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Música

La Historia de Warp Records en Ocho Lanzamientos

Hicimos un resumen para acercarse a una de las disqueras más influyentes de la historia.

El viernes estrenamos nuestro cortometraje sobre cómo Mount Kimble tocó en vivo por primera vez acompañado de una sección de metales de cuatro elementos. Mount Kimble son los más recientes en una larga lista de artistas electrónicos firmados con Warp Recordings que empujan las fronteras del sonido, la tecnología y las presentaciones en vivo. David Stubbs, antes editor de la revista The Wire y fanático confeso de Warp, hace una cartografía de la historia del sello más valiente del Reino Unido a través de ocho de sus más importantes lanzamientos.

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Warp Records sólo pudo haber nacido en Sheffield, ciudad con una historia muy particular de producciones electrónicas influenciadas por el acero. Cabaret Voltaire, The Human League y Clock DVA habían establecido una tradición de synthpop temperamental, construído sobre las ideas futuristas del pasado - del dadaísmo a William Burroughs a Metrópolis. Cuando Steve Beckett y el ahora difunto Rob Mitchell fundaron el sello en 1989, el Reino Unido estaba padecía una mini recesión y los primeros indicios del acid house, a través de los sonidos de "Voodoo Ray” de A Guy Called Gerald, que reverberaban a lo largo de la espina dorsal de Inglaterra, los Montes Peninos. El sonido inicial de Warp reflejaba la intención del projecto acid/Detroit de liberar a la música dance de todo ornamento y llevarla a su sónico más básico, metálico y austero. Pero conforme el sello creció, empezó a engordar su roster. Los discos de grupos como el combo de avant-guitar Seefeel y Tortoise tenían la misma calcomanía icónica que los de los hip-hoppers Antipop Consortium.

Con un nombre que coqueteaba con la perversión, el vinil y la muy popular noción sci-fi de la velocidad supra lumínica, el ethos del sello fue siempre anormal y sin límites. Cobijaba no sólo a la música electrónica, sino también al video, cine (Chris Cunningham y Shane Medows han colaborado con el sello) e incluso la comedia. Warp ha sido galería y pista de baile, ha producido materiales supremamente funcionales y absolutamente gratuitos. En un mundo en el que las disqueras están en peligro de reducirse hasta convertisre en un único, enorme Omnicorp, Warp ha demostrado que lo que se necesita para sobrevivir y triunfar como disquera independiente de finales del siglo XX/principios del XXI. Es al mismo tiempo una marca extremadamente efectiva y un ideal estético. Brian Eno lo entendió, por eso, cuando volvió a hacer música en los 90s, decidió hacerlo con Warp.

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Eventualmente, el último de los grandes sellos del norte de Inglaterra tuvo que emigrar al Sur. Pero en su constante, curioso proceso de expansión y renovación, sigue mutando dentro de los cada vez más interconectados mundos de la música, el arte y el diseño, derivando su propia novedad de la noción de que las formas viejas de hacer las cosas todavía tienen mucho que dar.

La discografía de Warp está llena de carnita y, aunque no todos sus artistas han gozado del éxito comercial, hay pocos accidentes y errores dentro de su legado. Podríamos nombrar a algunos artistas que han demostrado la propia evolución del sello al paso de los años - Nightmares On Wax, Black Dog Productions, Squarepusher, Vincent Gallo, Clark, Red Snapper, Harmonic 33, Jamie Lidell, Plaid y Mira Calix, por nombrar algunos - pero nos vamos a concentrar en ocho discos que reflejen bien el espíritu de Warp en el pasado y hacia el futuro.

Sweet Exorcist: Clonk's Coming (1991)

El primer lanzamiento de Warp fue de Sweet Excorcist, uno de los muchos pseudónimos de Richard Kirk de Cabaret Voltaire; CV, hasta ese momento, había sido uno de los grupos con mayor actividad en el ámbito de la electrónica, debutando en 1972, pero ya para los noventas se habían quedado sin gas. Kirk, por el otro lado, vio otras posibilidades en el tecno de Detroit y se lanzó a la guerra con samplers, loops y medios digitales que nunca había utilizado como parte de Cabaret Voltaire.

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LFO – Frequencies (1991)

Originarios de Leeds, Mark Bell y Gez Varley resultaron ser la primera epítome del sonido Warp: electrónicos, minimalistas, llenos de bajos y de atmósferas etéreas y espaciales en medio del surgimiento del acid house. Frequencies fue un éxito rotundo, convirtiendo a Warp en una fuerza inevitable a la hora de hablar del techno inglés. LFO desapareció a la mitad de los noventas, sin muchas explicación. Como Kraftwerk, pareciera que no valía la pena lanzar nada una vez que se construyeron las bases de algo maravilloso.

Autechre – Inculabula (1993)

Para muchos, por su obsesión por el juego de palabras y su inclinación hacia la abstracción, Autechre es la epítome del IDM (Intelligent Dance Music). Rob Brown y Sean Booth miraron hacia el futuro sin tapujos, obedeciendo la máxima de Stockhausen de música completamente electrónica que no temía ignorar el pasado. Incunabula es su primer disco, y aunque es mucho más accesible que su obra posterior, se nota desde un principio su afinidad con ritmos industriales y melodías rotas.

Aphex Twin – Richard D James (1996)

Aphex Twin había ya lanzado un par de discos en Warp, con pseudónimos como Polygon Window o sus Selected Ambient Works. Para mediados de los noventa estaba en la cima de sus talentos, y era la más grande estrella en las filas de la disquera. Mucho de su trabajo era muy cotizado - varias piezas de este disco, como "4" y "To Cure A Weakling Child" fueron usadas en grandes campañas publicitarias -, pero logró rebasar estas dinámicas para mostrarnos, con este disco, aspectos mucho más profundos de su personalidad.

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Boards Of Canada - Music Has The Right To Children (1998)

Aunque el termino "hauntology" se volvería popular hasta unos años después, el duo Escocés de Michael Sandison y Marcus Eoin ya le estaban entrando desde los 90s, derivando inspiración de los documentales de historia natural de su niñéz, hechos por el National Film Board de Canada. Los instrumentales analogicos y nebulosos como “An Eagle In Your Mind” resuenan con cualquier persona que recuerde esos viejos programas educativos y su uso de sintesizadores antiguos; sugieren futuros perdidos sepultados y semi-disueltos en la dulce neblina del pasado.

Chris Morris – Blue Jam (2000)

La nuestra es una época en la cual la comedia alternativa ha sido remplazada por jovenes emprendedores y ambiciosos, con cabello engelado, posando bocabierta para los anuncios de sus DVDs. El elusivo pero impactante Chris Morris siempre fue un antidoto para todo eso. Blue Jam es una series of sketches y piquetes cuya enfermedad porta una satira y una moral que deliberadamente sirven como un antitesis ante lo "ligero." Esto fue una comedia extrema en su ambición, mientras que Warp entrando a este territorio sirvió como un acto muy audaz de diversificación.

Broadcast And The Focus Group – Investigate Witch Cults Of The Radio Age (2009)

Esta banda liberada por Trish Keenan (QPD) se encuentra entre un grupo de bandas de los 90s que investigaban las posibilidades de un "pop perfecto" elusivo e indefinible de tiempos pasados. Hecho en conjunto con el diseñador Julian House, quien también fue responsable por la música del grupo hauntology The Focus Group, Investigate probablemente se trata de la mejor obra de Broadcast, con imitaciones de Pink Floyd en su epoca de Piper At The Gates of Dawn, así como de la cinta de horror The Innocents, junto con una caja de juguetes llena de aparatos macabros, arcanos y coloridos.

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Mount Kimbie – Cold Spring Fault Less Youth (2013)

El duo que consiste de Dominic Maker y Kai Kampos, también conocido como Mount Kimbie, representa la quintaesencia saludable de Warp en el 2013, su etos y su anti-etos, su versatilidad y mobilidad a traves de barreras. Mount Kimbie son identificables por no ser identificables, cambiando de track en track, haciendo música electronica para parar y admirarla, en vez de consumirla. En Cold Spring una vez más le meten mano a su obra, mezclando instrumentación y vocales de King Krule con sus estrategias electronicas tradicionales. De hecho, la introducción de instrumentación en vivo fue tan emocionante, que cuando la banda tocó con una sección de metal, hicimos una película con ellos sobre eso. La puedes ver aquí abajo.

@SendVictorious

David Stubbs, es ex-editor de The Wire y un fanatico auto-proclamado de Warp.