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Ahora que tienes 25 ya estás muy viejo para estas 25 cosas

Es una buena edad para abrir los ojos, aclarar tu mente y dejar de hacer tonterías para las cuales ya estas muy viejo.

Feliz cumpleaños. Las velas simbolizan tus sueños. (Foto vía ​Ana C.)

No sé cuantos años tienes y la verdad no me interesa porque cuando pasas de los 25 te deja de importar la edad y demás detalles insignificantes como los nombres de las personas a tu alrededor. En julio cumplí 27. En realidad no soy tan viejo. Aún tengo cara de bebé sobre el cráneo de un hombre sabio y agotado. Pero sí he comenzado a sentir un cambio. El otro día unos chicos me dijeron algo que ni siquiera me molesté en tratar de entender. También fui a McDonald's al final de una noche de fiesta y pensé: "Mejor no", y decidí irme a casa y sólo me comí una rebanada de pan. Abrí una cuenta de ahorros. Al joven yo (con una actitud y un corte de cabello de "me vale madres", y un empleo en un call center) le repugna este progreso. Al viejo yo no le interesa.

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A veces, cuando cae la noche, voy a sentarme a la playa y me siento a recordar con nostalgia lo que hacía a mis veinte años mientras veo a los jóvenes paseando y exhibiéndose. A mis veinte años separaba Skittles por colores y luego los repartía en seis botellas de vodka para después vomitarlo todo en el baño de la casa de mi mamá; también me gustaban mucho las películas de Batman de Christopher Nolan; y cuando leía libros creía que había hecho algo importante. Ahora que lo pienso, era un idiota.

Según un análisis que hizo el chico encargado del posicionamiento web, la mayoría de los lectores de VICE tienen 25 años o están a punto de cumplirlos, por lo tanto, necesitan que alguien los guíe. Considérenme su sabio guía. ¿Por qué? Porque ya pasé por eso. Cumplir 25 es el recordatorio perfecto de que la vida es corta y cada segundo te acercas más a la muerte. Por eso, los 25 es una buena edad para abrir los ojos, aclarar tu mente y dejar de hacer tonterías para las cuales ya estas muy viejo. Por ejemplo:

Jóvenes tomando unas perlas negras (Foto vía ​Kris Fricke)

1) Consumir drogas para quedar bien con tus amigos
Una vez me metí cocaína y lo único que hice fue bailar y comerme dos hamburguesas cuando iba de regreso a casa. Una vez fumé mariguana y vi cómo uno de mis amigos se hizo pipí en los pantalones. ¿De eso se tratan las drogas? No sé y no me importa. Simplemente no son lo mío.

Si quieres meterte cocaína por la nariz o por el culo, por favor hazlo ahora. Porque cuando cumplas 25 ya debes saber si te gustan las drogas o no. Si decides que te gustan entonces tienes que aguantarte las veces que te toca esperar al dealer, lidiar con las visitas furtivas al baño y siempre, siempre romperte la playera y gritar: "¡ME ENCANTAN LAS DROGAS!" Si no, no lo hagas sólo porque es lo que hacen los chicos cool. En la secundaria nos ponen videos aburridos sobre la presión social y lo peor de todo es que son ciertos. Si no te gustan, no tiene caso que sigas consumiendo drogas a los 25.

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2) Que te pidan una identificación
Cuando te piden una identificación y sí la tienes es muy divertido porque la gente siempre hace muecas muy extrañas al momento de tratar de calcular tu edad después de ver tu fecha de nacimiento. Lo malo es cuando tienes 27 años y el mismo guardia te pida una identificación dos veces en una sola noche. Llega a ser tedioso.

3) Comer mucho pan
Ya se acabó la época en la que podía comer todo el pan con queso que quisiera sin tener que preocuparme por no caber en mis pantalones al día siguiente.

4) Tratar de entender a los jóvenes con su música de jóvenes
Le doy dos mil dólares a la persona que pueda convencerme o al menos explicarme cómo es que la gente considera talentosos y agradables a Sam Smith o Ariana Grande.

5) Tomar Apple Sourz o combinar Jäger con tequila
Jamás en la vida volveré a combinar Jäger con tequila y Boost en una sola bebida. Es mortal. El Apple Sourz es como jarabe para bebés y nunca nadie debería pagar por esta bebida.

6) Ir a un cajero y entrar en pánico
Cuando eres pobre, lo más aterrador de tu vida es ir a un cajero con la esperanza de que te de un poco de dinero. Y lo peor es cuando solicitas cien pesos, la máquina comienza a hacer sonidos extraños, tu estómago se revuelve, tu corazón late a toda velocidad y de pronto te dice: "Lo sentimos, este cajero no tiene efectivo" y tienes que buscar otro cajero, repetir todo el proceso y rezarle al dios de los cajeros para que se apiade de ti. Cuando cumples 25 estás tan harto que ya ni siquiera te parece divertido. A la mierda con los cajeros y a la mierda con los bancos. A la mierda con los contratos de cero horas y a la mierda lo cara que es la vida. A la mierda con tener que pagar una lata de comida con billetes de quinientos pesos. Pero como nadie puede ayudarte para que todas esas porquerías desaparezcan, tienes que aprender a administrarte.

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'Sí, no sirve. Sí, confundí mi tarjeta con una envoltura.' (Foto vía ​Johnny Wilson).

7) Experimentar con cortes de pelo
Si tienes 25 y no te has rapado, pintado el pelo o cortado el fleco, entonces no sé que has estado haciendo en este cuarto de siglo. Deja de tratar de estar a la moda. Cualquier peinado que necesite más de dos productos para el pelo o una rizadora es demasiado para tu edad. Si eres hombre, pide al estilista que corte un poco más en la parte de atrás y a los lados. Si eres mujer, dile que te haga un despunte pero que no sea demasiado. Así de simple. Ya tienes tu peinado definido para el resto de tu vida. Disfrútalo.

8) Hablar con menores de 22
Ya sé que existe una regla que dice que puedes tener sexo con cualquier persona que tenga siete años más de la mitad de tu edad. Pero la verdad no sabría qué decirle a una chica de veinte años, además de: "¿Oye, sabes qué son los disquetes?" La mayoría de mis conversaciones giran en torno a lo increíble que fue la Eurocopa '96. Por eso es muy difícil que pueda comunicarme con alguien que no sabe quién es Steve Stone. En resumen, estoy resignado a no hablarle a nadie que haya nacido después de 1994.

9) Conversaciones casuales
A veces, cuando me presentan con algún amigo, pasa que le digo: "Mucho gusto", y el amigo me responde: "Ya nos conocíamos". Si pasa esto, mi mente borra automáticamente a la persona. Si hubieras platicado de algo interesante, seguro te recordaría. Entonces seguro eres muy aburrido. No pienso desperdiciar más segundos valiosos de mi corta vida hablando contigo sobre lo horrible que es tu trabajo de mercadotecnia.

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Humanos teniendo una conversación casual (Foto vía ​Taulu)

10) Tomar el autobús nocturno
Me ha pasado de todo en los autobuses nocturnos. Una vez desperté y no sabía en dónde estaba. Desperté porque el conductor, hambriento y enojado, quería que me bajara y golpeó el techo para hacer ruido. Después me di cuenta de que los taxis no son tan caros. Y viajar en taxi es mucho mejor que esperar 45 minutos en el frío mientras el tipo de al lado escarba la caja de alitas de pollo para aprovechar hasta la última migaja. Además, si viajas en taxi puedes dormir y no te vas a despertar porque alguien dejó caer una botella de cerveza en tu pie. Una vez metí un billete de doscientos en una bolsa secreta de mi cartera para no gastármelo en cerveza y así poder tomar un taxi para regresar a casa. Es lo más maduro que he hecho en toda mi vida.

11) Comprar en Bershka
"¡Oh, el cuello de esta playera es genial, es único!" Seguro se verá muy bien en las fotos. Espero que tenga algo escrito en la espalda. ¡Sí, sí lo tiene! Con brillantitos.

12) Pésimos amigos
Primer tache si vamos por una cerveza y soy yo el que tiene que buscar el lugar. Segundo tache si me invitas a un evento por Facebook que va a ocurrir dentro de más de seis semanas. Si me dices: "Deberíamos vernos más" pero no fijas un lugar ni una fecha, entonces estás descalificado. Soy un hombre muy antisocial y aún así me cuesta mucho trabajo tener tiempo para salir con mis amigos más cercanos. Después de los 25 ya no hay lugar para pésimos amigos.

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Amigo, ve a casa. (Foto vía​ DEM)

13) Mal sexo casual
Es muy cansado hacer que le gustes a alguien aunque sea por cinco minutos. Y es mucho más cansado hacer que le sigas gustando por varias horas hasta que se decida a llevarte a su casa, tirar una lámpara y tener sexo. Si estás dispuesto a tener una de esas noches (que básicamente consisten en una serie de ruidos hechos con el cuerpo, una plática incómoda sobre condones y pedirle que te deje cargar tu iPhone a las 7 am para que puedas buscar una ruta de regreso a casa en Google Maps), al menos saca el mayor provecho posible. La muerte se acerca. No viniste a este mundo para tener mal sexo.

14) Vacaciones grupales
Cuando cumples 25, llega el punto en que las vacaciones grupales de tu juventud (donde a nadie le molesta usar traje de baño, se pintan el rostro y gastan tres mil pesos en un antro) y en las que tendrás pronto (donde ocho personas que han tenido sexo entre sí en algún punto en su vida rentan una casa enorme en Francia después de haber respondido una cadena de correos electrónicos durante al menos tres semanas). Vas a tener un momento de claridad donde te darás cuenta de que ir de vacaciones con tus amigos es lo peor que podrías hacer en tu verano y decidirás cancelar tus planes porque prefieres ir al parque y tomar unas cuantas cervezas. Y luego cumples 26 y terminas diciendo: "Sí, no estaría mal ir al festival Holi en Barcelona este año. ¡Suena bien!", y así de fácil tus amigos te convencen de ir con ellos otra vez. Disfruta el único verano en que podrás librarte de tus amigos.

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15) El final de la noche
Tan pronto dan las 3 am y se les acaban las ideas, alguien pregunta: "¿Y ahora a dónde vamos?", pero nadie responde: "Directo a nuestras respectivas casas". Es entonces cuando sabes que la noche ya fue demasiado larga. Cuando ya completaste el ciclo de embriagarte y volver a estar sobrio en un mismo bar, es mejor que vayas a casa. Si alguien siguiere ir al único lugar que saben que va a estar abierto pero está a más de cinco minutos caminando, huye. O cuando hay que pagar la cuenta y sacas tu tarjeta de crédito mientras te preguntas cómo es que dos tarros y tres shots costaron más de mil pesos, es entonces cuando debes irte a casa y encerrarte ahí para siempre.

16) Crudas
Cómete un plátano, toma agua y un par de ibuprofenos. Te aseguro que vas a sentirte mejor.

17) Hacer fila en un antro
Ya tengo 27. Estoy consciente de que la vida es corta. Hay un hombre que se acaba de meter a la fila y está escuchando todos los tonos de su celular sin decidirse cuál quiere. Prefiero la muerte antes de pasar otro minuto en este infierno.

18) Pelear con el mesero
Tal vez yo soy el problema. Tal vez es mi rostro, mi voz de muppet o mi enorme ego. No sé qué sea pero hay algo en mí que hace enojar a los meseros. Y ya estoy harto de que me traten mal cuando ellos son los que se ganan la vida abriendo botellas. ¿Por qué se creen tanto? Sólo vierten líquido en vasos sucios, los recogen cuando están vacíos, los dejan caer al piso sobre una pila de vasos sucios y todos les echan porras. No es para tanto. Si traes un destapador en tu cinturón, por favor no te comportes como in imbécil. Salud.

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19) No prender la calefacción
He tenido que soportar un par de inviernos fríos desde que me salí de mi casa. Uno fue la vez que se descompuso la calefacción y nos daba miedo decirle al dueño de la casa porque cada que le recordábamos nuestra existencia, nos cobraba la renta. Esas fueron las dos semanas que le pedí asilo a mi hermana para evitar que me amputaran los pies por el frío. También hubo algunos días en los que regresaba de trabajar, me ponía un par extra de calcetines y otra sudadera, y me metía a la cama con mi laptop porque esa la única manera en que podía mantenerme calientito.

Pero cuando cumplí 25, me di cuenta de que lo más fácil era prender la calefacción. O poner uno de esos calentadores en mi cuarto e ignorar el sufrimiento de mis compañeros aunque tuviera que pagar más que todos cuando llegara el recibo de la luz. Siento que el próximo paso para mí va a ser gritar por toda la casa mientras apago todas las luces que no se están ocupando. No me importa. Pero no pienso volver a pasar frío durante el invierno.

(Foto vía ​Nathan Rupert​)

20) Festivales
Fui a un festival este año y me di cuenta de que era uno de los más viejos que estaban ahí, en especial porque en mi bolsa había cosas responsables como Pepto-Bismol en tabletas masticables y una almohada de viaje. Resulta que pasé de ser un "morro" a ser un "viejo cochino" en muy poco tiempo. Juro que la cantidad de alcohol que necesité para darme cuenta de la realidad fue suficiente para que todos los doctores en el lugar estuvieran al pendiente de mí durante todo el fin de semana.

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21) Usar cualquier desodorante que venga en una caja y que incluya un jabón.
Siempre hay un día (especialmente durante el verano) en que a todos los hombres se les olvida ponerse desodorante y hace mucho calor. Como entran en pánico, van a una tienda y compran el primer desodorante que vean, sin importar si viene con algún producto extra o no. No hay nada peor que el olor de esos desodorantes. NADA.

La única vez que usé uno de esos desodorantes fue cuando tenía 21 años. Mi tía me lo regaló en navidad. El desodorante tenía la imagen de una pelota de futbol y traía una esponja con la misma forma. Olía como una combinación entre el uniforme sudado después de educación física y unas M&M's. Es decir, a sudor y a dulce. Fue como si se juntaran todos mis días de pubertad. Cuando se mezcla el balance hormonal de un adulto con una fragancia barata diseñada para ser un regalo de navidad para adolescentes, el resultado siempre es un desastre. Está prohibido hacer eso después de los 25.

22) Leer blogs
Donde las opiniones estén muy mal redactadas.

23) Asustarte por un supuesto embarazo
Lo que más me da miedo es tener un bebé porque los niños son horribles y necesitan mucha atención y dependen de ti para todo. Bueno, si tienes 25 y ya tienes hijos, ignora mi comentario; estoy seguro de que son increíbles y pueden platicar en francés. Tengo un gato y me resulta difícil tener tiempo para alimentarlo dos veces al día. No puedo imaginar qué pasaría si se hiciera popó y tuviera que limpiarlo con una toallita húmeda. Y menos si lo hiciera varias veces al día por 18 meses hasta que le enseñe a ir al baño. No soy capaz de algo así. Apenas si sé hacerme un sándwich. No estoy capacitado para hacer bebés.

24) Cualquier mensaje de texto que tenga más de doscientos caracteres
¿Qué podría ser tan importante?

25) Dedear
Deja de fingir que dedear es agradable. "¿Qué tal el sexo?" "Muy bueno, pero me gustaría que me hubiera dedeado más. Podría haber sido mejor si hubiera metido más dedos". Nadie dice eso. Nunca. Si pasas de los 25 y todavía dedeas entonces le serías de mucha utilidad a los doctores para ayudarles a identificar asesinos en serie.

​@joelgolby