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Derechos Humanos

América Latina vive una situación catastrófica en materia de derechos humanos

Brasil, Venezuela y México son los países más vulnerables de la región, según el informe anual de Amnistía Internacional (AI) sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.

El año pasado no fue bueno para América Latina en materia de derechos humanos. 2016 estuvo marcado por homicidios, abuso de autoridad, torturas y ataques contra personas que defienden los recursos naturales. Así lo asegura Amnistía Internacional (AI) en su informe anual titulado La Situación de los Derechos Humanos en el Mundo, que fue publicado hoy.

El informe analiza el estado de los derechos humanos en 159 países —entre ellos en 23 de América—. Solo en 2016, en Colombia se registraron 85 asesinatos contra defensores derechos humanos. Sin embargo, para la organización internacional, tres países de la región llaman la atención por el nivel de vulnerabilidad de sus ciudadanos: México, Venezuela y Brasil.

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En materia de tortura, México sigue siendo una zona roja. De acuerdo con AI, solo en 2016 las autoridades revisaron 4.715 expedientes por tortura. Asimismo, cada año se registran cerca de 12.000 quejas por ese delito en el país. La impunidad por tortura y otros malos tratos, señala el informe, seguía siendo casi absoluta el año pasado, con numerosas denuncias por palizas, semiasfixia con bolsas de plástico, descargas eléctricas, violaciones y agresiones sexuales durante las operaciones policiales y militares. La violencia sexual como forma de tortura se identificó como una constante durante las detenciones de mujeres.

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En Venezuela, por su parte, se agudizó la crisis económica en 2016. El Centro de Documentación y Análisis para los trabajadores señaló que desde noviembre de 2015 hasta octubre de 2016 la inflación fue del 552% en los productos básicos de la canasta familiar. Además, según el Observatorio Venezolano de la Salud, más del 12% de los habitantes comió solo dos veces al día. "La negativa del gobierno a aceptar ayuda internacional para responder a la crisis humanitaria y proporcionar medicamentos, exacerbó la crítica situación de la atención médica. La deficiente situación de los servicios de salud pública dio lugar a un aumento de enfermedades prevenibles y tratables como la malaria y la tuberculosis", señala AI.

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Respecto a Brasil, el dato que más llama la atención es la cifra de asesinatos a manos de fuerzas policiales durante los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: dos por día. Esto generó un aumento del 103% en los homicidios cometidos por policías en esa ciudad entre abril y junio de 2016 respecto al mismo período de 2015. El reporte señala que los abusos contra las personas pobres residentes de las favelas ya se había registrado durante los Juegos Panamericanos de 2007 y la Copa Mundial de la FIFA en 2014.

"Las operaciones policiales se intensificaron en zonas concretas de Río de Janeiro, entre ellas las favelas de Acari, Cidade de Deus, Borel, Manguinhos, Alemão, Maré, Del Castilho y Cantagalo. Los residentes denunciaron intensos tiroteos que duraban horas y abusos contra los derechos humanos, que incluían registros ilegales de casas, amenazas y agresiones físicas", explica AI.

Solo en 2016, en Colombia se registraron 85 asesinatos contra defensores derechos humanos.

En entrevista con VICE News, Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, explica que la región enfrenta una grave regresión en materia de derechos humanos. Según ella, se han revertido muchos de los avances que se habían logrado en la materia: "En 2016 hubo muchos problemas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, desde la crisis financiera en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hasta la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentaron decenas de defensores en distintos países".

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Guevara Rosas señala que en algunas naciones hay avances significativos en materia legislativa. En ciertos países se han aprobado leyes que buscan la protección de derechos humanos, pero en la práctica no han representado un cambio en la vida de los ciudadanos vulnerables. "La influencia del crimen organizado en todo el continente y la falta de respuesta de los Estados para brindar seguridad a la ciudadanía han aumentado esta crisis. La región sigue siendo la más desigual del mundo y la más violenta. Las grandes multinacionales continúan violando los derechos de los pueblos indígenas y de los defensores de derechos humanos".

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Estos son algunos de los datos que evidencian la crisis de derechos humanos en la región:

* 111 personas murieron a manos de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Jamaica en el 2016.

* 1.000 personas fueron asesinadas por la policía en Estados Unidos en 2016 y 21 murieron por las armas de choque eléctrico de los policías.

* 14 homicidios se registraron al día en El Salvador durante 2016.

* 281 homicidios contra defensores de derechos humanos registrados a nivel global en 2016 —217 ocurrieron en las Américas—.

* 58 asesinatos a personas defensoras de los derechos humanos registrados en Brasil durante 2016.

* 85 asesinatos contra defensores de derechos humanos registrados en Colombia en 2016.

* Más del 90% de los homicidios y abusos contra los defensores de los derechos humanos continúan impunes en Honduras.

Finalmente, Guevara Rosas explica que a pesar de que el informe expone una radiografía catastrófica de la situación en América Latina, también da cuenta de cómo las comunidades, a pesar de la adversidad, continúan avanzando por hacer respetar sus derechos en todo el continente. "Debe de existir una apertura social mayor para reconocer la importancia de los derechos humanos en nuestra democracias y para garantizar el bienestar y la dignidad humana".

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.