Tras la tormenta de dólares: Estados Unidos estremeció a la FIFA y ahora quiere el Mundial 2026 con México y Canadá

El futbol parece vivir en una realidad alterna. La mayor prueba es el anuncio oficial de que las federaciones de Canadá, Estados Unidos y México se unen buscar en conjunto la organización de la Copa del Mundo en 2026. El recién elegido presidente de la Concacaf, Victor Montagliani, reveló el objetivo al diario británico The Guardian: "Nosotros no hemos tenido más que comentarios positivos sobre la propuesta y es una señal fuerte de que el futbol puede juntar países".

La candidatura ha sido anunciada y el proceso implica la valoración de las sedes por parte de la FIFA desde enero de 2019 y hasta febrero del 2020; el anuncio oficial de la sede ocurriría hasta mayo del 2020. No obstante, las posibilidades apuntan a Concacaf como favorita, primero por infraestructura deportiva, debido a que para esa fecha el Mundial con 48 participantes será un realidad, después por capacidad económica, más factible entre tres países, una vez que los gastos han dejado severos conflictos en las últimas ediciones en Sudáfrica y Brasil.

Esta no sería la primera Copa del Mundo compartida, la FIFA lo permitió en 2002, cuando Corea del Sur y Japón la recibieron con éxito al menos en lo económico, no tanto así con la convocatoria de aficionados a los estadios, un aspecto muy criticado durante esa edición. Sin embargo, eso no sería problema entre estos tres, en México por tratarse del deporte favorito, en Estados Unidos y Canadá debido al crecimiento de la afición a la par del desarrollo de la Major League Soccer.

Además, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reconoció la importancia de impulsar las candidaturas compartidas entre países cercanos por factibilidad de transporte: "Está perfectamente de acuerdo con nuestras políticas de sostenibilidad y legado que quizás dos, tres, cuatro países se unan y puedan presentar conjuntamente un proyecto con tres, cuatro, cinco estadios cada uno".

Tanto Montagliani como Infantino consideran que el futbol puede romper barreras; pero la situación actual exhibe una relación tirante entre los Estados Unidos, tras la elección de Donald Trump como presidente, y el mundo. Con respecto a México, algunos negocios han tenido que cerrar en localidades cercanas a la frontera sur porque los viajes de los mexicanos hacia Estados Unidos han disminuido en meses recientes, las familias que desde hace décadas iniciaron su vida al otro lado de la frontera han sufrido acoso y discriminación, una respuesta atribuible al intenso discurso racial legitimado por el nuevo presidente, otras han sido separadas; aunque no hay todavía un porcentaje considerable que responda a las políticas del nuevo gobierno -en comparación con el número de deportaciones durante el gobierno de Obama-, estas noticias han tenido mayor eco.

La lista de insultos de Donald Trump hacia los mexicanos es muy larga y se cuenta desde el inicio de su campaña en 2015: "Cuando México envía a su gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que traen drogas, crimen y son violadores". De acuerdo con el entonces candidato, México aprovecha la "ingenuidad económica" de su país para sacar provecho. Por eso, una de las promesas que lo colocaron en la preferencia de los estadounidenses fue el fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ambas naciones comparten con Canadá. Después de su triunfo, ese tema ha sido objeto de discusiones en México y de conversaciones entre los mandatarios de los tres países; las negociaciones podrían iniciar a final de este año y Canadá ha expresado la necesidad de una negociación trilateral.

La promesa de la construcción de un muro entre México y Estados Unidos ha sido el principal tópico entre ciudadanos y autoridades, la discusión no se limita al continente americano, las condenas han llegado de otros países. Trump insiste cada que puede en la necesidad de ampliar la barrera que ya existe, un planteamiento que su Secretario de Seguridad Nacional considera 'improbable' como él lo imagina, y el gobierno mexicano rechaza gastar un solo peso en un muro que repudia, no solo por la limitación física, sino por lo que representa el discurso de odio.

Para los grupos minoritarios, los últimos meses han exigido una intensa protesta por el respeto de los derechos humanos y las manifestaciones multitudinarias demuestran indignación por el discurso en contra de las mujeres, los extranjeros, las creencias religiosas, los afroamericanos y el rechazo a la ciencia. Especialmente después de la emisión de un veto migratorio que buscaba impedir el ingreso a personas de siete países de mayoría musulmana: Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria, Yemen, y la suspensión del programa de refugiados, bajo el argumento de protección.

México, Canadá y Estados Unidos Declaran la Intención de Presentar una Candidatura Conjunta Para el Mundial 2026 — FEMEXFUT (@FMF)10 de abril de 2017

La orden ejecutiva causó caos en los aeropuertos, condena de varios mandatarios alrededor del mundo y claro, una mala imagen de los Estados Unidos. La orden ha sido modificada y suspendida; pero las palabras de Donald Trump se mantienen: "Vamos a pelear contra este terrible fallo, vamos a llegar hasta el Tribunal Supremo, vamos a ganar y vamos a mantener seguros a nuestro país y a nuestros ciudadanos".

¿Cómo afecta a sus aspiraciones? No es la primera vez que Donald Trump se enfrenta a este tipo de señalamientos por su discurso en acción. Ahora mismo, la ciudad de Los Ángeles disputa con París la posibilidad de organizar los Juegos Olímpicos de 2024 y analistas políticos señalan que los conflictos por los vetos migratorios serán factor para que el Comité Olímpicos Internacional prefiera a la ciudad francesa como anfitriona.

Infantino ha decidido apoyar las candidaturas conjuntas, pero en marzo declaró que respeta las decisiones de Donald Trump, pero el endurecimiento de las restricciones de ingreso son factores que harían imposible la celebración en territorio estadounidense: "Cuando se trata de una competición de la FIFA, cualquier equipo, incluyendo a sus aficionados y a la delegación de ese equipo, que se clasifica para un Mundial tiene que tener acceso al país. De lo contrario no se celebrará ahí la Copa del Mundo. Eso está claro. Luego cada país tomará la decisión de pujar o no pujar por albergar un Mundial".

"Era la Copa del Mundo del fraude y hoy les hemos sacado tarjeta roja", declararon las autoridades estadounidenses, tras una persecución sin precedentes ejecutada junto a Suiza y en contra de exmiembros de la FIFA que "corrompieron el fútbol por sus propios intereses y para enriquecerse", acusados de lavado de dinero, soborno y fraude. Aquella escena parecía sacada de una película de buenos vs malos con la cacería iniciada en un hotel de Zúrich por parte de la policía suiza para capturar a varios de los involucrados; el tema llegó mucho más lejos golpeando severamente al entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y al dirigente de la UEFA, Michel Platini; ambos terminaron suspendidos de cualquier vínculo con el futbol.

Las investigaciones revelaron principalmente una red de corrupción involucrada en la elección de la Copa América del Centenario, y claro, las elecciones de sede para los Mundiales en Sudáfrica, Rusia y Qatar; algunos movimientos ilícitos habrían ocurrido en territorio estadounidense, de ahí la investigación iniciada por sus autoridades en cooperación con Suiza. La FIFA quedó exhibida ante los ojos del mundo, los protagonistas del futbol desde el escritorio fueron señalados, Blatter fue ridiculizado; el organismo respondió con una reestructuración que ha arrancado con Infantino al mando, después de registrar pérdidas por 369 millones de dólares, de acuerdo con el propio organismo. "Está de más decir que un estancamiento en el comercio global y una merma en las inversiones, combinados con las investigaciones contra exfuncionarios de la FIFA, han afectado la capacidad de la organización para generar ingresos".

El organismo se esfuerza por la recuperación de la credibilidad con medidas que apuntan a dar gusto y parece que uno de los países que actuó en su contra bajo el argumento de defender la limpieza en el juego será parte del primer proyecto grande de Infantino, "el futbol global" con 48 participantes. ¿Qué tanto pesará el pasado y la actualidad de los Estados Unidos?