J Mascis puede tocar el instrumento más marica sin sonar como una nena

Este año está siendo muy movido para J Mascis, cuyo nuevo disco en solitario, Tied to a Star, salió la semana pasada por Sub Pop Records. Después de la publicación de The Golden Age of Glitter, de Sweet Apple, y el LP de Heavy Blanket, In a Dutch Haze, en colaboración con Earthless, Tied to a Star constituye el disco más íntimo y personal de J de este año, tomando el relevo de su otra producción en solitario, Several Shades of Why (2011). El disco está caracterizado —como sugiere el propio título— por una textura casi espacial, sin excesos de reverberación, en la que sus diez temas fluyen con facilidad durante 41 modestos minutos. A diferencia de Several Shades of Why, en el que J contó con ocho colaboraciones, el nuevo LP es el resultado del esfuerzo en solitario del artista. Pese a su reputación de ser parco en palabras y de conceder entrevistas de lo más incómodas, quisimos entrevistar a J —a riesgo de acabar engrosando la lista de conversaciones incómodas con J— para hablar con él sobre instrumentos musicales, el hardcore punk y su faceta de actor de poca monta.

NOISEY: En otras entrevistas, has afirmado que “la guitarra es un instrumento muy nena” y que la “única forma de hacer que sea medianamente soportable” es tocándola con el volumen muy alto. ¿Sigues opinando lo mismo, o estás empezando a apreciarla más?

J Mascis: Eh, no. Sigo pensando lo mismo.

Pero tu disco en solitario es esencialmente acústico. ¿Cómo sobrellevas ese sentimiento hacia lo acústico cuando no puedes tocar de forma tan extrema?

Bueno, supongo que eso es otra cosa. No pienso en ello de la misma forma. También me gusta la música acústica, ¿sabes?.

¿También crees que la música acústica es blandengue?

Desde luego.

Respecto a las actuaciones en directo, ¿cómo te sientes con tu trabajo en solitario? Con lo que has dicho sobre el volumen, me da la sensación de que no disfrutarás mucho haciendo conciertos en solitario.

No, prefiero tocar en grupo. Es mucho más duro tocar solo porque no puedes hacer tanto ruido y solo tú eres el responsable de entretener a todo el mundo.

Se te suele identificar con la guitarra, aunque has dicho que te gusta más la batería. ¿Sigue siendo así, o ha empezado a gustarte la guitarra?

Sí, supongo que ahora me gusta más la guitarra.

¿Prefieres la guitarra ahora? ¿Cuándo crees que eso puede…

[Interrupción] No, no me gusta más. Me gusta más de lo que me gustaba, pero la batería es mucho más divertida de tocar.

¿Te has llegado a sentir limitado con la batería?

No. [Pausa] ¿Qué quieres decir?

He hablado con unos cuantos bateristas que también tocan la guitarra y muchas veces me dicen que tienen más sensación de libertad tocando la guitarra.

Ah, no. Yo toco la batería un poco de la misma forma en que toco los punteos de guitarra. Como si fueran “punteos de batería”. No me gusta cargar con la responsabilidad de mantener el ritmo. Prefiero tocar con un buen guitarrista o bajista que sepa hacerlo. No me gusta ser responsable de eso.

Nunca has tenido reparos en afirmar que, antes de Dinosaur Jr., no sabías tocar la guitarra y que sólo aprendiste para empezar en el grupo. ¿Cómo aprendiste?

Supongo que empecé escribiendo canciones. Hasta donde pudieran llegarme los dedos. No usaba muchos acordes con cejilla, porque al principio no sabía tocarlos. Me limitaba a poner los dedos como podía e intentaba hacer algunos acordes. Lo que quería era empezar una banda y tener algunas canciones que tocar.

Al margen de los acordes, tu estilo está muy marcado por escalas que recuerdan mucho al blues. ¿Fue algo que viniera solo, también, a raíz de unir notas que te sonaban bien?

Cuando cogía la guitarra, siempre tocaba punteos, más que acordes. Incluso antes de empezar a tocar, cuando alguien me prestaba su guitarra, siempre tocaba punteos. Simplemente improvisaba, buscaba algo que sonara bien.

¿En qué guitarristas te inspiraste mientras encontrabas tu estilo propio?

En Ron Asheton y Greg Sage [pausa] y Keith Richards y Mick Taylor. Fueron los más importantes cuando empecé a tocar la guitarra, porque estaban a mi alcance. Podía coger material suyo y crear mi propio estilo. Alguien como Hendrix, por ejemplo, era demasiado bueno como para entender qué estaba haciendo.

Por lo que respecta al equipo, está claro que eres un gran defensor del equipo vintage —Marshalls, Hi-Watts—, aunque son tan frágiles que son una joda en las giras. ¿Tienes muchos problemas técnicos cuando vas de gira con tu equipo?

También me he dado cuenta de que el equipo nuevo no dura mucho. El viejo, una vez que lo has puesto a tope unas cuantas veces, funciona bien. Es como si necesitara que lo tocases a todo volumen de vez en cuando; tienes que sacudirle el polvo y deshacerte de sus debilidades. Si lo revientas unas tres veces y luego lo arreglas, parece que queda bien.

El equipo que usas actualmente es complejo, con cuatro amplificadores distintos para crear tu tono. ¿Cómo diste con esta combinación?

Son como piezas de un rompecabezas. Con los años he logrado equilibrarlas de la forma que a mí me gusta. Cuando hacemos conciertos y tengo que alquilar los amplis, siempre suena mucho peor. Es un poco deprimente tocar con amplis que no son los tuyos.

Cuando empezaste a tocar la guitarra, ¿te compraste un amplificador de válvulas en seguida o empezaste con algo más barato?

Al principio tuve muchos. Pensaba que no merecía tener un Marshall o algo así porque yo no era lo suficientemente bueno. En cualquier caso, tampoco tenía el dinero. Primero tuve un Ampeg V4 y se jodió como tres veces en el primer mes, así que lo devolví y me compré un Yamaha de estado sólido que salió horrible. Pensé, “Si en Hüsker Dü tienen uno, será bueno”. Fue en aquella época cuando empecé a llevar tapones para los oídos, de lo mal que sonaba. Luego conseguí un ampli Acoustic muy raro, que era como la copia de un Boogie. Luego tuve un Carvin, que también era malísimo, y finalmente me compré un Marshall, que utilicé junto con el Acoustic. Fue una combinación muy buena.

Empezaste tocando en grupos de hardcore y luego te apartaste de ese estilo. ¿Todavía escuchas algo de hardcore?

Escucho a los mismos que escuchaba cuando era joven. No escucho nada nuevo, la verdad. Tengo miles de discos y me compraría cualquiera disco de hardcore que salió en aquella época. Hay mucho material para escuchar.

¿Cuándo te apartaste de la escena del hardcore?

Fue muy repentino. Es como si hubiera terminado súbitamente. Creo que fue en 1983 cuando parecía que todo se había acabado, cuando Minor Threat se convirtió en Fugazi y Negative Approach en Laughing Hyenas. Es como si un día se hubiera terminado todo y hubiera que inventar algo nuevo.

Entonces, ¿crees que el hardcore actual es un refrito de algo que debía haber acabado?

Sí, pero yo no sé nada de eso. Es como si de un día para otro se hubiera invertido el tiempo. Sí, soy consciente de que el hardcore ha continuado en forma de música, pero la verdad es que no lo he seguido.

¿Escuchas algún tipo de música moderna o, como con el hardcore, solo escuchas a los clásicos?

Sí, escucho muchas cosas esperando encontrar algo bueno. Siempre sale algo bueno. Últimamente he estado escuchando el álbum de Luluc. Antes de eso estuve escuchando a Steve Gunn. Son los dos últimos que me han gustado últimamente.

Cambiando de tema, ¿cómo te metiste en esto de la actuación?

Pues me lo pidieron en un par de ocasiones y lo hice por eso, porque me lo pidieron y… No sé, creo que no soy muy bueno actuando. Tampoco pienso mucho en ello, pero es divertido participar en algo así cuando te lo piden.

Entonces, ¿eres un gran aficionado al cine?

Sí, pero creo que mi límite de atención es más de televisión. En la tele todo es más corto y más largo que en el cine. Para mí, las películas son demasiado cortas y demasiado largas.

A tu edad, tu hijo probablemente sea un gran consumidor de medios. ¿Has intentado guiarlo en sus gustos?

Sí, intento influenciarle con las cosas que a mí me gustan. Pero esto va en ambos sentidos, porque yo también aprendo sobre Pokémon y sobre cosas que no había oído en mi vida.

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