FYI.

This story is over 5 years old.

el imparable ascenso de 'godzingis'

Porzingis, el letón menospreciado que conquistó la NBA

Kristaps Porziņģis, ex del Cajasol Sevilla, llegó a la NBA como un completo desconocido, pero ha logrado convertirse en la gran esperanza de los New York Knicks... y en uno de los jugadores más populares de la liga.
Foto de Noah K. Murray, USA Today

Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:

Nadie me creía. Cuando salió su vídeo previo al draft le dije a todos mis amigos: "No sé quién es Porziņģis, pero tiene buena pinta". Los expertos no estaban de acuerdo conmigo: en todas las apuestas, Kristaps Porziņģis salía bastante abajo en la escala de prioridades de las franquicias. Todos los ojos estaban en Towns, Russell, Mudiay, Okafor y compañía.

Publicidad

Siendo fan de los Lakers como soy, rezaba porque el equipo angelino lo eligiera en su segundo 'pick', pero eso no ocurrió. Kristaps acabó yendo a los Knicks con la cuarta selección. En ese momento, todos los fans de NY abuchearon, hubo tuits pidiendo la cabeza de Phil Jackson, vimos a niños llorando y hasta Carmelo se mostró frustrado por esa decisión.

Más deportes: Un vistazo al futuro de la NBA… y del baloncesto

Hoy, todos se están comiendo sus palabras con patatas y alioli. El ex jugador del Cajasol Sevilla tiene a media NBA comparándole con Dirk Nowitzki —cosa que comprendo, aunque no creo que sea momento de hacer aún—: el niño que lloró en el draft se puso la camiseta de los Knicks y se convirtió en el mejor compañero que podía tener Carmelo sobre la pista. Los fans neoyorkinos están más que felices con el juego de Godzingis.

¿Qué dicen en su país natal, Letonia? Bueno, con deciros diga que ya hay dos canciones de rap dedicadas a él, creo que os bastaría para entender el fenómeno en el que se está convirtiendo. Confieso que el letón no lo llevo muy bien —siempre he sido más fan de Lituania; supongo que Šaras Jasikevičius tiene algo que ver—, pero como curiosidad están bastante bien.

El de arriba no está mal, tiene su puntito, pero el bueno claramente es este de abajo. La imagen de los dos raperos con la camiseta de Letonia ajustada es… er… bueno, es algo que me cuesta describir, la verdad.

Publicidad

La popularidad de Porziņģis, sin embargo, no se limita a Nueva York. El letón ha logrado colocar su camiseta en el top-10 de las más vendidas de la NBA… y no solo eso, sino que ha escalado hasta la cuarta posición. Solo Steph Curry, LeBron James y el eterno Kobe Bryant están por encima: el propio Carmelo Anthony vende menos que Kristaps. Porziņģis, además, es el único rookie de la lista.

Kristaps, pues, le está ganando la partida hasta al mejor jugador de su equipo. Es cierto que jugar en Nueva York tiene sus ventajas: Karl-Anthony Towns, compañero de Ricky Rubio en Minnesota, tiene todos los números para ser elegido rookie del año, pero aún así Porziņģis es más popular a nivel global. Qué queréis, siempre será más popular el Madison Square Garden que el Target Center de Minneapolis: es ley de vida. Si juegas en Nueva York, en Los Angeles o en Chicago, el foco siempre estará sobre ti… especialmente cuando se te etiqueta como el salvador o futuro de la franquicia.

Cuando vas al aro a por todas y el rival se queda atrás imitando a Chiquito de la Calzada. Foto de Jessy D. Garrabrant, Getty Images.

En lo personal, me encanta Porziņģis y amo la esperanza y felicidad que le está dando a los fans de los Knicks, que después de años y años de desgracias estaban a punto de cambiarse el nombre a New York Pringaos. Kristaps es extremadamente fino para alguien de su tamaño: amenaza desde fuera y domina dentro, y además demuestra unas incansables ganas de aprender.

Porziņģis, por si fuera poco, no necesita traductor: sabe inglés, ergo no pide que le repitan todo o contesta cosas genéricas porque no entendió la pregunta. Esto puede parecer una perogrullada, pero el idioma en realidad es clave: Kristaps se ha comprometido por completo a quedarse en la NBA y se esfuerza en serio para lograrlo.

Publicidad

Lo mejor de todo, sin embargo, es que se ve que disfruta el juego. Se lo pasa bien sobre la pista: se emociona, sonríe, grita, muestra pasión y tiene cómo respaldarla. No es como esos jugadores que piden falta tras cada acción y empiezan a darlo todo cuando su equipo pierde de 25 y ya da igual… ¿verdad, Carlos Boozer?

Cuando la metes para abajo y tu compañero de equipo levanta el brazo para pedir unas pizzas. Foto de Brad Penner, USA TODAY Sports.

Porziņģis ha superado todas las expectativas, principalmente porque en realidad no tenía ninguna. Al ser alguien totalmente desconocido, los fans le vieron como una apuesta extravagante de los Knicks: es ahora cuando vemos que el viejo Phil Jackson no andaba desencaminado en absoluto.

Con el tiempo, el público se ha dado cuenta de que Porziņģis podría ser una pieza muy importante para los Knicks… y los equipos contrarios también lo han notado: en esta misma temporada se han visto ajustes defensivos dirigidos exclusivamente a detener al jugador letón. Ahora ya sabemos que Kristaps puede jugar con los mejores. Solo nos queda esperar que las lesiones sean amables con él… y quién sabe, quizás sí que la comparación con Nowitzki pueda sostenerse.

De todos modos, pase lo que pase, alguien capaz de hacer el 'Dream Shake' de Hakeem Olajuwon casi tan bien como él tiene mi voto para lo que sea.

Como la seda.

Sigue al autor en Twitter: @zananassi