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El demonio neón: un alucine de horror sobre nuestra obsesión con la belleza

Hablamos con el director sobre el 'Demonio Neon', la belleza y el cine como reflejo de nuestras obsesiones.

La sangre, los colores intensos y la chica más guapa del barrio te hipnotizan como péndulo en la primera escena en El demonio neón. Es el banderazo de una estampida de belleza y alucinaciones atravesada por un romance adolescente y pasarelas además de asesinatos, necrofilia y animales exóticos.

Pero detrás de la violencia y las tonalidades intensas características de las películas de Nicolas Winding Refn, lo verdaderamente terrorífico es la manera en que los personajes y sus historias se meten en tu cabeza. Desde el desesperado gánster danés con el que nació su filmografía hace veinte años hasta el conductor justiciero de Drive y las hermosas modelos biónicas de su última película, la evolución de sus personajes es tan humana que asusta: entes dispuestos a hacer lo que sea por alcanzar sus deseos, ya sea ganar dinero, cobrar venganza o volverse la modelo más envidiada de Hollywood. Su última producción, El demonio neón, bien podría ser la más brutal de todas.

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"Todo el mundo está obsesionado con la belleza, y quien diga que no está mintiendo", me dice el director danés de 45 años por una videollamada que tuvimos a unos días del estreno del Demonio neón en México. La película —que formó parte de la selección de Cannes— trata de una joven de 16 años que llega a Los Ángeles esperando convertirse en modelo. Su belleza es tan pura que rompe Hollywood; los artistas más reconocidos quieren explotarla mientras que sus colegas modelos intentan robarla, lo que desata un pandemonio de fiestas, violencia y locura sangrienta en donde éstas buscan de las maneras más desesperadas imaginables robarle a Jesse la esencia de su encanto.

Dejemos ahí la trama para no arruinar sorpresas. El demonio neón se estrena en México este viernes 2 de septiembre. Llamamos al director para platicar un poco sobre la película y cómo el arte funciona como un espejo de nuestras obsesiones más oscuras. Mira el trailer aquí arriba y lee parte de nuestra conversación a continuación:

VICE: Los finales de tus películas siempre me dejan ansioso.
Nicolas Winding Refn: Siento que las cosas no pueden terminar realmente. En ningún aspecto. Solo debes saber cuándo parar. Y se trata de encontrar el lugar en el cual detenerse, que no siempre tiene que ser como todos esperan. Hay muchas maneras de detener algo, sabes. Pero siempre es más mágico no hacerlo por completo, así la historia continúa en la cabeza de quienes la ven.

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¿Crees que todas tus películas podrían ocurrir en el mismo espacio?
Bueno, en realidad todas ocurren en mi cerebro. Pero sí. Creo que incluso cuando grabo las películas en diferentes locaciones y viajo por el mundo para filmar, es posible que al final todas ocurran en el espacio mental en el que me gusta trabajar.

Creo que son temas universales que podrían interesar en todo el mundo. Pero lo interesante de países como México es la aceptación del mundo espiritual coexistiendo con la realidad. Eso me parece muy interesante. A mí también me gusta el mundo de las hadas y la idea de vivir en un lugar entre el cielo y el infierno.

Tus películas son muy llamativas visualmente, pero la trama por lo general también ocasiona reacciones muy diferentes.
Todo lo que sea entretenimiento masivo tiene un gran impacto en la audiencia. Pero sobre todo viene del punto de vista de cómo haces lo que quieres hacer. El arte como entretenimiento necesita entretener pero también debe ser reaccionario, en el sentido que la audiencia debe reaccionar a este. Y eso es lo que me gusta trabajar. Me gusta trabajar en un mundo de reacciones. Sean buenas o malas, significa que son relevantes, porque la diversidad es mucho más interesante a que todos estén de acuerdo en una cosa u otra. Y sin duda es más difícil lograrlo.

¿Cómo buscas que la gente reaccione a tus películas?
Creo que la esencia de la creatividad está en reaccionar. Mira los pintores o a los grandes novelistas de nuestros tiempos y básicamente es un sistema reaccionario. Crearon palabras, imágenes o música para que la gente reaccionara. En mi caso, no es como que tenga un plan. Solo hago películas basándome en lo que a mí me gustaría ver. Eso es lo único que no te pueden quitar, tu singularidad. Lo único que tienes es a ti mismo, entonces te usas como un lienzo interior, por eso es muy importante mantenerte real contigo mismo, sin importar lo demás.

¿Por qué hiciste una película de horror sobre modelos?
Quería hacer una historia sobre la obsesión con la belleza. Lo interesante de esta obsesión es que toda acaba y se refleja en Hollywood, porque es aquí donde se dispara esta obsesión. No se crea ahí, pero se destapa para que el resto de nosotros la podamos ver. Es como un espejo de la sociedad.

La belleza es tan compleja que ni si quiera podemos acabar de entenderla. No puedes entenderla porque es un gran espejo de nosotros como personas. Hay algo horrífico en esta obsesión por la belleza, pero también hay algo glamuroso.