FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Fatboy Slim: "No se equivoquen, el EDM va a colapsar"

Hablamos con Norman Cook, uno de los Djs más influyentes de los decks, y nos contó de sus inicios en el house y lo que tiene planeado para el futuro.

Cuando entras a la casa de Norman Cook en Brighton notas dos cosas. La primera es su colección de premios: un montón de Brits, unos cuantos hombrecillos de MTV en la luna, una pelota de fútbol firmada por Tim Lovejoy que conmemora una serie de apariciones en Soccer AM. La segunda es una repisa luminosa llena de caritas sonrientes que no pasa desapercibida, un santuario dedicado a ese ícono de la sonrisa que va desde cosas hippies de San Francisco hasta el símbolo por excelencia del acid house.

Publicidad

El smiley, la noción de la sonrisa y la felicidad en general, se han convertido en algo inseparable de Cook. Siempre está listo para mostrar sus dientes y cortar con cualquier seriedad o vanidad. Es como si estar rodeado de este símbolo infantil mantuviera controlada esa noción de grandeza que llega cuando te vuelves una de las personas más influyentes en los decks.

Como en una típica mañana ventosa de Brighton, las olas chocaban contra el lounge de Cook. Fui invitado para hablar principalmente de tres cosas: su Smile High Club, el vigésimo aniversario de su sello discográfico Skint y la reedición de su álbum del año 2000, Halfway Between The Gutter and The Stars.

No tengo que darles una reseña histórica de su carrera como productor, re-mezclador y DJ, porque cualquier persona, incluso, aquellos que no salen de fiesta los fines de semana han oído hablar de Fatboy Slim. Él es el DJ de las camisas hawaianas con el que tu mamá se despeluca en el carro, el activo fijo de los escenarios principales que tu puberto hermano quiere ver estas vacaciones, el marchito caballo de guerra que ha musicalizado miles de contiendas futbolísticas. Él es una parte no comestible de la cultura británica contemporánea, un resto del pasado que ha difundido la promesa de esperanza para la columna de Chris Evans. Él es, como él mismo dice, "un tipo que toca discos y mueve los brazos".

Como suele suceder, el pasado llegó a nuestra conversación, pero durante la mayor parte del tiempo Cook se enfocó en su situación actual y hacia dónde irá este padre de dos niños a los 51 años. El plan actual es la expansión. Comenzará este proceso en Creamfields y SW4 en junio. "He tocado en ambos muchas veces, así que decidimos crecer y pedí encargarme", me dice. "Queríamos crear una vibra dentro de una enorme estructura que lo hacía sentirse como si no fuera simplemente otra carpa en otro festival. Así que hicimos una lluvia de ideas, tuvimos unas sesiones de pensamiento al aire libre y se nos ocurrió el nombre de Smile High Club".

Publicidad

Para los principiantes: Cook no le va a pedir a los farreros que lo acompañen en un EasyJet para hacer una fiesta a 35,000 pies de altura. Los afortunados fans viajarán de show en show en un jet privado. "Volarán entre shows mientras yo conduzco, ellos serán más VIP que yo", Cook dice. Lo que podría parecer una muestra de seguridad financiera en una época de incertidumbre económica tiene un poco más de sentido en el contexto de la campaña Random Acts Of Smilyness, que Cook y su equipo están integrando a la experiencia durante su festival en el verano. "Siempre he sido de esos que le quieren comunicar algo a la personas y hacerlas sonreír igual que bailar. A algunas personas les gusta volverse locas con lo underground y a veces desearía poder hacer lo mismo". Hay una milésima de segundo de duda, la sonrisa parece desaparecer imperceptiblemente por ese momento. "Pero no es mi fuerte. No critico a la gente que se toma enserio la música, porque yo lo hago. Aunque también me tomo enserio la fiesta".

Regresamos a esos primeros días de finales de los 80. Mientras que el acid house nunca dejó los clubes, en muchos años no se había sentido tan prevalente como ahora. Cook fue testigo de su nacimiento en el Reino Unido. "Ese fue el primer segundo verano del amor y cuando me mudé de Hull a Brighton, porque el acid house llegó a Hull no en 1988, sino en 1991. Todos mis amigos estaban usando máscaras con caras felices y diciendo 'acieeeeeeed' y pensé, ¿Y yo qué? Así que me llevaron a Tonka y me dieron una pepa".

Publicidad

Para los principiantes: las fiestas de Tonka fueron legendarias, ocurrían en Brighton Beach organizadas por el inigualable DJ Harvey y su amigo Chocci, entre otros. "Tenían fans que sabían que ellos organizaban las mejores fiestas en términos de música y atmósfera", dice Cook. "Esa fue la primera vez que realmente los DJs se veían como una deidad. El hecho de que Harvey tuviera ese look como el de Jesús, también le ayudó. Hay gente de mi edad a la que se les sale una lágrima cuando recuerda esas fiestas".

La mezcla de todo lo que ocurría en Tonka se convirtió en lo que se conoce como Balearicy y en ese entonces el naciente acid house, que abrió los ojos del ex-rockero, pero fue el crew Boy's Own de Terry Farley y Andrew Weatherall y un fin de semana en Butlins en Bognor Regis lo que le dieron a Cook su eufórico momento de epifanía.

"Mis amigos me llevaron y hasta el momento realmente no entendía eso del acid. Vi al (Underworld's) Darren Emerson, a quien conocí muchos años después. Le estaba contando esta historia de cuando vi a alguien que tocaba dos copias de "I'll Be Your Friend" de Robert Owens y todos estaban abrazándose, con las manos en el aire, y pensé ¡ahora lo entiendo!", dice. "Fueron todos esos ruidos ácidos que funcionan con el éxtasis. Así que le conté a Darren y dijo "sí, ese era yo mezclando". Ese fue el momento. Además de hacer cosas de hip-hop, ese fue el momento en que comencé a hacer house.

Publicidad

Cook está convencido de que las ostentosas, parpadeantes y gigantescas luces del EDM son las responsables de la obsesión de esta cultura por la retrospectiva. "Creo que la gente quiere recuperar el house que está bajo el poder del EDM. Ya sea siendo puristas o actuando de una manera más pura. Se trata de recuperar el house, lo que era, del poder del lado más comercial".

Foto vía Wikimedia Commons

"La nostalgia se fundamenta en querer volver a los viejos valores e intentar crear una experiencia como las de antes", continúa Cook. "No importa si es gente recreando batallas medievales o construyendo yurtas, todos intentan sucitar valores perdidos. Todo lo que está pasando en la música dance actualmente es porque la gente quiere regresar a la euforia genuina más que a la euforia artificial que es generada por esos grandes pads de sintetizadores".

Aunque Cook es, y siempre ha sido, una elección popular y una atracción comercial, se ve como un ente completamente independiente de los artistas de conciertos de estadio que han visto a los chicos cambiar a Kid Rock por Kaskade. "Está bien de entrada, pero no se equivoquen: el EDM va a colapsar. Está sostenido por un esquema piramidal para hacer dinero y tan pronto como deje de ser rentable, el castillo de cartas caerá. Queremos que haya algo para cuando la burbuja explote".

Y cuando esa burbuja explote, Fatboy Slim estará ahí, en el escenario, para hacer sonreír. "Tengo un pequeño ritual: me tomo unos tres Red Bulls, me quito los zapatos, me pongo la camisa hawaiana y eso me da carácter. Justo antes de subirme al escenario, mi tour manager me pega duro en las mejillas para salir a pelear al escenario. Y cuando tenga al menos diez personas emocionadas con lo que está pasando, cuando haya logrado eso, mi mente volverá a ese momento cuando tenía 17 años".

Lo dejamos, sonriendo.

Además de la reedición de Halfway Between the Gutter and the Stars (que ya se encuentra disponible) y de su reciente lanzamiento 4CD set The Fatboy Slim Collection, a mediados de agosto veremos al aire su compilación 20 Years of Being Skint. ¿Por qué no ponerse en el mood Fatboy escuchando este remix exclusivo?

Sigan a Fatboy Slim en Facebook // Twitter Sigan a Josh en Twitter