Los campos del odio

Ilvy Njiokikjien es una joven fotógrafa holandesa de 27 años. Desde 2008, multiplica sus idas y venidas entre los Países Bajos y Sudáfrica, para fotografiar a los miembros del brazo extremista de la comunidad afrikáner. Luego de haber pasado muchos años en contacto con los líderes de la extrema derecha blanca de Sudáfrica, en 2001, fue a visitar los campos de entrenamiento Kommandokorps, destinados a "preparar a los adolescenetes de la comunidad afrikáner ante un eventual ataque de parte de los negros sudafricanos". Esta fotógrafa acaba de ganar –junto con su compañera periodista Elles van Gelder– el prestigioso premio World Press Photo 2012. Cuando vimos esta serie de imágenes, fuimos a hablar con ella sobre todo lo que vio en los campos del odio.

VICE : Hola, Ilvy. ¿Cómo escuchaste hablar de estos campos de entrenamientos afrikáners?

Ilvy Njiokikjien: La primera vez fue durante el funeral del líder de extrema derecha en Sudáfrica, Eugene Terre Blanche. Fue asesinado en 2010 y era integrante del Movimiento de Resistencia Afrikáner, una organización extremista sudafricana. En el sepelio conocí al líder del campo Kommandokorps, el coronel Jooste. Me llamó la atención entre la multitud porque llevaba un viejo uniforme militar, de los del Apartheid. Un poco intrigada, fui a preguntarle directamente. Al final de nuestra conversación, le pregunté si podría ir a visitar uno de los campos.

¿Cómo hiciste para tener acceso a todo el campo? ¿Podrías fotografiar todo lo que quisieras o había restricciones?
Como mi compañera, Elles van Gelder, y yo hablamos afrikáans, nos dejaron fotografiar y filmar todo lo que quisiéramos. El coronel Jooste está muy orgulloso de su organización, así que no tuvo ninguna reticencia al mostrarnos todo lo que pasaba en el campo.

¿Hay muchos campos de entrenamiento en Sudáfrica?
Sí, se han extendido mucho. De hecho, hay muchas asociaciones de afrikáners más o menos importantes. Pero para ser franca, hay muy pocos como Kommandokorps, que es una institución completamente marginal.

¿Cuáles son las razones por las que los padres envían a sus hijos a estos campos? ¿Es como un castigo o es una forma de hacer buenos afrikáners?
Es más bien como una forma de prevención, por la tasa de criminalidad tan elevada en Sudáfrica. Ellos consideran que sus hijos tienen que aprender a defenderse. No es un castigo; de hecho, muchos chicos incluso están felices de ir. Como ya no hay servicio militar obligatorio en Sudáfrica, los padres piensan que si envían a sus morros a estos campos, se harán verdaderos hombres.

Ya veo. ¿De qué clase social son la mayor parte de los que van ahí?
Hay de todo. Pasé un montón de tiempo con sus familias en Sudáfrica; algunas eran más bien pobres, otras venían de clase pudiente. Hay citadinos tanto como chicos que vienen de zonas rurales. Es muy variado.

¿Quiénes los cuidan? ¿El coronel Franz Jooste, de quien nos hablabas hace rato, atacó a los negros durante el Apartheid, no?
Ajá. Franz Jooste participó en los combates en la frontera durante el Apartheid. Los otros responsables [de los chicos] han subido cada uno de los escalones del Kommandokorps. Al principio, también había chicos con prácticas más avanzadas que eran enviados ahí para entrenarse.

¿Qué clase de entrenamiento tienen estos chicos?  Tengo la impresión que sólo se trata de correr entre el bosque y jugar gotcha.

Es un entrenamiento de tipo militar. Es muy duro, sobre todo para los jóvenes. Me acuerdo de uno que tan sólo tenía 14 años y era incapaz de ejecutar todos sus ejercicios.

Cada mañana los chicos se tienen que levantar a las 4:45 de la mañana. Los ponen a correr, a hacer sentadillas, abdominales y otros suplicios. En la tarde, cuando el coronel los ha agotado durante todo el día, les dan clases sobre "enemigos" y "la raza".

¿En qué consisten esos cursos?

Son lecturas durante las cuales el coronel les explica que la mayor parte de los crímenes en el mundo son cometidos por negros, y que los negros son diferentes a los blancos. Por ejemplo, les dice que los negros tienen un cerebro más pequeño.

OK. ¿La humillación forma parte del proceso de aprendizaje?

No es tanto así como humillación en el sentido estricto, pero le coronel está convencido de que entre uno más les grite a los chicos, estos más se endurecen.

¿Crees que, dentro de lo que cabe, los blancos extrañan los "buenos tiempos" del Apartheid?

Soy incapaz de contestar a esa pregunta. Hay muchos puntos de vista diferentes; entre los nostálgicos del Apartheid, aquellos que se sienten culpables, los que tienen miedo de que la cultura y la lengua afrikáner desaparezcan, etcétera. También hay sudafricanos blancos a quienes no les importa para nada.

¿Al fin de su estancia, los chicos tienen la misma visión a propósito de los negros? Imagino que antes de entrar a Kommandokorps, no todos son verdaderamente racistas.

Muchos de ellos cambian de todo a todo –incluyendo su visión sobre los negros– durante su estancia. Muchos ya llegan con prejuicios racistas y otros no. Desafortunadamente, estos últimos son tan frecuentemente sometidos a las ideas del coronel que se van del campo con un odio racial que les costaría mucho trabajo hacer a un lado.