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Todas las cosas extrañas que no sabías de Fidel Castro

Como que era un muy buen deportista o que le escribió una carta a Franklin D. Roosvelt cuando tenía 14 años.

Fidel Castro en 2001 (Foto por Paul Faith/ PA Wire).

Fidel Castro, que murió el viernes pasado a los 90 años de edad, estaba considerado prácticamente muerto desde hace diez años, cuando se retiró de los reflectores después de un derrame cerebral y dejó a su hermano a cargo del país.

Como siempre, él fue quien rio al último. Castro vivió más que seis presidentes estadounidenses. También vivió otro medio siglo después del asesinato de JFK. Se rumora que sobrevivió a 638 intentos de asesinato (suena excesivo pero en el transcurso de 50 años, prácticamente es uno al mes), como la vez que pusieron veneno en sus cigarros o en su pluma.

Y aun así, para una vida llena de tumultos, los que lo vieron en su retiro recuerdan una imagen idílica. Vivía en una casa modesta de dos pisos en lo que antes era un campo del golf y se la pasaba viendo televisión y jugando con sus nietos. También escribía ocasionalmente artículos para un periódico comunista, hacía ejercicio dos horas al día y tenía un equipo para traducir libros que no estaban disponibles en español.

Un periodista que lo visitó, descubrió que estaba leyendo Dreams Of My Father de Obama. El texto a continuación no pretende ser una lectura extensa y completa sobre él. De hecho, apenas menciona su terrible historial de violaciones a los derechos humanos. Más bien se trata de una recolección de facetas que llamaron nuestra atención, toques humanos que dotan de un poco de carne y hueso al hombre que sólo conocimos gracias a los noticieros viejos.

ERA MUY BUEN DEPORTISTA

El llamado del destino era evidente para Castro desde 1940, mucho antes de que los discursos de cuatro horas. Castro era un basquetbolista increíblemente talentoso que jugaba para los equipos más importantes de Cuba. En 1944, ganó el premio del " mejor atleta escolar multifacético de Cuba". Básicamente, era perfecto para ser prefecto.

ERA UN NIÑO INCREÍBLEMENTE PRECOZ

Las raíces de su megalomanía no surgieron ahí. De hecho, todo parece indicar que empezaron después de su nacimiento. A los 14 años de edad —lo a los 12, como él afirmaba—, Fidel le escribió una carta a Franklin D. Roosvelt para felicitarlo por su reelección en la que se despide como "Tu amigo". En su cabeza, Castro ya estaba a la par de los reyes y los cortesanos. Son justo este tipo de cosas lo que atrae a los biógrafos.
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ERA ABOGADO

Esta era su verdadera profesión. Entró en la política como candidato del Congreso para el Partido Ortodoxo. Ahí descubrió que era muy buen orador y ascendió rápidamente. Pero también encontró barreras laborales: Fulgencio Batista anuló una elección en la que el Partido Ortodoxo era el favorito para ganar y Fidel se dio cuenta de que no iba a llegar a ninguna parte en la política sin lanzar unas cuantas granadas.

TODAS LAS REVOLUCIONES CONTIENEN UN ELEMENTO DE FARSA

La de Castro probablemente tenía más que la mayoría. En primer lugar, estuvo el desastroso bombardeo con el que inició lo que se convertiría en la revolución cubana. En 1953, él y más de 100 compañeros revolucionarios intentaron asaltar el cuartel militar de Moncada con la esperanza de que ese acto detonara un levantamiento cubano completo. Pero fallaron y fueron aniquilados. Ocho murieron en combate. Más tarde, alrededor de otros 80 fueron asesinados por el ejército. Castro se salvó porque el guardia encargado ignoró sus órdenes y lo envió a una cárcel civil. Una vez dentro, comenzó lo que se convertiría en una larga tradición intentos de asesinato fallidos y una serie de golpes de suerte de Castro. Un capitán del ejército recibió instrucciones para envenenar su comida. El capitán se negó y, en vez de eso, se lo contó al mundo. En ese momento, el general Batista decidió que estaba demasiado débil para arriesgarse a volver a intentarlo y enfurecer a la opinión pública. Había cometido un grave error. Castro se exilió a México, se comprometió, afirmó que una vez cruzó nadando el Río Bravo para reunirse con el presidente cubano exiliado en un motel de Estados Unidos, regresó y derrocó a Batista cuando tenía 32 años.

PERO TODAS LAS GRANDES DERROTAS SE PUEDEN REPLANTEAR COMO VICTORIAS ASOMBROSAS

El órgano oficial del gobierno cubano es un documento llamado Granma, el nombre del yate en el que Fidel trató de regresar del exilio con una pequeña fuerza de invasión. Los guerrilleros a bordo perdieron el curso y se quedaron sin provisiones. Terminaron naufragando en medio de la nada. Después, según afirmó Castro, la fuerza aérea cubana los descubrió y les tendió una emboscada. Al final, quedaron únicamente siete hombres armados.

ERA AMIGO DE UN VENDEDOR DE PLAYERAS

Che Guevara, el icónico argentino que está en todos los posters, ganó su fama en Cuba. Che luchó en la isla con Castro. También fue presidente del banco nacional y ministro de Industria, un cargo decisivo en la unión de Cuba con los soviéticos. Sin embargo, con el tiempo, cayó igual que los otros líderes cubanos hasta que, en 1965, se anunció que había dejado el país. Dos años más tarde, fue capturado y ejecutado en Bolivia.

AL PRINCIPIO NO ERA MUY COMUNISTA

Castro fue etiquetado como el comunista definitivo, después de Kim Il Sung, por el ardor de su ideología. Esto era conveniente pero falso. No era un gran teórico marxista. De hecho, nunca fue un gran teórico. Eso se lo dejó al Che y a su hermano. Por mucho tiempo trató de evitar que lo criticaran abiertamente por ser comunista y declaró ante la prensa que iba a hacer "lo que sea que funcione", como declaró en 1959: "Quiero que quede bien claro, no somos comunistas". Por lo tanto, su primer gobierno fue pragmático: nacionalizaron empresas, intentaron sustituir las importaciones, confiscaron propiedades estadounidenses e implementaron un servicio de salud universal. Sin embargo, el proyecto fue tanto nacionalista como comunista. El problema fue que no prestaron atención a su ideología hasta que empezaron a tener problemas. El aumento de la crisis económica los forzó a buscar apoyo en la URSS. Los rusos compraron todo el azúcar del país y, a cambio, mandaron productos elaborados, divisas valiosas y una tonelada de asesores especiales. Por lo mismo, Castro se aferró a la doctrina de Moscú.

AUNQUE LOGRÓ TENER UN POCO DE ACCIÓN EN LA GUERRA FRÍA

En los años 70 y 80, Castro envió sus tropas a los campos de batalla en Angola y Mozambique, donde estalló una guerra civil con los colonos portugueses que finalmente fueron expulsados. En ambos casos, lo único que lograron fueron estancamientos sangrientos e insatisfactorios contra guerrilleros anticomunistas armados que contaban con el apoyo de las unidades de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica, que son altamente organizadas.

SABÍA QUE NO PODÍA DESPERDICIAR OPORTUNIDADES

En 1980, Castro abrió brevemente el Puerto de Mariel para permitir que los cubanos exiliados que vivían en Estados Unidos se llevaran a sus familiares. En total, más de 120 mil personas dejaron la isla en cuestión de meses. A pesar de que pocos supieron, también se aseguró de mandar botes llenos de presos, pacientes mentales y otros clasificados como "indeseables" en uno de los mayores actos de desecho ilegal en la historia.
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DAÑÓ UNA DE LAS PRINCIPALES EXPORTACIONES DEL PAÍS

Fidel, el hombre del año según la revista Cigar Afficionado, dejó de fumar cigarros cubanos en 1985. "Lo mejor que se puede hacer con esta caja de cigarros es darlas a tu enemigo", dijo en ese entonces. Y decenas de ancianas trabajadoras fueron despedidas.

LE GUSTABA ESCUCHAR A LOS PREDICADORES CALLEJEROS

En un punto, durante uno de sus conciertos de 2001 en el Teatro Karl Marx de La Habana, se puso de pie y aplaudió en una canción sobre Elián González.

Según CELEBRITYNETWORTH.COM, 'Fidel Castro es un líder político por naturaleza con un valor estimado de 900 millones de dólares'

Y, por supuesto, esa cantidad debería estar en su testamento final. @gavhaynes