El Popocatépetl puede salvar el Valle de México

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El Popocatépetl puede salvar el Valle de México

El ingeniero mexicano Manuel Frías diseñó un plan para perforar pozos en el Popocatépetl y evitar el colapso de la capital del país usando energía volcánica.

Este artículo forma parte de la edición de agosto/septiembre de la revista VICE.

El Valle de México ya inició su colapso, explica el ingeniero Manuel Frías Alcaraz en una cafetería ubicada al sur de la ciudad, curiosamente, en las faldas de uno de los montes que la rodean. Los hundimientos, las grietas, inundaciones cada vez mayores y la fractura de los sistemas de distribución subterráneos — agua potable, drenaje, combustible— son la muestra cotidiana de este declive citadino. Además, la sobrexplotación de sus recursos naturales básicos, en especial del agua, han hecho que esta sea una ciudad con vida artificial, cuyos insumos provienen de todas partes del país a un costo extremadamente alto. De acuerdo con sus cálculos, si no se toman medidas inmediatas, a la capital del país le queda una generación, alrededor de 20 o 25 años, de vida útil.

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Después de graduarse como ingeniero civil del Instituto Politécnico Nacional, Frías trabajó tanto para el sector público como privado como investigador y desarrollador de proyectos. Desde entonces, sus ideas lo han llevado a trabajar en la UNAM, la CFE, la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, así como a asesorar proyectos de infraestructura para los gobiernos de Guerrero y Sonora, la Unión Soviética, Brasil, Estados Unidos e incluso a crear y presentar un proyecto de país para Luis Donaldo Colosio cuando este era titular de la Sedesol. México Tercer Milenio, como se llama hoy, es un proyecto de carácter técnico e ideológico compuesto por más de 70 proyectos de infraestructura coordinados con el fin de resolver de fondo y a largo plazo el suministro de agua, la demanda de energía y la disponibilidad de alimentos en el país, y crear un México nuevo, moderno y bien planificado.

Para salvar la capital mexicana, Frías diseño un plan basado en algo que los habitantes de Puebla, Morelos y la zona metropolitana por mucho tiempo han visto como un peligro latente: el volcán Popocatépetl.

Diagrama del Proyecto Volcánico Popocatépetl. Imagen cortesía de Manuel Frías. Derechos reservados Frías Group.

VICE: ¿Cómo puede el Popocatépetl salvar al Valle de México?
Los volcanes no son un riesgo ni un peligro; son gigantescos yacimientos energéticos y el Popocatépetl es unos de los más activos en la tierra. El Proyecto Volcánico Popocatépetl está elaborado para usar la endógena para generar electricidad, producir alimentos en invernaderos hidropónicos y crear empleos. Con frecuencia, el volcán forma nubes sobre su cráter, para lo que se necesitan miles y miles de metros cúbicos de agua subterránea. Se planea extraer el vapor endógeno con pozos direccionales que vayan hacia la caldera del volcán. Por estos tubos empieza a fluir vapor a muy altas temperaturas y presiones para llegar a potentes centrales geotérmicas (los grupos turbogeneradores se prevén entre 500 a 750 megawatts) y transformar esta energía calorífica en abundante energía eléctrica. En el caso del Popocatépetl se instalarían tres centrales generadoras, ubicadas a cuatro kilómetros del cráter, de donde saldrán varios pozos geotérmicos hacia la caldera. La energía calorífica del vapor se convierte en energía mecánica y la turbina la convierte en energía eléctrica. Eso nos va a dar la posibilidad de obtener grandes cantidades de energía limpia, renovable, gratuita y no contaminar. Estos pozos no los inventé yo; ya existen en la industria petrolera, sólo que nunca se han usado en un volcán.

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Al volcán no le va a pasar nada, ni se va a enterar. A los que nos va a pasar es a nosotros si no hacemos nada. Es posible que en algunos pozos, además de fluir vapor de agua emane magma. Implica, como toda innovación existen riesgos; pero esta contingencia no debe impedir o detener el aprovechamiento del valioso e interminable vapor endógeno proveniente de las entrañas volcánicas.

Por un lado, vamos a usar el volcán para generar ríos de electricidad, tanto para el proyecto Chauzingo-Amacuzac-Valle de México —que pretende que la zona metropolitana deje de extraer agua subterránea—como para abastecer un alto porcentaje de la demanda energética de la zona metropolitana. Esto da la posibilidad de desplazar y reducir el uso de otros recursos: petróleo, diesel, gas natural, el uranio que se usa en las plantas nucleares… Estamos dándole a las nuevas generaciones la posibilidad de tener un México mejor.

Por otro lado, una vez que el vapor accionó las turbinas, el agua regresa a su estado original, se condensa. Esa agua es rica en minerales como potasio, magnesio, calcio, sodio, zinc, por lo que se emplearía en invernaderos hidropónicos para producir alimentos. El volcán va a producir alimentos.

Aunque el Popocatépetl es el principal proyecto, este modelo se puede replicar en el volcán de Fuego, en Colima y el Chichonal, en Chiapas. Además estaríamos estableciendo un modelo y una norma para los más de 130 volcanes activos que existen en el planeta. México sería pionero en la energía volcánica. Ya definí y elaboré en la mayoría de los volcanes terrestres la ubicación de los complejos geotérmicos con sus correspondientes campos y pozos direccionales.

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Diagrama del Proyecto Chauzingo-Amacuzac-Valle de México y Volcánicop Popocatépetl, cortesía de Manuel Frías. Derechos reservados Frías Group.

¿Qué es el proyecto Chauzingo-Amacuzac-Valle de México?
Es un proyecto coordinado con el Volcánico Popocatépetl. Su objetivo es transferir agua del río Amacuzac hacia el Valle de México para que los niveles freáticos —los niveles de agua subterránea— de la ciudad recuperen su equilibrio.

Mucha del agua que consumen los habitantes de la capital no viene del sistema Cutzamala, sino que viene del subsuelo. Del acuífero del Valle de México se extraen aproximadamente 50,000 litros por segundo. Este proyecto podría transferir 55,000 litros cada segundo: 50,000 se irían al Valle de México y 5,000 al estado de Morelos. Por medio de una presa y un acueducto de 106 kilómetros, se transportaría suficiente agua para 16 millones de habitantes de la zona metropolitana y dos millones más para las principales ciudades del valle de Morelos.

Para bombear toda esta agua se necesita muchísima energía, pero ahí es donde entra el proyecto volcánico. Toda la electricidad que necesitan la presa y el acueducto se generaría en el volcán. Esto haría que se deje de extraer agua del subsuelo del Valle de México para lograr su equilibrio, que está roto. Las transferencias de ese proyecto empezarán a disminuir conforme se logre el equilibrio, para evitar que surjan de nuevo los grandes lagos.

Los proyectos en conjunto van a evitar la ruina del Valle de México, pero para hacerlo se necesitaron haber empezado desde ayer. Ya fueron muchas quejas. Ahora se requieren acciones.

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¿Cómo surgen estos proyectos?
Cuando trabajé en el sector público se me ocurrió conformar un proyecto de país, a fin de que México ya no esté sujeto a planes sexenales y que tenga una directriz de amplia visión y largo alcance para alcanzar su pleno desarrollo. El proyecto de país que inicialmente conformé se llamaba México Siglo 21, y estaba basado fundamentalmente en disponer de suficiente agua, energía, alimentos y vías de comunicación, todo de calidad. Aún cuando ya estaba en la iniciativa privada, amplié mucho este concepto de país que ahora se llama México Tercer Milenio, y está conformado por más de 70 grandes proyectos de obras eá infraestructura básica para toda la nación, dentro de las cuales hay varios proyectos innovadores no convencionales.

Lo hice porque para mí México es el país insignia del planeta Tierra y al mismo tiempo fue y sigue siendo el epicentro de la corteza emergida. Cuando existía la Pangea, el epicentro es lo que hoy se conoce como México. Bajo esos conceptos tenemos que tener nuestra propia ideología; México es un país muy fuerte.

Los proyectos Volcánico Popocatépetl y el Chauzingo- Amacuzac-Valle de México son las obras más grandes del proyecto, y nos van a permitir generar un nuevo desarrollo, con otra misión y otra mentalidad. Es una propuesta de carácter técnico e ideológico, para ya dejar de lado las teorías del capitalismo, del socialismo y de las logias y todas esas cosas raras que están pensadas para el dominio y control de la humanidad. Y estos proyectos ya se han presentado en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.

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Eso es México Tercer Milenio: construir un país mejor, moderno, bien planeado, equitativo, dinámico de trabajo, en el que sus inversiones sean altamente productivas. Está conceptuado para que las inversiones sean provechosas en lugar de ese horroroso e insostenible gasto burocrático administrativo, político, especulativo, social y corrupto.

¿Entonces cuál es el futuro de estos proyectos?
Al principio hubo problemas. Las inherentes envidias e indiferencias obstaculizaron su desarrollo e instauración. Se desdeño a México Tercer Milenio. En el supuesto de que se hubiese este amplio y necesario proyecto de país, tal vez las condiciones en México serían completamente distintas, más riqueza, empleo y bienestar en toda la nación. Yo considero que estamos justo a tiempo para redireccionar actitudes negativas y dañinos conflictos. México está predestinada a ser el gran país del tercer milenio.

Ahora ya cambió el enfoque. Con las reformas federales, el gobierno debe autorizar estas obras, pero ya no las tiene que construir. Ahora ya admite la inversión privada en obras de este tipo, entonces se han acercado varios inversionistas. Estoy viendo las alternativas; me dicen qué proyectos se pueden ejecutar de los 27 que forman el Complejo de Desarrollo del Sureste, como yo les llamo, o a lo que el gobierno nombra como zonas especiales de desarrollo económico.

Con los proyectos volcánicos, por ejemplo, estaríamos innovando con ese tipo de energía que se puede aplicar en los 130 volcanes activos que existen en el planeta. México sería pionero en energía volcánica, que es considerablemente más productiva que la eólica, la solar y la hidráulica, porque dependen de factores externos.

En vez de que compañías externas aprovechen y desarrollen esta sui generis fuente energética, yo invito al gobierno e inversionistas mexicanos a sumarse a la consecución de un México nuevo, moderno, bien planificado, dinámico, con amplias oportunidades de trabajo y en paz. Es increíble que se estén acercando empresas trasnacionales como Siemens, y representantes de países como Brasil para comprar mis proyectos, y que en mi propio país no acepten estas ideas porque "no se han hecho en otras partes del mundo". Así siempre vamos a estar un paso atrás. Por eso siempre digo que es necesario que dejemos de imitar, adecuar, aplicar y de traducir formas de pensar y vivir.