 o 15 mil dólares diarios, pero tanto billete te pone loco. Me rompieron la madre tres veces en dos años. ¿Te tenían fichado?
No. Acuérdate que los grandes imperios se caen por las viejas. Las viejas son las que me rompieron la madre. Pero el primer chiva fue un cabrón que metí a trabajar conmigo que era un pinche ojete. Fue el que me aventó. ¿Ya no aspiras a ser el próximo Tony Montana?
No, claro que no. Hay un dicho que dice “Es mejor ser el hermano del presidente que el presidente”, cabrón. La neta. Yo no quiero que ni me volteen a ver. Eso no le funcionó muy bien a Raúl Salinas.
La cagó. ¿Discriminas para venderle a la gente?
Violadores y secuestradores, paso: no me laten. A ese tipo de cabrones, no. ¿Y a un niño de 13 años?
No, no, ¿cómo crees? Va a parecer hasta pedofilia. Ya ni siquiera es si le vendes a un chamaco o no. Es bronca. Paso sin ver. ¿Todos los días tienes clientes nuevos?
No, no, ya tengo a mis clientes. Tengo unos muy fuertes que se gastan 5,000, 8,000 semanales. Están cabrones. Hasta yo les digo: “Oye, cabrón, ¿qué haces con tanta madre? Invita, pinche loco. Te va a dar un paro”. A los baserolos no me gusta venderles. A los baserolos me caga venderles: son muy latosos. Están chingue y chingue y hable y hable, y es venta, sí, pero un cabrón que te habla seis veces en una noche… También quiero descansar. Hay horas. De nueve a once, están chinga y jode. Luego se calman. Luego a las dos, tres, empiezan a hablar, y después los amanecidos, a las siete, ocho. ¿Los atiendes a todos?
No, ya no. No es igual que antes. Antes tenía mucha pinche energía, salud y huevos. No han bajado ni los huevos ni la energía; básicamente, la salud. Requiero a huevo de descanso. Igual no me duermo. Necesito estar acostado, estar en tu casa, ver películas. No ando dando rol. Voy y me encierro, me pongo a ver tele o a hacer papeles y los peso. ¿Qué tipo de películas te gusta?
Las de violencia explícita. Policías y ladrones. Blow me da mucha tristeza. Carlitos way también se me hace muy triste. Scarface es la biblia. ¿Tienes vacaciones?
Es el pedo. Todos me dicen vamos a Acapulco, vámonos acá, vámonos allá, y la chingada. Me puedo largar a Cuba, a Estados Unidos o adonde se me hinchen los huevos, pero, la neta, no. Ps, ahorita sólo me importa mi hijo nomás, mi gordo. Mi gordo es autista y antes era sordo, pero ahorita ya oye el hijo de su pinche madre con el implante que le pusieron; entonces, ya escucha el cabrón. Pero lo voy a mandar a China al cabrón, a terapia, y después me voy a enfocar a comprar una casa con alberca porque le encanta el agua. Ahora sí que mi motivación, mi meta y proyecto es mi hijo nada más, cabrón.

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