Entrevistamos al director del nuevo documental de Kurt Cobain

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Música

Entrevistamos al director del nuevo documental de Kurt Cobain

A dos décadas de su suicidio, el culto hacia Kurt Cobain sigue intacto. Platicamos con el director Brett Morgen, quien tuvo un acceso inaudito a sus archivos para crear el documental "Kurt Cobain: Montage of Heck"

Han pasado dieciséis años desde la última vez que el cineasta Brett Morgen estuvo en SXSW. En aquella ocasión estaba promocionando su documental sobre boxeo, On The Ropes, y aprovechó la visita para asistir a la proyección de la película de un amigo suyo en el cine Paramount, con un aforo de 320 butacas. Morgen era uno de los nueve integrantes del público, entre los que también se encontraba la que tiempo más tarde sería su esposa. El director de 46 años y ella a veces bromean asegurando que, si en esa época el festival anual de cine y música SXSW hubiera estado tan sumamente concurrido y lleno de borrachos como ahora, quizá nunca se hubieran conocido. Tres hijos y siete largometrajes después, Morgen regresa con un nuevo estreno, Kurt Cobain: Montage of Heck, el primer documental autorizado sobre la leyenda del grunge, que verá la luz en HBO el 5 de abril de este año. Courtney Love y su familia cedieron al director los archivos privados de Cobain y ofrecieron entrevistas sinceras, que se suman a las de Krist Novoselic y la anterior novia de Kurt, Tracy Marander. Frances Bean Cobain asumió la producción ejecutiva. (También es notable la ausencia de Dave Grohl, por no poderse editar a tiempo sus entrevistas. Sospechoso.)

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Morgen no es ajeno al revuelo mediático: On The Ropes contó con el reconocimiento de la Academia de los Premios Óscar y tanto El chico que conquistó Hollywood —sobre la vida del legendario productor Robert Evans— como Crossfire Hurricane —que explora los archivos insondables de los Rolling Stones— fueron éxitos rotundos. Después de haber pasado por Sundance, Miami y Berlín, con un trailer que se hizo viral poco después de su aparición este mes, las expectativas por el documental no pueden ser mayores. Han pasado veintidós años desde que Cobain decidiera ponerle fin a su vida, pero la veneración por este genio, cuya vida ha sido sometida a escrutinio hasta la saciedad, no se ha extinguido y su muerte sigue siendo un enigma sin resolver. Mientras tanto, el viejo repertorio de Nirvana no deja de sonar generación tras generación. Pero Morgen se apresura en afirmar que esta cinta de más de dos horas no es sólo para locos del grunge.

"Esta película no trata necesariamente sobre un cantante de punk rock y su banda; también habla de un chico y su viaje por la vida", explica Morgen. "Lo que intento hacer con todas mis películas es buscar lo universal, aquello que trasciende el tema tratado".

Guiado por Morgen, el espectador tendrá acceso privilegiado a la caótica vida de Cobain, desde sus primeros pasos, pasando por los problemas y la desazón de la adolescencia, el ascenso de Nirvana, su relación con Courtney, el nacimiento de Frances, y su caída, cuando la presión de la fama y el consumo de droga lo sumieron en el abismo y el olvido. Nos adentramos en ese mundo a través de grabaciones caseras de video y audio, diarios, dibujos y poemas que nos revelan que Kurt era mucho más de lo que se conocía de él. Ver Montage… es una experiencia intensa, escalofriantemente esclarecedora y desesperantemente íntima en partes iguales.

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Pese al gran desafío que suponía, Morgen decidió incluir fragmentos con animaciones de los dibujos y los diarios privados de Cobain, como si los estuviera garabateando ante nuestros propios ojos. En otras ocasiones, Cobain cobra vida en forma de avatar de trazos sencillos, con su voz narrando la historia y sus sentimientos, una técnica impresionante y única que, aunque podría parecer que no encaja con el resto de elementos más tradicionales del documental, funciona a la perfección en la práctica.

Me encuentro con Morgen en el Four Seasons de Austin unas horas antes del estreno del documental en SXSW, esa misma tarde. La cola ya da la vuelta a la manzana, formada por incondicionales entusiastas que esperan pacientemente desde las primeras horas de la mañana. Morgen, enfundado en un traje negro algo arrugado y luciendo una fina corbata torcida y un par de Chuck Taylors de piel marrón, parece cansado, pero no con ese cansancio que casi incita al sueño. Pese a la gran expectativa que ha suscitado la película, los sentimientos del director respecto a ella son un tanto agridulces.

"Por supuesto que estoy contento de la respuesta tan positiva de la gente, pero esta es una película muy emotiva", explica. "No tiene un talante muy festivo. Kurt no está entre nosotros y eso lo enturbia todo".

Morgen cree que, antes de Montage…, seguía sin conocerse la historia de Cobain. Hablamos con el director sobre el proceso de seleccionar material de entre el amplio elenco documental de Cobain, sobre los conceptos erróneos que se tiene de su figura, sobre la complejidad de su carácter y de muchos otros aspectos.

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Kurt y Frances Bean Cobain. Todas las fotos de Kurt Cobain: Montage of Heck son cortesía de HBO Documentary Films. ​

NOISEY: Felicidades por la película, me encantó. No hace mucho dijiste que la próxima generación hará un documental de Kurt/Nirvana distinto al que has hecho tú. ¿De qué forma crees que difiere la percepción que tiene mi generación de Kurt conrespecto a la tuya, aparte del hecho de que cuando yo escuchaba Nirvana él ya no vivía?

Brett Morgen: Bueno, creo que se trata únicamente de una diferencia cultural. En aquella época, veíamos a Kurt como un punto de inflexión en un paisaje cultural muy cambiante. Apareció Nirvana y luego echaron a Bush y a Reagan de la Casa Blanca; Kurt murió y los republicanos volvieron al poder. Pero la razón por la que destacó en nuestra época es la misma por la que lo hace ahora. Kurt siempre brindará consuelo y será una especie de buque insignia para los freaks, los raros, los desfavorecidos, los abatidos y torturados y los desamparados.

Kurt fue capaz de transmitir sus experiencias de adolescencia a través de la música, dándole una forma lírica que superaba a la de cualquier otro artista de los últimos 40 años, o incluso de todos los tiempos. Siempre habrá chicos que se sientan solos. También contribuye el hecho de que sea tan rematadamente guapo, que no vaya a envejecer nunca y que su música sea la hostia. Tenía un oído increíble. Si sumas todo eso… Bueno, nunca oirás a nadie decir que Kurt era un vendido, porque no lo era. Emanaba una pureza que es difícil encontrar en la música pop, porque, por lo general, hacer música pop conlleva una serie de compromisos creativos, palabras que no estaban en el léxico de Kurt.

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Entonces, ¿crees que Kurt no buscaba la fama, que sus intenciones eran más puras?

Lo que Kurt buscaba era aceptación. Primero la buscó en la familia y luego en una banda, en la época en la que formó varias de ellas. Después la buscó en Tracy, su novia, y luego en Courtney. Yo creo que era un tipo ambicioso y quería obtener aceptación a través de la fama, pese a que no sabía lo que eso supondría. Lo importante era que, por mucho que el mundo entero se postre a tus pies y te diga lo maravilloso y guapo que eres, si no estás bien contigo mismo, nada de eso te hará sentir mejor. Al contrario, te hará sentir peor. Kurt se zambulló en la fama sin saber qué le esperaba. En su cabeza, una banda había llegado a lo más alto cuando vendía 200.000 copias de su disco, como Sonic Youth. Él no estaba preparado, no tenían ninguna estrategia para vender 600.000 álbumes en una semana.

La gente tiene muchas ideas equivocadas sobre Kurt, error que queda muy patente después de ver la película. ¿Cuáles crees que son las más flagrantes?

Hay gente que lo desprecia y cree que ni siquiera deberíamos hablar de él. Según ellos, solo publicó tres discos: ¿eso merece tanto bombo? Otros lo ven como a un tipo quejumbroso que alcanzó la fama y no dejaba de quejarse por ello, y piensan, "¡Cállate de una puta vez, hombre!". Cuando ven la película y la forma en que Kurt encaja algunos golpes, empiezan a verlo con otros ojos. La película trata de transmitir la idea de que no es que mantuviera una actitud agresiva con los medios como una impostura punk o porque fuera un quejón, sino que, como artista, no quería explicar su obra. Prefería que la gente la experimentara. Cuando llegó al punto de vender 600.000 discos en una semana, no creo que sintiera la necesidad de seguir vendiendo. Por eso no tenía mucho sentido la pantomima de concertar entrevistas para promover un álbum. No tenía la necesidad. Para él eso convertía la música en un trabajo, ya no era pura. Es como yo lo veo.

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Animación de Kurt

Cambiando de tema, la parte musical es absolutamente maravillosa, muy acorde con el tono trágico de la historia de Cobain.

Creo que, de todos los medios con los que trabajó Kurt, el montaje sonoro era su forma más pura de expresión y, de alguna forma, resultaba casi tan íntimo, si no más, que su propia música. Sus montajes están impregnados de todas las facetas de su personalidad y nos sirvieron para retratar su viaje por la vida. Gran parte de los componentes de sonido que se oyen son obra de Kurt. Nosotros los editamos, pero todos los sonidos son grabaciones originales suyas. Hay en ellos un componente de pureza que no creo que nadie pueda recrear. Es un poco como si estuvieras dentro de su cabeza.

¿Hasta qué punto eras reticente a retratar visualmente a Kurt?

Me costaba mucho. No formaba parte del plan, pero llegamos a un punto, casi por exigencias de la historia y por la parte sobre la infancia de Cobain, en la que vimos que sería necesario crear una representación de Kurt. Trabajaba con Hisko Hulsing, mi animador, también responsable del guión gráfico. Le pasé una lista de tomas. A veces trabajábamos basándonos en la observación y la repetición, pero muchas otras teníamos que interpretar. Hay algo de lo que nadie ha hablado, pero en la historia, Kurt explica que se fue a las vías del tren, se puso dos bloques de cemento encima y esperó a que llegara el tren de las nueve y lo arrollara. Pero no lo dibujamos así…

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¡En la animación aparece tumbado al lado del tren!

¡Ni siquiera está tumbado! Esté sentado en el terraplén, apartado de las vías, como sugiriendo que la realidad pudo ser algo distinta a lo que se está narrando. Aun así, creo que no se pierde ni un ápice del dramatismo de la historia. No tengo razones para creer que la historia no es cierta, aparte del hecho de que Kurt solía adornar las cosas un poco. En resumidas cuentas, casi no incluyo la representación visual porque estaba muy contento sentado en el estudio de edición valorando una cinta con un espacio en blanco, pero no puedes sacar una película con un espacio en blanco de siete minutos en medio. Algo había que poner, y no precisamente una imagen estática.

Tenía que ser algo que potenciara la experiencia, que no fuera una distracción. Y en ese momento te das cuenta: "Venga, esto es lo que tenemos que hacer. Aquí vamos a tener que poner algo". Y entonces lo aceptas. Estuvimos unos tres meses preparando el guión gráfico y revisándolo más de lo que habríamos deseado.

Courtney te dio "las llaves de la cámara acorazada". ¿Cómo fue la experiencia de explorar el material de Kurt respecto a cuando hiciste lo mismo con Robert Evans o los Rolling Stones?

Te sientes un poco como si fuera Navidad; con cada cosa que encuentras estás un paso más cerca de tu meta. El archivo de los Stones era inmenso. Está en Inglaterra y lo guardan en un par de almacenes. En uno de ellos hay 25 coches, todos los decorados de sus escenarios desde los años 60 y una cámara refrigerada con todas y cada una de las grabaciones que los Stones han grabado en su trayectoria. El caso de Kurt era distinto. Todo estaba guardado en unas cuantas cajas, así que era, casi literalmente, como abrir un regalo de Navidad. No sabías qué te ibas a encontrar. Abrías una caja y veías doscientos casetes de audio jamás escuchados; abrías otra y estaba llena de cintas de video. Poco a poco, las cosas empezaban a tomar forma.

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¿Te inspiraste en algún otro documental para la estética de Montage…?

Nunca lo hago. Si veía un documental que usaba el mismo enfoque que yo, lo único que pensaba era que tenía que borrarlo de mi lista, no porque me guste llevar la contraria, sino porque, para mí, parte de la emoción de hacer documentales consiste en explorar distintas formas de abordar la forma y el medio, maneras de dar al tema un enfoque personal y específico. Mucha gente habla de forma y contenido e intenta establecer un vínculo entre ambos, pero no suele darse muy a menudo en el ámbito de la no ficción y cuando se da es algo maravilloso y muy hermoso. Es algo con lo que estoy muy comprometido.

Mi forma de hacer películas consiste en hacer una lista de adjetivos que describen el tema y, a partir de esa lista, creo una especie de plantilla con la que trato de determinar la apariencia y las sensaciones que quiero transmitir con la cinta. Así, por ejemplo, no estás viendo una película sobre Robert Evans, sino que el film mismo es Robert Evans, la personificación de Bob Evans.

¿Llegaste a ver a Nirvana en directo?

Los vi tocar unas cuantas veces. No me acuerdo mucho de la primera vez. Fue en mi universidad, Hampshire College, y yo estaba borracho. Creo que Cobain llevaba un vestido. Cuando empecé el documental no era más que un fan ocasional, pero no cabe duda de que la importancia cultural de Cobain se hizo notar con fuerza en mi generación. Luego, cuando Kurt me habló de sus dibujos y pinturas, vi la oportunidad de hacer algo único: contar la historia de Kurt no tanto a través de sus palabras como de sus experiencias según quedaban plasmadas en sus obras artísticas. En cierto modo, esta película es el viaje interior de Kurt por su propia vida. Puede sonar como una locura. ¿Cómo se puede documentar la vida de alguien, especialmente de alguien tan prolífico y tan expresivo en distintos medios como Kurt: música, montajes de sonido, pintura, películas de Super 8, historietas, narraciones breves y de palabra? Todo. Si estás de acuerdo con la idea de que todos los artistas están creando una autobiografía con su obra artística, en la que quedan plasmadas sus experiencias, creo que Kurt ha dejado una de las autobiografías más extensas de mi generación.

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Ahí está todo. La gente lleva más de 20 años tratando de revelar el misterio, si es que hay uno. Lo han intentado muchos autores y cineastas, pero de algún modo Kurt sigue mostrándose escurridizo; por otro lado, pocas personas son menos misteriosas que Kurt cuando se analiza su obra. Eso da una idea de lo que abarca su figura.

Brett Morgen fotografiado en el SXSW por Peter Yoo

¿Sigues creyendo que es un misterio, incluso después de haber hecho esta película?

Creo que nunca puedes llegar a conocer a alguien. La mayoría de las personas ni siquiera se conocen a sí mismas. Por eso, decir que conozco a Kurt me parecería un acto de megalomanía y soberbia más propio de Russell Brand. Yo creo, simplemente, que me he acercado a todo lo que he podido.

Hasta cierto punto, he podido averiguar cosas que ni sus mejores amigos han advertido. Y obviamente, ellos han tenido experiencias que yo no podría tener. De todas formas, incluso las personas que pasaron mucho tiempo con él se presentan de forma sesgada. Además, con Kurt siempre tenía la impresión de que, aunque podía decirte cómo se sentía, no sabías por qué se sentía de esa forma. Podía decirte que tenía miedo al ridículo, pero carecía de la capacidad de introspección necesaria para llevarlo al siguiente nivel, que por lo general requiere que estés sobrio. Quiero decir que si estás drogado, creas una barrera.

¿A qué crees que se debía esa hipersensibilidad suya a la humillación?

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Vamos a ir hacia atrás. Podemos saltarnos la parte en la que sabemos que, a los 14 años, intentó suicidarse porque se sintió humillado, así que empezaremos a partir de ahí. A los 10 años se separaron sus padres y eso provocó en él un sentimiento de vergüenza, lo que no deja de ser una forma única de vivir un divorcio. Mucha gente que conozco se culpa a sí misma por el divorcio de sus padres y se sienten abandonados, pero algo muy distinto es sentir vergüenza. Por tanto, ese sentimiento ya existía entonces. Para entenderlo tenemos que retroceder aún más. Sabemos que, a los siete años, su padre se burlaba de él por no actuar como un adulto. Lo avergonzaba por ser como era.

¿Podemos retroceder más todavía?

Podríamos remontarnos a una etapa anterior. Creo que se puede ver en la película. A diferencia de la mayoría de películas, en las que un psicólogo clínico toma el subtexto, lo ubica en la superficie y resuelve el problema, yo intento que sea el público el que lo experimente por sí mismo. Creo que la cinta contiene todas las respuestas que se puedan obtener.

Sé que tienes intención de publicar un libro y un CD con la película. ¿Cómo ha ido esa experiencia? ¿Te lo has pasado bien o ha sido un tostón?

La verdad es que no ha sido muy agradable. Ahora estoy muy emocionado con lo que tenemos. Para mí el libro es un complemento perfecto para la película. Contiene todas las transcripciones de mis entrevistas con los familiares de Kurt, a quienes nadie había entrevistado antes. Verdaderamente es un cofre que atesora imágenes e historias de la familia de Kurt. Saldrá a la venta el 5 de mayo.

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Dices que, pese al éxito del documental, no sientes que haya motivos para celebrarlo porque en el fondo trata de algo oscuro. Aun así, la acogida ha sido abrumadoramente positiva.

Es muy gratificante leer las opiniones de la gente sobre la película. Digo leer porque, en la época en la que vivimos, los comentarios de la gente en Twitter revelan su opinión tanto o más que si estuviera en la sala con ellos. Cuando estás en el cine, las únicas personas que se te acercan son a las que realmente les gusta tu película. Nadie se te acerca en un festival de cine para decirte que tu película es una mierda. Por eso hay que coger las cosas con pinzas. Sin embargo, en Twitter la gente ya está escribiendo su opinión antes de que se enciendan las luces. Me encanta, hombre.

Me abrí una cuenta en Twitter el día que emitieron Crossfire Hurricane en HBO. Nunca había tenido una experiencia similar: estar en mi butaca mientras proyectaban la película y leer los comentarios de la gente. Entonces me empecé a enojar. ¿Pero por qué esa gente no está atenta a la puta película? ¡Carajo, que tuiteen cuando se acabe! [Risas.]

Lo que odio de la televisión es que, cuando haces algo para este medio, luego te vas a casa con tu amigo, tu mujer o quien sea, lo ves, se acaba y no ha pasado nada. Twitter lo convierte en una experiencia interactiva que te permite conocer la opinión del público de forma inmediata y más trasparente que si estuvieras frente a una audiencia real. Me fascinan las conversaciones, cómo la gente vive la película.

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Ahora, cuando se proyecta la película en un sitio al que no puedo asistir, me conecto cuando acaba y veo la respuesta de la gente. Me limito a buscar "Montage of Heck". No entiendo cómo va lo de los hashtags. No le agarro la onda.

Me encanta que leas las reacciones de la gente en Twitter.

Bueno, curiosamente, con esta película, como la información del estreno ha sido una locura, la gente no para de preguntarme a dónde pueden ir a verla.

¡Ahora mismo estás contestando tuits!

Mira, vamos a hacerlo ahora mismo.

Venga, leamos algunos tuits.

"¿Alguna posibilidad de entrar sin acreditación? Hay grandes fans de Nirvana en Austin". Esto es lo que les voy a contestar: "Tengo 20 entradas para ustedes".

¿Les vas a regalar entradas a esos fans de Austin por Twitter?

Sí.

¡Qué increíble! ¿Conoces a esa persona?

No he oído hablar de él en mi vida.

Kurt Cobain: Montage of Heck se estrena el 24 de abril en Nueva York, Los Ángeles y Seattle, y en HBO el 4 de mayo.

El libro Kurt Cobain: Montage of Heck se pondrá a la venta el 5 de mayo.

Peter Sholley quiere agradecer a su hermano George la ayuda prestada. Sigue a Peter en Twitter.