FYI.

This story is over 5 years old.

Música

María Chávez: el sonido del accidente

María Chávez es una artista sonora, curadora y DJ que ha llamado bastante la atención por sus técnicas poco ortodoxas de uso de la tornamesa. Lo suyo: jugar con elementos como el azar y el accidente de manera creativa.

María Chávez es una artista sonora, curadora y DJ que ha llamado bastante la atención por sus técnicas poco ortodoxas de uso de la tornamesa. Rompiendo discos, colocando piedras bajo la aguja, apilando capas de discos, etcétera, María ha desarrollado toda una técnica que juega con elementos como el azar y el accidente de manera creativa.

Disidente de la industria disquera, María se ha negado por una década a grabar y vender sus improvisaciones sonoras. A cambio, María publicó su libro "Of Technique: Chance Procedures on Turntable", un manual/instructivo/pieza interactiva que sirve como iniciación en las técnicas desarrolladas por la artista durante más de una década en la improvisación y experimentación sonora. Próximamente María lanzará por primera una vez un LP dentro del sello "Software" de Daniel Lopatin (Oneohtrix Point Never). Para entender más sobre sus procesos creativos, su técnica y su próxima intervención en la industria disquera, nos sentamos a charlar con ella.

Publicidad

¿Cómo descubriste ésta técnica de experimentación?

Comencé a experimentar en el 2001, en Houston, con un grupo de improvisadores que utilizaban diversos instrumentos. Ellos hacían uso de implementos y elementos que iban introduciendo en las cuerdas de las guitarras. Decidí que yo también podía comenzar a utilizar implementos en la placa de mi tornamesa y pues estaba en lo correcto. La tornamesa no es más que un gran micrófono de contacto: si tienes tu aguja y tu placa, puedes tirar el objeto que quieras y este producirá sonidos diversos. Sin embargo, yo no practico y no es algo que haya descubierto en un estudio: lo descubrí todo frente a una audiencia. Siento que necesito estar frente a gente y en cierto "momento" para que las técnicas se desenvuelvan por sí mismas. He dicho que no estoy interesada en mí misma, ni en mis intenciones personales de lo que quiero oír. Estoy interesada en lo que el momento decide tocar para mí. Intento crear estructuras inestables donde sea impredecible el sonido resultante y ya, a partir de ahí, como sea que las cosas caigan, se vuelva en parte de la pieza sonora.

Hace un momento estaba viendo que usabas pequeñas piedras o cuentas dentro de tus implementos. ¿Éstos también fueron descubiertos en el momento? ¿Cómo escoges los materiales que utilizas en tu tornamesas?

Así es. En el caso de las piedritas, las vi en un mercado en Berlín y me parecieron lindas. Entonces, estaba jugueteando con ellas (ya que estaban unidas en un collar) y de repente, accidentalmente, el collar se rompió. Al romperse hizo un sonido increíble, hicieron un shhhhh. En ese momento dije, ok, a partir de ahora éste va a ser un elemento que voy a utilizar en mi tornamesas.

Publicidad

Siendo una artista que trabaja con temas como el accidente y el azar, ¿cómo te ves a ti misma dentro de éste proceso? ¿Cuál es tu rol?

Me veo a mí misma como una instigadora del azar. Las tornas son de por sí un instrumento muy inestable, su aguja es muy frágil y sensible, puede romperse en cualquier momento. Así que, para mí, mi rol consiste en crear una estructura colapsable. Mis piezas sonoras se enfocan en éste colapso y en la reconstrucción de la estructura tras su caída.

Has hecho varias piezas y ofrecido varios conciertos que funcionan como improvisaciones colectivas, ¿cómo adaptas éste proceso cuando trabajas con otros músicos?

Cuando toco con otras personas hay muchísimo de "escucha profunda", una práctica de Pauline Oliveros, con quien estudié por bastante tiempo. Esta práctica consiste en concentrarse en encontrar… en escuchar un final. Consiste en no necesariamente tocar por el mero objetivo de ser escuchado, sino en tocar y hacer elecciones que sientas que pertenecen al momento. Ella me contó esta gran historia hace siglos sobre un delfín: ella quería hacer un instrumento musical con delfines, así que se dedicó a estudiarlos por un tiempo. Ella vio que a veces los delfines jugaban con los entrenadores que los alimentaban y decidían no saltar a tomar el pescado. A veces se quedaban nadando en círculos, jugándole una broma a su entrenador. Sin embargo, había cierto momento en que los delfines ya no podían seguir con su broma, dado que son animales y su instinto les decía que tenían que saltar para alimentarse. Así que, tras nadar por un rato, ya no lo podían soportar más y salían disparados del agua para comer el pescado. Se lo comían… ¡y podías ver que el delfín se encontraba decepcionado consigo mismo por haber saltado! Sin embargo, pues son animales y les ganaba el hambre. Pauline me dijo: cuando toques, piensa en ti misma como un delfín: aguanta tu sonido el mayor tiempo posible hasta que haya un momento en el que ya no aguantes más y ahí, haz algo. Ese es un punto de referencia que utilizo mucho en mis improvisaciones.

Publicidad

Has dicho en varias ocasiones que no crees en grabar o registrar tus improvisaciones sonoras…

Bueno, creo que yo soy una artista sonora, no soy música. Pienso que la música es un lenguaje dentro del sonido y a mí me interesa el sonido en su totalidad. (…)

Creo que todos los sonidos son legítimos. No me interesa participar en un modelo económico viejo que busca la mercantilización: ya que no soy música no me interesa llenar la expectativa de tener una grabación. Creo que es una parte de un mundo diferente, el cual no me interesa. Prefiero utilizar el sistema comercial en diferentes maneras de las cuales le fueron destinadas.

En ese sentido, ahora estás a punto de lanzar un disco dentro del sello de Daniel Lopatin, Software. ¿Cómo concilias tu filosofía de no grabar con el lanzamiento de un disco?

Pues bueno, se acercaron a mi y querían lanzar un disco conmigo. Sin embargo, les expliqué que yo no grababa mis improvisaciones para generar ganancias. Daniel me dijo, bueno, yo sé que tú eres capaz de hacer algo completamente diferente y… a decir verdad, se me hizo interesante hacer una pieza que nadie haya hecho o escuchado antes… utilizando a la industria disquera como materia prima.

Así, pues éste disco deriva de una de las técnicas que ilustro en mi libro, llamada "loop manual". En lo que consiste es en poner un disco de 12", otro de 10" y un último de 7", apilados uno sobre otro. Lo que sucede cuando haces esto es que al colocar la aguja en el 12", ésta avanza y golpea el de 10", entonces, la aguja queda atorada y ya no puede seguir avanzando. Así obtienes un loop no intencional. Éste loop puede luego ser modificado con la presión que aplicas sobre los discos. Así que la mejor forma de crear una escultura sonora es dándole al escucha vinilos de todos los tamaños para que pueda usar. El disco constará de tres vinilos: uno de 45", otro de 10" y un último de 12". El de 45" será un sencillo en la tradición de la industria disquera, el de 10" tendrá un track de cada lado y el de 12" tendrá dos tracks de cada lado. De esta manera, el escucha es alentado a que apile los discos sobre la torna y sea capaz de crear diferentes loops personales a través de la escultura sonora. Es, más o menos, un loop de "tornamesismo abstracto".

Publicidad

Siendo de una generación en la que hay una gran cantidad de tecnologías disponibles para hacer música, ¿por qué escoges al tornamesas como instrumento?

Creo que mucha gente se esconde detrás de la tecnología y lo llama "talento". Yo creo que si puedes "desnudar" una pieza de arte y ésta puede todavía evocar el sentido original de que es una pieza…. entonces, para mí, ésta pieza está mucho mejor parada que una que necesita de tecnología súper compleja o rebuscada como soporte.

Realmente me gusta mucho la tornamesa por lo inestable que es. Y sí, probablemente la gente podría llegar a decir que me estoy ocultando tras éste aparato o máquina. Sin embargo, a final de cuentas, mi trabajo, especialmente cuando improviso en vivo, es brutalmente honesto. Constantemente me pongo en situaciones incomodas o extrañas que debo de reconstruir o re-imaginar o re-recrear. Y pues todo esto lo hago frente a una audiencia. Así que, para mí, es un tema de honestidad: interpretación honesta que no esté oculta detrás de nada. La tornamesa me parece un gran medio para presentar éste tipo de honestidad.

Por ejemplo, tengo un proceso en el que, si compro un disco con la intención de usarlo en mis improvisaciones, me prohibo a mí misma escuchar el disco antes del performance. Así que llego y le digo a la audiencia: acabo de comprar éste disco, no lo he escuchado… escuchémoslo juntos y a ver a dónde nos lleva. De esta forma se rompe la barrera entre audiencia y artista, pues soy igual de vulnerable que ellos, y ellos lo saben. A partir de ahí soy capaz de crear piezas sonoras con todos éstos sonidos extraños y todos estamos inmersos gracias a la honestidad que emana de la tornamesa.

Publicidad

Si nunca has escuchado éstos discos, entonces, ¿cómo los escoges? ¿Por la portada o llegas ya con una noción de qué discos buscar?

Realmente la mayoría de los discos que sé que quiero usar los encuentro en las cajas de "misceláneos". Ahí encuentras discos obsoletos de pruebas de transmisión o de efectos de sonido para estaciones radiofónicas, etcétera. Ahí están todos esos discos que ya no están en uso o que ya no son valiosos. Entonces, en cierta manera, tengo una noción vaga de cómo sonará el disco. Sin embargo, no sé exactamente cómo suena o dónde se encuentran los sonidos dentro de la superficie del disco. Creo que ese desconocimiento abre las posibilidades de honestidad en el performance.

Me hace pensar tu idea de improvisación en casi un tipo de meditación. Por toda esta cuestión de la escucha profunda, de la cultivación de la atención y de la relación espontánea en tiempo presente.

Mi trabajo indaga mucho en las paradojas del tiempo y del momento. Me parece realmente fascinante que tenemos consciencia del pasado y del futuro, sin embargo, siempre es "en éste momento". Nunca estamos realmente en otro momento mas que aquí y ahora… y creo que si mi trabajo puede ayudar a ilustrar esta realidad… porque, ¿sabes? Estamos tan ensimismados, siento que especialmente con toda ésta cuestión de las computadoras y… es tan fácil quedarnos absortos en nuestra historia y estar completamente ausentes del momento presente. Creo que mi trabajo como improvisadora consiste en jalar a la gente de vuelta al presente, al momento. Consiste en darles media hora de tiempo presente que podamos compartir. Así que sí, en cierta forma podría decirse que es… no sé si utilizaría la palabra meditación… más bien… diría que es un momento de paz. Tú sabes, donde podamos estar todos presentes, lo cual sucede rara vez.

Fotografía y GIFs Jaime Martínez

Originalmente publicada por i-D México.

Emilio es uno de los genios gráficos y musicales de El Triple Filtro. Mira su trabajo aquí.