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Música

NOCTURNO 2: Ben Frost y Axel Boman

Lo de Frost en vivo es alucinante, mágico, uno de los actos en vivo que más emociones me han hecho sentir.

Este es uno de una serie de ensayos visuales que el fotógrafo Daniel Patlán está haciendo con una selección de talento del cartel de MUTEK MX. En esta ocasión pudo pasar un rato con Axel Boman y Ben Frost. El resultado es una visión muy particular del primer evento del festival con la sensibilidad y el ojo narrativo de Daniel.

La segunda noche en el Foto Museo Cuatro Caminos, el cual ya no me parecía un laberinto, al contrario, encontré la lógica en cada uno de los movimientos que uno tenía que hacer para maniobrar ahí dentro. La aventura de la noche del sábado consistía en topar a Ben Frost y Axel Boman para hacer los ensayos con ellos.

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El primero en aparecer fue el australiano radicado en Islandia, Ben Frost. Desde hace varios años empecé a seguir su trabajo gracias al sello Bedroom Community, por lo que ver su acto en vivo me emocionaba demasiado. Mi primer encuentro con Frost fue en la cocina, literal, del Foto Museo. Bueno, en realidad era el lugar que la gente de catering acondicionó como cocina. Ahí, después de que comiera algo, le conté sobre el proyecto de los ensayos visuales y muy amable me dijo que sí. "¿Qué necesitas de mí?" pregunto con un tono cuidadoso. "Nada realmente, que me dejes tomar fotos y hacer una Polaroid", le dije. "Perfecto, hecho", respondió.

Las presentaciones de la Sala C se retrasaron y pude ver gran parte del show de Millie & Andrea, o más bien Miles Whittaker y Andy Stott respectivamente. El Andy que estaba viendo era completamente diferente al que conocí la noche anterior, mucho más relajado y confiado. Me dio gusto que se haya sentido cómodo con su show.

El turno de Frost llegó y después de checar que todo estuviera en orden con su equipo, bajó del escenario, se quitó los zapatos, la chamarra y se puso a hacer ejercicios de estiramiento y lagartijas. Lo hizo por unos minutos, después se volvió a estirar. Cuando acabó volteó hacia donde estaba yo y me dijo: "Llevo demasiado tiempo viajando en aviones" y subió al escenario. Lo de Frost en vivo es alucinante, mágico, uno de los actos en vivo que más emociones me han hecho sentir. Armado con dos amplificadores de bajo, una guitarra, su computadora y sus máquinas, convirtió el ruido en armonía y el caos en poesía. Durante los minutos que duró su presentación, todo parecía estar bien, en orden. A pesar de los corajes que pasó durante todo su set con uno de los dos amplificadores, el barbón lo hizo impecable, y al final, su presentación terminó con un corte abrupto. Todo se calló y el público se volvió loco de aplausos, Frost agradeció con una reverencia y bajó del escenario, donde nos contó a los que estábamos ahí que ese no era el final, que se le había apagado todo. "No te preocupes, nadie pensó eso" le dijo un chico que estaba ahí. Después de recuperar el aire y tomar agua, me preguntó si estaba todo bien o necesitaba algo más. Siempre en un tono amable y accesible, sin duda, el mundo es un lugar mejor por gente con Ben Frost.

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Con Axel Boman fue más caótico todo porque estuvo ocupado desde que llegó al foro hasta que se subió a tocar, por lo que el acercamiento fue mucho más breve, aunque no por eso, menos ameno. El sueco estaba muy emocionado por subirse y hacer una fiesta como las que acostumbra en Estocolmo, y así fue. En cuanto puso un pie en el escenario, la idea de Boman se hizo realidad. La gente no paró de bailar hasta que el sueco bajó de ahí, un éxito total.

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Millie & Andrea

Ben Frost

Sietecatorce

Deadbeat

Métrika

Axel Boman

Max Cooper

The Bug + Flowdan

Pachanga Boys