Probé la última tecnología en condones y funcionó muy bien

Este artículo se publicó originalmente en Vice.

Compré condones por primera vez hace unos meses. Después de media hora en una farmacia volteando cajas y leyendo detenidamente las descripciones de los productos — soy nueva en esto porque llevo años tomando pastillas anticonceptivas —, decidí comprar un paquete de Trojan Ecstasy Muy Sensible ("¡Siente el placer, no el condón!", decía en la caja). Cuando mi esposo y yo los probamos, terminamos decepcionados. Odié la sensación dentro de mí y el olor del látex que quedó en mis muslos. Mi esposo dijo que el condón se sentía suelto en algunas partes y demasiado apretado en la base de su pene (la base estrecha del condón es para evitar el escurrimiento). Igual que todos los condones que había usado antes, atenuaba cualquier sensación placentera.

La experiencia confirmó lo que ya sabíamos: el sexo con condón es igual de rico que comerse un dulce sin quitarle el empaque. Y no somos los únicos que pensamos así; según la Encuesta Nacional de Salud y Comportamiento Sexual de Estados Unidos realizada en 2010, uno de cada cuatro actos de coito vaginal en ese país se realiza con condón y los que dicen que los condones reducen el placer durante el coito son menos propensos a usarlo.

Sin embargo, también se presentan cerca de 20 millones de casos nuevos de ETS al año en EU y el condón es el único método anticonceptivo (además de la abstinencia) que es efectivo contra las ETS. Si vivimos en una época en la que hay cohetes que aterrizan en plataformas en el océano y se hacen trasplantes de pene, ¿entonces por qué nadie ha encontrado la forma de que los condones se sientan bien? No se ha hecho ninguna innovación importante en los condones desde que Durex creó el primer condón prelubricado en 1957. Pero el cambio ya, ehm, se viene, como podemos ver en la nueva tecnología que salió este mes y en otras opciones prometedoras que se avecinan.

En noviembre de 2013, la Fundación Bill y Melinda Gates ofreció becas de 100 mil dólares a los investigadores para que desarrollaran un condón mejor. "Es simple, los condones salvan vidas", decía el comunicado de prensa, "pero se necesitan nuevas ideas para garantizar que los hombres y las mujeres de todo el mundo los utilizan de forma correcta y consistente para prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual".

Después revisar las 953 solicitudes, la fundación otorgó becas a 26 candidatos. Entre ellos se encuentra Richard Chartoff, un científico de la Universidad Estatal de Oregón que tuvo la idea de crear condones ultradelgados hechos con polímeros elásticos de poliuretano que responden al calor corporal y que se adaptan a la forma del pene. "Son más fuertes", aseguró. "Como alrededor del ocho por ciento de la población es alérgica al látex que se utiliza en la mayoría de los condones, también es hipoalergénico".

Charles Powell, inventor del condón prototipo Galactic Cap, es uno de los cientos de candidatos que no recibieron beca. Para el diseño se inspiró en su tratamiento contra la neuropatía motora multifocal que padece. Recibe su medicina a través de un puerto asegurado a su pecho con Tegaderm, un adhesivo dermal aprobado por la FDA, el cual implementó en el diseño de Galactic Cap. Tras recaudar fondos a través de Indiegogo y muchos ciclos de prueba y error, Powell juntó dos piezas de poliuretano para crear una tapita que, cuando se coloca en la cabeza del pene, captura eficazmente el semen.

Powell espera que su producto sea una solución para aquellos que no pueden disfrutar del sexo con condón: "los hombres tienen que escoger entre usar algo que odian o no hacer nada. No hay opción intermedia". Y tener sexo con la Galactic Cap se siente casi tan bien como no usar condón. Cuando mi esposo y yo probamos la tapita galáctica, el material era tan delgado que apenas lo notamos durante el coito.

Pero todavía quedan algunas cuestiones por resolver: incluso cuando seguimos diligentemente las instrucciones ilustradas, no logramos que la tapa sellara por completo. Cuando mi esposo salió de mí, se dio cuenta de que había un poco de semen en la base del pene. De no ser porque tengo puesto el DIU, me habría puesto a hiperventilar ante la posibilidad de un embarazo no deseado. "Los condones tienen que ser a prueba de tontos para que todos los puedan usar", comentó acertadamente mi esposo.

Y eso sin mencionar cuando trató de quitárselo. "Estaba pegado a una parte muy sensible del cuerpo. Estuve a punto de dejármelo puesto". Al final, el Galactic Cap es ideal para las parejas monógamas ya que no ofrece una cobertura completa del pene (solo cubre la cabeza y deja desnuda la base del pene). Como dice en el empaque, es solo para uso anticonceptivo.

Para los que buscan protección contra el embarazo y las ITS, está el condón HEX, creado por la empresa de juguetes sexuales de lujo LELO después de que sus clientes pidieron a gritos un condón que se sintiera tan bien al contacto con la piel como sus vibradores suaves como la seda. El diseño de HEX surgió a partir de "La astuta hija del campesino", un cuento de hadas que escuchó Filip Sedic, el fundador de la empresa, cuando era niño. En una parte del cuento, la protagonista se envuelve en un red de pescar porque le ordenan acudir al castillo del rey "ni desnuda ni vestida".

"El diseño de red hexagonal evita que el condón se rompa", explicó Sedic, "para que la mayor parte de la superficie del condón sea delgada sin sacrificar su resistencia. Cambiamos radicalmente el desempeño del condón solo con manipular su estructura".

Gracias a HEX, mi esposo y yo tuvimos la experiencia con condón más positiva hasta la fecha. El ajuste se sentía bien y el diseño hexagonal se pegaba a su pene sin apretarlo. Además, no atenuaba tanto las sensaciones de mi esposo porque es el condón con forma tradicional más delgado que hemos usado. (Con 0.055mm, sigue siendo más grueso que otros condones. Sin embargo, los condones súper delgados le apretaban mucho y se le bajaban antes de empezar.)

Pero espera, hay más: en otoño, FitKit de ONE Condoms va a sacar a la venta 56 tamaños diferentes para que los hombres midan el largo y ancho de su pene y así determinen cual es el mejor tamaño para ellos. "La mayoría de los que usan condón se quejan del ajuste", dijo Jared Maraio, el director de estrategias de marca en ONE Condoms. "Esto resuelve muchos problemas para un gran número de personas".

Maraio explicó que antes no había estándares en las pruebas para condones más pequeños o más grandes de los que hay en el mercado, ya que los condones se prueban viendo cuánto aire son capaces de contener si reventar. Tuvieron que crear estos estándares antes de que los condones de ONE pudieran salir a la venta en Estados Unidos.

Los proyectos más pequeños difícilmente están siendo aprobados: Chartoff, uno de los que recibió la beca de la Fundación Gates, dice que su equipo espera encontrar un financiamiento para superar el proceso de aprobación, ya que el dinero de su beca "no fue suficiente para implementar un producto comercial". Según Papa Salif Sow, el director del programa de prevención e implementación de tratamiento de la Fundación Gates, las becas eran la primera fase de una iniciativa en desarrollo y los que tengan un progreso significativo están invitados a solicitar una beca de un millón de dólares.

Hasta ahora, los dos candidatos que han recibido esta beca son: Ron Frezieres, director del Consejo de Salud Familiar de California, quien desarrolló un condón de polietileno (el plástico más popular del mundo), y Lakshminarayanan Ragupathy, un investigador de la empresa hindú HLL Lifecare Ltd., quien planea incorporar grafeno (un material más fuerte que el acero y más ligero que el aluminio) a los condones de látex natural actuales. Se espera que ambos proyectos avancen en los próximos dos años.

Sin embargo, por ahora, a Sedic le parece ridículo que las personas que usan condón se vean forzadas a elegir entre placer y seguridad, y espera llenar ese vacío muy pronto. "Si no sales sin zapatos", dijo, "¿por qué habrías de tener sexo sin condón?".

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