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Música

Cinco bandas no-hardcore que hicieron que me creciera vello en las bolas

Aquí hay 5 de las mejores bandas no-hardcore que tuvieron un impacto rudo.

En algún lugar en medio de la amada y odiada década que llamamos los 90, me preocupé bastante al ver hacia donde estaba yendo mi adorada escena Hardcore. No tenía ningún deseo de sentarme con las piernas cruzadas en el piso del sótano de una iglesia llorando mientras escuchaba las cuerdas de una banda con un nombre de cuatro palabras ni quería revivir la escena Youth Crew por la que la había pasado. Comenzaba a sentirse como si fuera tiempo para que alguien pusiera ‘This Used to Be My Playground’ y me llevara hacia el altar del olvido en la normalidad.

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Afortunadamente, gracias a la guía de mi hermano mayor y algunos de sus amigos, encontré una nueva forma de perder mi tiempo y mi dinero. Me llevaron al oscuro mundo de ordenar catálogos por correo de la recién formada distribución de Forced Exposure y distribuidores de discos como la altamente estimable Paul Major. Mientras devoraba estas enormes enciclopedias engrapadas a mano con listas de números de serie y condiciones de calificación de viniles, me sentía atraído hacia cualquier disco que fuera descrito con las palabras ‘crudo’, ‘hecho en casa’, ‘desquiciado’ o ‘lleno de fuzz’. En mi pequeño cerebro, me imaginaba que tenía que haber algún tipo de estética paralela entre algo como Victim in Pain y cualquier cosa considerada ‘hecha en casa’ o ‘desquiciada’. ¿No?

Con esta ridícula filosofía como mi guía, encontré una buena porción de la música psicodélica que iba a ser la banda sonora para la porción de mi vida que empezó en mis veintes y que vaciaba mi cartera del pequeño salario que ganaba como conductor de autobús. Les presento aquí abajo cinco de los más ásperos jams para enviar una fresca brisa de libertad.

Confíen en que les estoy otorgando esto en una especie de concurso en el que no se vale ponerse mamón. Sólo somos dos personas buena onda sentadas en un sótado jammeando algunos jams pesados. ¿Qué podría ser más inofensivo e inocente que eso?

VULCAN – ‘Hi C’ de Meet Your Ghost (1981)

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El residente de Iowa, Lyle Steece, lanzó por su cuenta su disco Meet Your Ghost en el nada psicodélico año de 1981 y gracias a Dios que lo hizo ya que fue el principal eslabón que me puso a perseguir a ese monstruo del fuzz que sólo podía ser sometido en la más húmeda y oscura de las salas. Como es de esperarse al escuchar por primera vez ésta gema, hay una dedicatoria obligada a Jimi Hendrix en la parte de atrás del álbum y no hay duda de que Steece llamó al fantasma de Hendrix mientras creaba esta maravillosa obra de arte en lo que siempre me imaginé como el sótano más lleno de polvo y humedad de todo el medio oeste.

RAVEN – ‘Raven Mad Jam’ del LP del mismo nombre (1975)

No puedo presumir que tenga una copia original de esta gastada pieza de plástico del lamentablemente fallecido genio del medio oeste simplemente conocido como Raven, pero si tengo uno de esos bootlegs hechos con cartulina que rondaban por las tocadas en los 90’s. ¿Es eso lo suficientemente cool para ustedes? Eso espero. Obviamente, en realidad no importa en qué formato escuchabas este track. Mientras supieras que ‘Raven Mad Jam’ es un testamento de ocho minutos a la vida salvaje y la alegría que esta conlleva, es lo único que importa. Cuando Raven lentamente pronuncia el enunciado ‘Have you ever been fucked over lately?’ cerca de la marca de los dos minutos, me dan escalofríos una y otra vez. Ésta canción es la prueba de que la libertad no sólo es otra palabra para no hay nada que perder: ES TODO… malditos idiotas.

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BLUES ADDICTS – ‘4/4 to 6/4’ del LP del mismo nombre (1970)

En mi dañado cerebro sólo hay dos canciones en el universo sónico con intros tan amenazadores como este de los demonios daneses: ‘Rise and Fall’ de Leeway y ‘No More Mr. Nice Guy’ de Raw Deals. ¿Qué puedo decir? Inhalé mucha pintura durante la presidencia de Clinton.

MONOSHOCK – ‘I Took You To It Baby’ del LP doble Walk into the Fire (1996)

En los 90’s, los originarios del norte de California, Monoshock, eran como una señal de radio perdida enviada a los raros como yo que estábamos engullendo todos esos re-issues psicodélicos sobrevalorados y asimilándolos desde una perspectiva post hardcore. Para una banda, estar proyectando todo este fuzz y sudos y violencia en ese tiempo era tranquilizante y revelador para alguien como yo que aún usaba una playera de Absolution abajo de su camisa de franela de segunda mano. Házte un favor a ti mismo y ordena una copia de Walk into the Fire en toda la gloria del re lanzamiento de su doble vinil.

J.D. BLACKFOOT – 'Epitaph for a Head; del B-Side de ‘Who’s Nuts Alfred’ (1969)

J.D. es un nativo americano que ha lanzado un puñado de discos promedio a lo largo de los años, pero este b-side para su sencillo debut con Mercury en el 69 es – para mí – la última declaración de exceso y bombardeo psicodélico… y todo en sólo dos minutos. ¡Tomen eso hippies! Y disfruten el camino que el solo de batería que cierra el tema va tejiendo en algo que suena como el equivalente al casette de Bel Biv Devoe de tu hermana quedándose atorado en tu reproductor Emerson. ¡ESO es psicodélico!

El libro de Rettman NYHC 1980 – 1990 está disponible a través de Bazillion Points.