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Andy's Gloves: La noche que Andy Hug se volvió peleador de kickboxing

Cuando la superestrella del karate, Andy Hug, se pasó al kickboxing sin tener experiencia lanzando puños, K.1 tomó la extraña decisión de emparejarlo contra el artista del nocaut, Branko Cikatic.

En 1993, al amor que sentía Japón por Andy Hug estaba creciendo. El karateca suizo había llamado la atención en torneos de Kyokushin durante años con su estilo de pateo único y el éxito que lograba contra oponentes de mayor tamaño. En 1992, Hug pasó el estilo de karate Kyokushin al Seidokeikan. Fue durante este año de Seido que la competencia de K-1, la organización de kickboxing más importante de ese entonces, aseguró su contratación. La pelea de Hug contra Nobuaki Kikuda se presentó durante el primer Grand Prix de K-1 y cautivó a la audiencia con un nuevo estilo de pateo que era desconocido para el mundo del kickboxing profesional. K-1 televisó sus siguientes cinco peleas bajo reglas de Seidokeikan, incluyendo el torneo de la copa mundial de Seidokeikan de 1993 que Hug perdió por tameshiwari (romper tablas) ante Masaaki Satake —indicando que aunque el Seidokeikan se parece al kickboxing, sigue siendo un mundo extraño.

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Pronto Hug podría pelear kickboxing, eso era evidente. K-1 lo estaba consintiendo para que se pasara al ring profesional y peleara con guantes. Pero los guantes eran un problema: Hug había pasado la vida compitiendo en torneos de karate y aunque no usaba guantes ahí, los golpes a la cabeza estaba prohibidos en esos torneos.

Esto significó que las peleas seguían una dinámica extraña de intercambiar golpes al cuerpo desde cerca hasta que uno de los dos lograba empujar a su oponente para conectar una patada alta. Al competir bajo las reglas de kickboxing, Hug tendría que pelear con golpes a la cabeza. Muchos se sentían escépticos porque el estilo holandés que combina golpes con patadas bajas se estaba volviendo popular y por el hecho de que la mayoría de los hombres en la única división de K-1, peso completo, tenían poder de nocaut. Peter Aerts, Maurice Smith, Ernesto Hoost y Branko Cikatic eran artistas del nocaut que tenían muchos más años de experiencia que Hug y eran de mayor tamaño que él.

En noviembre de 1993, Hug entró al ring por primera vez para pelear kickboxing en una cartelera de K-1 llamada Andy's Glove (o "Andy's Globe" como apareció en la pantalla). Su oponente fue un karateca poco conocido llamado Ryuji Murakami. Pero mientras que Murakami usó pantalones de gi y su cinta negra en el ring, Hug dejó el gi para usar unos shorts negros estilo muay thai. Cuando Hug lanzó la primera patada de hacha como peleador de kickboxing el público estalló. La amenaza de los golpes no parecían un factor importante ya que Hug se mantuvo lejos de su oponente a lo largo del combate, casi corriendo al adelantarse y retroceder con sus patadas. Pero no fue la patada de hacha o la patada de vuelta de carro la que le dio la victoria, fue la patada redonda al cuerpo. En lo que se convertiría en una característica en su carrera, su oponente exageraba por la amenaza que presentaba la ofensiva de Hug y permitía que su codo se alejara de su costado, exponiendo el hígado. Murakami no pudo defenderse de los ataques de Hug y éste se llevó la victoria por finalización en tres minutos.

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Un mes después, Hug fue programado para enfrentar a un francés llamado Eric Albert. Hug salió de la esquina y de inmediato lanzó una patada de hacha, kakato-otoshi sobre la cabeza de Albert. Durante el primer round y la primera mitad del segundo, Hug se mantuvo lejos de Albert e intentó —sin éxito— calcular sus patadas de hacha mientras Albert cerraba la distancia. De todas las técnicas que un peleador puede intentar al contraatacar, la patada de hacha no es la más recomendable. Albert claramente no era un buen peleador, pero aun así Hug parecía estar en problemas para lograr el nocaut impresionante que quería. Sin sentirse amenazado por las técnicas que Albert había mostrado, Hug se adelantó desde la esquina y lanzó combinaciones con las manos hacia la guardia de Albert sin lograr mucho. Momentos después intentó lo mismo pero ahora lanzó una patada frontal a la cara a mitad de la combinación. Albert cayó a la lona y Hug logró otra victoria por nocaut de manera un poco menos impresionante, pero el público lo adoró de todos modos.

Fue en ese momento que K-1 empezó a mostrar esa extraña racha que podemos seguir viendo en las promotoras japonesas: un deseo por enviar novatos a enfrentar leones. En lugar de darle un oponente de mayor nivel, K-1 programó una pelea entre Hug y Branko Cikatic en marzo de 1994. No sólo Cikatic era veterano de más de setenta peleas profesionales contra las dos que tenía Hug, sino que acababa de ganar el primer Grand Priz de K-1 y en la misma cartelera en la que Hug derrotó a Kikuda. En un torneo en el que compitieron Peter Aerts, Maurice Smith y Ernesto Hoost, Cikatic había resultado ganador. Tres hombres contra Cikatic y no sólo los había derrotado, sino que los dominó por completo.

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En el primer round Cikatic fue enfrentado al tailandés Changpuek Kiatsongrit. Aunque Changpuek pateó, se movió y evadió muchos de los intentos de Cikatic, éste sólo necesitó conectarlo una vez. Un gancho de izquierda fue el golpe que mandó al tailandés al suelo.

En el segundo round, Cikati enfrentó a un antiguo oponente de Hug, el hombre que le había ganado en la copa de Seidokeikan, Masaaki Satake. Satake recibió los ataques de Cikatic lo mejor que pudo. El final llegó al inicio del tercer y último round. Había logrado evitar los mejores golpes y aunque estaba lastimado había logrado defenderse. Pero de pronto una izquierda lo atrapó mientras se adelantaba y cayó al suelo.

En la final del Grand Prix, Cikatic enfrentó a Ernesto Hoost. Hoost estaba en el mejor momento de su carrera, acababa de derrotar a Peter Aerts y a Maurice Smith en los dos rounds previos. Hoost lució tentativo al inicio pero aumentó el ritmo mientras comenzó a conectar sus patadas bajas y jabs. Segundos después, Cikatic conectó su barbilla y mandó a Hoost a la lona con una derecha. Podríamos decir que Cikatic ganó porque estaba más fresco que Hoost y había tenido un camino más fácil hacia la final, pero en una pelea dos años más tarde Cikatic derrotó a Hoost de nuevo. Si alguna vez existe la necesidad de hablar sobre un peleador y referirse a "sólo necesita conectar un buen golpe en la barbilla", tendría que ser para Branko Cikatic. Si sus victorias sobre Hoost no te convencen, su tasa de nocaut del 90 por ciento en 87 victorias pueden lograrlo.

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Y en el primer round de Hug versus Cikatic la pelea lucía tan ridícula como sonaba. Cikatic cerró la distancia contra Hug y lanzó combinaciones. Hug comenzó a trabajar con los puños —todos esperaban que eso fuera lo que lo podría en problemas al mudarse al kickboxing— pero lo único que sabía hacer a la defensiva era cubrirse. Un upper de Cikatic mandó a Hug al suelo y el réferi comenzó el conteo.

Las cosas lucían tan desesperadas para Hug cuando volvió a establecer su distancia y repetidamente hizo fintas para su patada izquierda y se adelantaba hacia un recto de izquierda. Esta combinación después se convirtió en el azote de K-1, permitiéndole a Hug mandar al suelo a boxeadores de mayor nivel como Ray Sefo, pero aquella noche contra Cikatic lo único que lograba era permitirle a Cikatic lanzar su izquierda cada vez que Hug se adelantaba. El sonido de los golpes de Cikatic era aterrador.

Cada vez que Cikatic se adelantaba, Hug hacía algo inteligente e intentaba atraparlo en un clinch. Pero las rodillas desde el agarre doble de cuello todavía estaban prohibidas en K-1. Con rodillas fue que Hug logró finalizar a Kikuda en aquella pelea de Seidokeikan. Un clinch flojo sería la muerte para Hug ya que el enorme croata intentaría jalarlo para conectar rodillas altas cuando le fuera posible.

Pero entonces algo cambió. Un patada conectó a Cikatic con la pantorrilla, seguida de una patada frontal a la cara. Fue un recordatorio de la razón por la que Hug era un prospecto tan alabado y es que Hug era mejor que Cikatic en esa área de la pelea. Pero el cambio en la complexión de la pelea llegó después de que Hug se lanzó por un clinch de nuevo. Cikatic buscaba liberarse y lanzar un golpe y Hug lo soltó justo en el momento preciso para conectarlo con un gancho de izquierda. De pronto Cikatic lo atrapó para sostenerse.

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Ambos se liberaron del clinch, Hug lanzó otra patada de vuelta de carro, Cikatic ahora estaba esperando. No se adelantó. Lanzó una patada y saltó antes de que Hug pudiera contraatacar.

Cuando sonó la campana para el segundo round, Cikatic buscó recuperar su confianza cuando Hug de inmediato lanzó una patada de hacha y Cikatic se adelantó para conectarlo. El inicio de ese round de nuevo lo estaba ganando Cikatic mientras que Hug corrió alejándose de sus ataques, pero de nuevo Cikatic aminoró el paso a medio round. Hug lanzó una patada de hacha y conectó a Cikatic con una izquierda. Cikatic lo atrapó en un clinch y Hug lanzó de nuevo el gancho de izquierda. Cikatic se retiró hacia las cuerdas, visiblemente lastimado y Hug lo persiguió con golpes y una patada frontal a la cara. El réferi intervino y le marcó el conteo a Cikatic. Hug ya había nivelado la pelea.

Lo que estaba aprendiendo el campeón del Grand Prix era que aunque Hug no podía boxear, podía golpear con fuerza. Cada vez que había un descanso en la actividad de Cikatic, cada vez que el campeón sostenía el clinch muy flojo, Hug regresaba el ataque con un gancho de izquierda. Y entre más duraba la pelea, más favorecía a Hug porque era relativamente más joven, Hug era un atleta joven en el mejor momento de su carrera y Cikatic estaba llegando a los 40. Los golpes de Cikatic todavía tenían fuerza, pero Hug no estaba recibiendo golpes rápidos cuando intentaba lanzar los suyos. Estaba esperando que Cikatic abriera huecos en su golpeo.

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Branko Cikatic pareció envejecer veinte años entre el segundo y quinto round. Para el final estaba presionando con golpes y recibiendo izquierdas, mientras que Hug lanzaba sus patadas con más confianza. Cuando llegaron los resultados de los jueces no había duda de que Hug merecía la victoria. Sin rellenar su récord, sin que los jueces lo favorecieran, Hug tuvo la oportunidad e hizo que valiera la pena.

Al derrotar al primer y único campeón de Grand Prix de K-1, ¿Hug era el mejor peleador de kickboxing en el mundo? No estaba cerca de serlo. La derrota de Hug ante Patrick Smith en su siguiente pelea demostró que seguía siendo un producto incompleto pero Hug demostró todo lo necesario contra Cikatic y mucho más. Demostró que podría atrapar en clinch y podía evitar los golpes potentes y la determinación para recibirlos y continuar peleando, pero lo más importante que demostró fue que tenía buena mentalidad para las peleas. Aquellos que lo conocían desde el circuito de competencias de karate estaban consientes de que Hug peleó con inteligencia así como su arsenal de pateo. En 1994 Hug no tenía las combinaciones más pulidas, ni una buena defensa, pero tenía la mentalidad para convertirse en el mejor peleador a la ofensiva que el deporte había conocido hasta ese momento. Durante los seis años siguientes, antes de su muerte en agosto de 2000, Hug hizo justo eso.

Compren en nuevo libro electrónico de Jack, Finding the Art, o encuéntrenlo en su blog, Fights Gone By.