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Música

El día que no me atreví a invitarle un café a Sharon Van Etten

Platicamos del tarot, nuestro gusto por bandas emo como The Get Up Kids, y antes de que pudiera escupir el traicionero "Cásate conmigo", decidí colgar el teléfono.

Fotos por Dusdin Condren

Hace unos días hablé con Sharon Van Etten por teléfono. Era la segunda vez que estaba cerca de un dispositivo electrónico para entrevistarla; la primera fue una videollamada, mientras ella y yo tomábamos café en nuestras respectivas salas. Ahora, casi un año después de esa entrevista, me sé de memoria todas las canciones del Are We There, y espero con un ansia estúpida a que sea 27 de marzo para poder verla de nuevo en concierto.

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Naturalmente cuando uno es fan, los nervios atacan. Esta vez no fue la excepción, por lo que me mentalicé para no escupir un "Sharon te amo, cásate conmigo" a media pregunta. Empezamos platicando sobre lo personal que son sus letras y cómo es que logra cantarlas todas las noches frente a miles de extraños que las corean junto con ella como si fueran ellos, el público, quienes hubieran vivido éstas experiencias. Le comenté sobre el Vulnicura de Björk y cómo habla de la separación de la islandesa y el artista Matthew Barney, y que incluso ella ha dicho que le será muy difícil presentarlo en vivo. A todo esto, Sharon contestó: "Es muy difícil ¿sabes? Todas (las letras) vienen de un lugar muy personal, nunca estoy pensando si conectan o no con el público, aunque al final lo hacen. En los (discos) anteriores tuve más tiempo para procesar lo que estaba viviendo y escribirlo; ahora no. Con Are We There escribí y grabé todo conforme iba pasando, tuve muy poco tiempo para asimilar mis emociones.

"Mi forma de escribir canciones ha sido la misma desde el principio. Cada disco que hago es mi vida, es como un álbum fotográfico pero con música. He crecido mucho en los últimos años, he pasado por momentos muy difíciles y complicados, pero ahora estoy en un lugar mejor. Mientras más grande soy, mejor comprendo el poder de compartir y sé cómo hacerlo."

Al ver lo dedicada que suena Sharon a su profesión de escribir canciones y contar historias, le pregunté qué es lo que la motiva para seguirlo haciendo, cuál es ese motor que hace que todos los días se pare frente a extraños a cantar sus experiencias. Con una dulce voz, ella me contestó: "Mi motivación es tocar, poder llevar mi música a distintas personas, ayudarlas, conocer gente nueva. También me motiva el tener algo nuevo sobre qué escribir y compartirlo. Además mi banda está cada vez mejor, ¡me encanta eso! Espero poder seguir creciendo como persona y como artista."

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El álbum más reciente de Sharon es Are We There, y en él se nota una gran evolución en los arreglos, la composición y la producción. Aunque las letras tocan los mismos temas, se escucha a una Sharon más fuerte, segura y decidida. "La gran diferencia entre Tramp y Are We There es que el segundo lo compuse prácticamente en la carretera mientras estaba de gira con el primero, y estaba teniendo muchos problemas tratando de tener una 'vida normal' y ser una mejor persona. Eso dio como resultado Are We There. Tramp, por su parte, es una colección de canciones que escribí entre el 2010 y 2011. Para Are We There, los temás principales fueron el tiempo y la distancia. Además, es la primera vez que edito un álbum con música que es resultado de vivencias tan recientes; normalmente tenía más tiempo para procesar mis sentimientos, pero esta vez no."

Hace poco timepo fui a que me leyeran el tarot e inmediatemente me acordé del video para "Taking Chances", donde Sharon y el director hicieron un homenaje a Agnes Varda. Platicando con ella sobre esta ceremonia y el por qué utilizar a Agnes como punto de partida, me contó que todo fue una conjunción de eventos aleatorios, y mencionó al Universo como el único responsable. "Mi amiga Rebecca —la que sale en la foto de la portada, por cierto— hizo el arte de mis primeros álbums. Ella era mi mejor amiga cuando vivíamos en Tennesse, hace como 10 años. Cuando yo me fui a Nueva York, ella se mudó a Indiana. Ahora tiene hijos y una familia. Durante una época en la que la estaba pasando realmente mal, recibí una carta de ella con una fotografía de alguien que se parecía a mí. El tiempo pasó y descubrimos que esa foto era una de Agnes Varda que tomó en los 60 o 70 y decidimos usarla en el arte del disco (Are We There). Meses después de esto, un amigo me dijo que tenía una idea para un video y me enseñó la película de Agnes (Cleo From 5 to 7). Así fue como todo se dió: sin querer y sin saber siquiera que Agnes estaría tan presente."

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Para mí, uno de los detalles que hace que Sharon Van Etten tenga unos mil puntos extras de modjo (no que los necesite, claro está) es su gusto y amor por el emo y el hardcore de finales de los 90 / principios de los dosmiles. Jimmy Eat World, The Get Up Kids, Refused, son algunos de los grupos que ella solía escuchar, y que yo también escuchaba y sigo haciendo hasta ahora. "Esa música es tan emocional, tiene enojo, pero a la vez melodías nostálgicas… soy muy fan," me dijo Sharon. "Era lo que escuchaba cuando trabajaba en el café y me sabía todas las canciones, las cantaba casi gritando." Yes!

Es obvio que entre más minutos pasaban más me enamoraba de Sharon. Sin embargo, antes de que me diera cuenta, el tiempo en el que ella y yo compartíamos gustos musicales y datos ñoños del café había llegado a su fin. Así que, para terminar, decidí preguntarle por último cuál era su meta: lo que quería ella conseguir como artista y a nivel personal. Ella, sencilla como siempre y con esa voz que parece susurrada, me dijo: "Quiero seguir tocando: para mí es como una terapia donde además ayudo a las personas. Quiero crecer como compositora y, con suerte, tener muchas más cosas que compartir con la gente. Eso quiero conseguir."

Nos despedimos; me hubiera encantado decirle que me gustaría invitarle un café cuando estuviera en México, pero me limité a un cierre formal. A veces las formalidades son necesarias, y aunque esta vez creo que no lo eran tanto, el hubiera no existe. Y antes de que pudiera escupir el traicionero "Cásate conmigo", decidí colgar el teléfono.

Si quieren conocer más sobre Sharon Van Etten y sus canciones brutalmente honestas y directas, pueden hacerlo el próximo 27 de marzo cuando se presente en El Plaza Condesa de la Ciudad de México.

Daniel Patlán está enamorado de Sharon Van Etten, y espera conocerla ahora que esté en la Ciudad. Síganlo en Instagram y vean más de su trabajo como fotógrafo en su página.