Usted disculpe, se acabó su privacidad. Atte. Unidad Anticorrupción

Lara Arruabarrena está colorada, casi roja. El sol ha hecho su trabajo. Después de una semana, la tenista española está sonriente aunque no hay demasiado público que festeje lo que acaba de conseguir con María Teresa Torro. Ganar el torneo de dobles en Acapulco.

-Uno de los nombres que salió y se sospechó por arreglar un partido en el Abierto de Australia fue el de Lara Arruabarrena, ¿la conoce, estuvo en Acapulco hace un año?

Raúl Zurutuza hace una pausa, "creo que estuvo, pero la verdad no tengo el placer". El Abierto Mexicano de Tenis, que inicia este lunes, tuvo una participante que 11 meses después estaría bajo la lupa inquisidora y con la pregunta por todos lados ¿amañaste un partido? El director del torneo no refirió que en esta edición también participará.

"Llegar a ser una de las mejores del mundo no es fácil, la única que marca una diferencia mayor es Serena (Williams), todas las demás estamos peleando", dijo la tenista Lara a este periodista hace un año en el túnel del estadio después de ganar su partido de semifinales, cuando la sal del sudor ya se le marcaba en el rostro. Aquel día, tras la victoria, la miraban con la duda de quién sería, en enero de este año su apellido es reconocido.

Arruabarrena fue requerida por Unidad Anticorrupción de Tenis por las sospechas de amañar un partido con su compañero David Marrero en el duelo contra la checa Andrea Hlavackova y el polaco Luzkasz Kubot en un cotejo del dobles mixtos del primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia. ¿La razón?, la casa de apuestas Pinnacle Sports, percibió "movimientos económicos anómalos" para un partido de esta categoría.

Días antes, la BBC de Londres y BuzzFeed dieron a conocer un reporte que documentaban que varios tenistas top-50 (algunos protagonistas en los Grand Slam) habían participado "sistemáticamente" en el amaño de partidos. Así que la Unidad Anticorrupción estaba sensible y Lara tuvo que ponerse a la orden de ellos, "sí o sí".

Debes saber que en una investigación de la Tennis Integrity Unit (TIU por sus siglas en inglés) tu privacidad dejó de existir. No hay espacio para ti, al menos el tiempo en que el organismo examina toda tu vida. "Para ser una de las mejores y estar entre las primeras 50 hay que trabajar duro día con día", dijo aquella tarde en Acapulco la chica con rostro de muñeca de armario, quien terminó el 2015 como la número 31 del mundo en el ranking de dobles, precisamente la categoría que ganó en México.

Lara tuvo que sujetarse al escrutinio de la TIU. Para empezar debió de dejar todos sus planes porque estaba en espera de un posible citatorio para entrevistarla a la hora y el día en que la Unidad Anticorrupción así lo deseara. Ella tuvo la posibilidad de llamar un abogado y fue enterada que la grabación de sus declaraciones se mantendrían guardadas en "un lugar seguro como mínimo tres años" a forma de prueba, según pudo constatar Vice Sports en el documento protocolario que sigue el organismo con sus investigaciones.

Si ella no tenía dominado al 100% el inglés, eso no fue impedimento, porque el TIU asumió el costo y desde un principio se enteró que destruir alguna prueba era una falta grave.

La chica debió entregar todo lo podía significar una pista o sospechoso: estados de cuenta telefónicos, su teléfono celular con los registros de los mensajes de texto recibidos y enviados, los estados de cuenta de sus registros bancarios, enterar cuál era su servicio de internet y transmisión de datos, las computadoras que tenía, los discos duros, cualquier dispositivo electrónico que le permitiera estar en contacto con otra persona. Para reunir todo esto tuvo siete días hábiles.

"La Unidad Anticorrupción llega, no avisa y les tienes que dar todas las facilidades", dice Raúl Zurutuza, director del Abierto Mexicano. La TIU llegó un domingo de hace tres años a Acapulco, pero no hace uno cuando Lara se coronaba el sábado en el dobles y pocos aficionados presenciaron el partido. Era la final menos mediática de todas.

"No soy una tramposa. No he arreglado un partido en mi vida. Así que aquí estoy, preparada para que me investiguen de arriba a abajo si es necesario. No tengo nada que esconder", escribió Lara en una carta que se hizo pública. Y así fue. La Unidad Anticorrupción – según los reportes de la prensa internacional- inició sus pesquisas con toda la rigidez.

Según los registros estadísticos de la WTA, la española tardó un mes en reaparecer en el circuito y lo hizo precisamente hace algunos días en el torneo de Río Open donde perdió en cuartos de final, aunque antes ya lo había hecho en la Copa Federación.

El día en que se coronó en dobles con María Teresa Torro -apenas terminó el partido- Lara saltó a los brazos de su compañera y se miraron tiernamente a los ojos, luego se tomaron una selfie. Casi un año después, ella tendría que enviar una carta abierta el mundo: "¿Presunta culpable de qué? ¿Pero qué demonios es todo esto? Esas preguntas se agolparon en mi cabeza tras ver cómo una noticia del New York Times había dado la vuelta al mundo".

"Creo en ti", "ánimo Lara", "eres inocente", "que la sigan chupando", "no hay nada más poderoso que tener la conciencia tranquila"… estas fueron algunas de las respuestas que recibió cuando posteó en Twitter un comentario que decía: "Es injusto".

"Para estar entre las mejores son muchos años de dedicación y sacrificios, pero vale la pena", dijo hace un año mientras sonreía y la insolación la agobiaba en Acapulco. Lara volverá, ¿los fans la reconocerán?, ¿sabrán que hace un mes todo pudo cambiar?, ¿qué se sentirá perder toda tu intimidad?