FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Este tipo ha visto a Iron Maiden 230 veces

Su primer concierto fue en 1988, cuanto tenía 16 años. Tiene un trabajo normal pero ahorra para sus viajes porque no bebe. Y todas sus vacaciones las dedica a perseguir a Iron Maiden.

Este artículo apareció originalmente en Vice España.

Fernando Leal tenía 16 años la primera vez que vio a Iron Maiden. Un colega de su padre le acompañó al Rockódromo, en Madrid, y durante las dos horas largas del concierto alucinó con las luces rojas, el humo y la pericia de la banda de heavy metal. Era lo más intenso que había visto, aunque difícilmente podía imaginar que las siguientes tres décadas iría a cientos de conciertos del grupo londinense. En concreto, lleva —hasta hoy— 230 por todo el mundo: en México, Australia… y España, claro. "Mis vacaciones van para esto. Ir 15 días a la playa es una pérdida de tiempo", sentencia este madrileño, de Alcorcón, sobre su inusual modo de vida.

Publicidad

Todo empezó un día de Reyes…

En 1987. Le reglaron Somewhere in Time, el álbum con sintetizadores y temática espacial de Iron Maiden, y como millones de chavales quedó embaucado con el heavy galopante y la imaginería de terror del grupo de Steve Harris. Desde aquel primer concierto en la capital, en septiembre de 1988, lo suyo ha sido dedicación constante. "He visto todos los que han dado en España", afirma con tono serio y educado. Esto le ha llevado a sortear todo tipo de obstáculos: uno de los primeros fue escaparse del cuartel en pleno servicio militar. No le quedó otra que ver a los Maiden con la cabeza afeitada.

Aquel viaje a Londres

En pocos años, España se le quedó pequeña a Fernando Maiden (como es conocido en los circuitos heavies). En 1998 se sacó el pasaporte para ir a Londres, Inglaterra: "Fue muy diferente ver al grupo en su casa", explica. Le picó la cosa y empezó a viajar por los cinco continentes para ver a su banda preferida. La mayor proeza, posiblemente, ha sido seguir su gira por Japón y Australia en 2008, cuando logró el gran sueño de cualquier fan: aparecer en un video de sus ídolos. "Me puedes ver en el principio del tema ‘Revelations’, con una bandera española", explica Fernando, para localizarle en el documental de gira Flight 666. Aquí sale dándolo todo en Sidney, Australia, en el minuto 0.06:

Sin coche pero con hipoteca

Antes de seguir: Fernando no es un niño bien. Estos 230 conciertos los ha pagado con el sudor de su frente. Lleva toda la vida trabajando en una gran empresa española (prefiere no revelar su nombre), como técnico. "No tengo hijos ni coche, pero sí hipoteca. Saco dinero porque, por una cuestión de salud, no puedo beber y salgo menos", explica. Entonces, ¿basta con prescindir de juergas y ya tenemos para viajar por todo el mundo? "Saco los billetes con tiempo y muchas veces duermo en los aeropuertos. Cuando estuve en la India y Dubai, fui y volví en cuatro días", aclara. Tomen nota. Aquí entra en juego un personaje secundario determinante: su jefe. Es flexible con sus vacaciones y cuando llega del aeropuerto a la oficina, sin pasar por casa, no hace preguntas innecesarias. Aunque en esto también se ha notado la crisis. "Antes era más fácil coger días sueltos, pero ahora quieren que lo hagamos por bloques y es más complicado organizarse para seguir una gira", cuenta.

Publicidad

Fernando junto a Steve Harris de Iron Maiden, en los noventa y en 2010

El suizo de los 300 conciertos

Los amigos de Fernando le ven como un bicho raro. "Se casan y tienen niños. Yo llevo otro modo de vida", dice. Quien sí le comprende es su novia: "Es la única que me entiende", recalca. En algún viaje le ha acompañado e incluso han sacado tiempo para hacer turismo. Pero sus aliados habituales son un noruego y un alemán. "Cada uno se organiza como puede, pero intentamos coincidir", dice. Entre fans trotamundos de Iron Maiden, tanta dedicación no es rara: "Conozco a un suizo que debe llevar más de 300 conciertos. Ha perdido la cuenta", explica.

"No quiero conocerlos. Seguro que me decepcionarían"

A lo largo de los años, Leal ha coincidido en varias ocasiones con miembros de Iron Maiden. En Dublín, Irlanda, incluso compartió charla y cervezas con su guitarrista Janick Gers. Pero prefiere mantener distancia: "No quiero conocerlos porque estoy seguro de que me decepcionarían", revela. Lo que sí tiene claro es que en cuanto su vocalista, Bruce Dickinson, esté plenamente recuperado del cáncer de lengua que le diagnosticaron meses atrás y la banda vuelva a la carretera, le tocará hablar con su jefe de las vacaciones. "El día que me aburra un concierto suyo dejaré de hacerlo", comparte Fernando. De momento, no parece que eso vaya a suceder.