Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Chris Paul jugó un partido redondo el viernes pasado: el base de los Clippers sumó 40 puntos, ocho rebotes y 13 asistencias en la victoria de su equipo por 107-117 sobre los Sacramento Kings. Paul se encargó de darle problemas a los Kings toda la noche… hasta el punto que DeMarcus Cousins terminó desquiciado.El momento clave del partido llegó en el último cuarto, cuando apenas quedaban tres minutos por jugar y los Clippers disponían de una ventaja de 18 puntos. Paul quiso asistir a Jeff Green en un contragolpe, pero la jugada fue tan rápida que Green se pasó de frenada y el balón le cayó a Cousins. El '3' angelino apareció entonces de la nada para intentar robarle la pelota a DeMarcus, que no se lo tomó precisamente bien:
Lo más probable es que Paul tuviera dolor de cabeza después del pelotazo de Cousins, pero seguro que la molestia fue menor que la que tuvo que sufrir el pívot de los Kings durante todo el partido. Vamos, vamos, DeMarcus, no te calientes…