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Música

Sale caro

Puedo calcular cuánto invierto en víveres a la semana o al mes, pero nunca me había puesto a pensar cuánto es de conciertos.

Me revienta hablar de dinero. Es de las cosas en las que menos me gusta pensar y creo con mucho odio que esa gente a la que le gusta estar platicando sobre eso no tiene ninguna otra cosa qué decir. Ahora me ha dado por hablar de dinero. Y es que estoy en una etapa de mi proceso de emancipación en el que me preocupa “que no me alcance”. Generalmente no me fijo mucho en lo que gasto. Sólo me doy cuenta de que “gasté un chingo” cuando ya no tengo dinero. Supongo que eso pasa cuando no tienes que pagar la renta y si después ya no tienes para un taquito pues no importa tanto. Pero ahora empieza a importar. Porque soy de ese tipo de animal que de repente podría exceder el presupuesto y enterarme de eso ya en la calle, mientras hago una cama de periódico y cartón. Como método preventivo de catástrofes económicas y otros infortunios por falta de conciencia, decidí hacer un análisis.

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Me puse a pensar en qué es en lo que más uso el cochino dinero. Víveres (comida, whisky y mota están incluidos aquí porque no importa sustituir el cereal por ninguna de éstas) y conciertos resultaron ser mis gastos fuertes. Puedo calcular cuánto invierto en víveres a la semana o al mes, pero nunca me había puesto a pensar cuánto es de conciertos. Dibujé un calendario y lo dividí en tres secciones: Festivales, Conciertos y Tocadas.

Distribuí algunos eventos fijos en su respectivo mes y categoría. Hay por lo menos 12 festivales importantes al año en la Ciudad de México y algunos transcurren en el mismo mes. Me vi muy leve y no conté el All My Friends de Tijuana ni el Nrmal de Monterrey. Eso significa que hay siete meses al año en el que se celebran los festivales y eso implica un gasto promedio de $1.000 por boleto de festival.

Me puse a ver el calendario de conciertos de hoy a que termina el año. Todavía no se anuncian ni la mitad, pero pude calcular que hay por lo menos tres conciertos al mes de esos que se ponen hasta la madre y se acaban los boletos a pocas horas de haberlos puesto a la venta. Ya saben, los del Vive Cuervo Salón, El Plaza Condesa, y esos lugares hypeables. Y por lo menos una vez a la semana hay de esas tocadas en el Bahía, el Caradura o el Pasagüero. En esas casi sólo cobran cuota de recuperación, pero sumado al resto, la cosa se pone ruda. Las sumas dieron así:

Eso significa, damas y caballeros, que nada más de puros boletos el gasto estimado es de $31,050. El transporte, las papitas y los refrescos por evento se suman a parte. Después de todos estos numeritos no supe bien qué significaban los 31,000. Entonces noté que esos 31 son $2,580 al mes. Centavos más o centavos menos, concluí que hay que conseguir un par de chambitas extra para abarcar la oferta musical en esta ciudad y que tal vez eso de los números no sea muy lo mío.