Lo importante es la historia. El nuevo disco de Frank Ocean y cómo hemos llegado hasta aquí

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Después de Blond, deberíamos empezar a replanetarnos esta cosa de promocionar discos como un acontecimiento, por lo menos hasta el año que viene.

Parece que las estrellas del pop se han tomado este año como el año oficial del juego del gato y el ratón, lanzando sus discos por sorpresa después de hacer correr mil y un rumores, cambiándolos sobre la marcha o elaborando toda su estrategia alrededor de un hype que tuviese más que ver con el cómo lanzan el disco que con lo que éste contiene. Pensábamos que después de Life Of Pablo la fórmula se agotaría, pero la gota que ha colmado el vaso ha sido en realidad un disco que ni siquiera ha llegado a existir (de momento): Boys Don't Cry de Frank Ocean.

Las noticias empezaron a aparecer en prensa a mitades de 2014, cuando decía que tenía ya casi acabado el próximo disco. Fueron goteando noticias hasta que un año más tarde el mismo Frank puso fecha y nombre al disco: se llamará Boys Don't Cry y saldrá en julio de 2015. Pero llegó julio de 2015 y el disco no apareció en ningún sitio.

A partir de ese día, el rodillo de la rumorología no paró de rodar: Se dice que SebastiAn está produciendo un par de canciones, que Hudson Mohawke tiene una carpeta en su escritorio que se llama "frank o0000oocean" y Holly Herndon otra titulada "Beats 4 FOcean", Chance The Rapper y James Blake dicen que lo que han escuchado es la hostia, que quizá Lil B estaría en el disco y Rich The Kid también, que saldría como una revista y luego, más fechas de salida que nunca fueron.

Hace unos días publicaba Endless, un disco sorpresa que venía acompañado de una nueva fecha para el disco que estábamos esperando. Aparecería en algún momento del fin de semana. Pues vale Frank, a estas alturas tampoco vamos a estar dándole al F5 todo el día. Nos fuimos a la playa, a pasear por las fiestas mayores y a emborracharnos una pizca por las calles, ya que está permitido durante unos días. A la vuelta: HABÍA PASADO. Por fin ha salido Boys Don't Cry, sólo que ahora se llama Blond, y lo sigue inundando todo. Nadie que no sea Frank Ocean tiene ningún espacio en nuestras vidas hoy.

El primer vídeo de "Blond"

El disco, después de dos escuchas, es un poco blando de más. Tiene canciones que son la hostia –En una primera escucha me reflipan "Solo", "Pink + White", "Sigfried" y "Godspeed"- y otras que se pasan de cursis -¿Hacía falta tanta guitarra en primer plano?-, pero sobre todo una sensación que sobrevuela todo el disco, y es que lo que suena es lo de menos. Lo que importa es la narrativa del lanzamiento, que nos hace que olvidemos las canciones que lanzó apenas tres días antes y que posiblemente arrastre al mismo disco a esa misma dinámica, esperando el siguiente misterio, la próxima sorpresa.

Hasta entonces, es posible que hoy lo escuchemos todavía alguna vez más, y que acabemos la semana haciendo lo mismo. Ojalá nos dure más el disco que toda esta promo. Lo contrario sería muy decepcionante.

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